"Salir menos y no hablar con extraños", los ecuatorianos viven con miedo en Estados Unidos
Agentes federales detuvieron a más de 600 trabajadores inmigrantes en siete ciudades de Misisipi.
Reuters
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Andrea cerró sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram y cambió su nombre y foto en Whatsapp. En su cuenta aparece la imagen de una mujer de piel blanca, ojos celestes y cabello castaño que se hace llamar Wendy.
Decidió ocultar su identidad luego de que el presidente Donald Trump anunciara, a finales de junio de 2019, redadas para detener y deportar a migrantes indocumentados.
Trump decidió eso luego que congresistas y senadores no llegaran a un acuerdo sobre cómo frenar el flujo migratorio proveniente, sobre todo, de Latinoamérica y Medio Oriente.
Andrea tema ser capturada y deportada, porque no tiene visa de trabajo ni documentos de residencia. Asegura, que desde 2015, cuando e mudó a Miami, nunca ha vivido con tanta intranquilidad como ahora.
Su condición de migrante indocumentada le ha impedido encontrar un trabajo estable: ha lavado platos en restaurantes, ha cuidado a personas de la tercera edad y ha limpiado juegos mecánicos en parques de diversiones.
Una situación similar es la que atraviesa Luis, en Nueva York. En 2018 llegó a esa ciudad sin papeles para buscar un trabajo y ganar dinero para pagar la hipoteca de su casa, en Quito.
ël no ha cerrado sus redes sociales ni ha cambiado su identidad en Whatsapp, pero teme por lo que puede pasar si la Policía Migratoria realiza algún operativo.
"Hay que tener cuidado, salir menos a la calle luego del trabajo y no hablar con desconocidos. Nunca se sabe si se trata de una persona que está en contra de la llegada de migrantes", dice Luis a PRIMICIAS en una videollamada por Skype.
Los dos ecuatorianos, aunque no se conocen y viven a más de 2.000 kilómetros de distancia, comparten el miedo de las políticas migratorias de Trump.
Un ambiente de miedo e incertidumbre
"La propaganda negativa que se emite en Estados Unidos en contra de los migrantes y las constantes amenazas del presidente Trump de perseguir a los indocumentados y deportarlos causan miedo e incertidumbre en los ecuatorianos".
Así lo dice William Murillo, actualmente presidente de la organización 1800 migrante, que brinda asesoría legal a migrantes ecuatorianos en Estados Unidos y Europa.
Aunque dice que no existen datos oficiales sobre deportaciones, calcula que pueden llegar a 2.000 mensuales, número que no ha variado desde la administración del expresidente Barack Obama.
Murillo explica que, al no existir mecanismos legales para la regulación de indocumentados en Estados Unidos, no han recibido pedidos de asesoría.
"Las asesorías se dan cuando regresan al Ecuador, pero no hay buenas expectativas de lo que puedan hacer cuando lleguen allá", agrega.
Para él, la solución integral sería una reforma migratoria para regular a los mas de 11 millones de indocumentados. Sin embargo, dice que no hay propuestas en el Congreso o Senado de Estados Unidos para ayudar a los migrantes.
Tampoco las condiciones políticas para lograrlo.
¿Qué puede hacer un migrante detenido?
La situación no es fácil para un migrante indocumentado que es detenido. Lo primero que debe hacer es no brindar información personal y llamar a un abogado.
Murillo, quien fue el primer titular de la extinta Secretaría Nacional del Migrante, dice que es posible solicitar una audiencia para que un juez determine si es posible impedir su deportación.
Aunque es un proceso complicado, explica que "tener hijos que dependan del detenido ayuda a tener una posibilidad de que el proceso de deportación no se realice".
También han existido casos en los que el Departamento de Migración ha sido demandado porque extorsionó, mintió y engañó a los migrantes para que firmen su deportación.
Lo que deja claro es que un migrante detenido es una persona que goza de derechos que no pueden ser vulnerados por ninguna autoridad.
Es por eso que recalca que es necesaria una reforma migratoria para regularizar la situación de los migrantes que han hecho una nueva vida en Estados Unidos.
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