Microbandas entran en la disputa por el tráfico de drogas en Guayaquil
En el último informe sobre el estado de excepción, el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, dijo que se desarticularon 43 bandas delictivas en Guayaquil. Según la Policía, muchas trabajan para grandes organizaciones criminales.
Detenido en operativos de control en el estado de excepción en Guayaquil.
Policía
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En 47 días del estado de excepción se han realizado 100 mil operativos policiales en conjunto con las Fuerzas Armadas, en los que se logró desarticular a 43 bandas delictivas que operaban en Guayaquil.
Las cifras corresponden al último informe semanal emitido por el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, el 6 de diciembre de 2021, quien agregó que hay 1.355 personas detenidas por robos, 326 armas de fuego decomisadas.
El experto en seguridad Mario Pazmiño duda de que las fuerzas del orden hayan logrado neutralizar a 43 bandas en 47 días de estado de excepción. “El trabajo de inteligencia es un proceso largo, no es de un día para otro”.
El excomandante de la Zona 8, Víctor Araus, coincide con él, y explica que desarticular una banda para que no vuelva operar, puede tomarle a la Policía entre dos y cuatro meses.
“No es solo capturar a los delincuentes, sino evidenciar los delitos para que la Fiscalía pueda abrir una indagación, porque si no hay los sustentos entonces saldrían en libertad o tendrían medidas sustitutivas”, dice Araus.
Y esta sería una de las razones por las cuales muchas de las personas detenidas son reincidentes hasta en diez ocasiones.
Una banda delictiva está definida como una organización compuesta entre tres y siete personas, tiene financiamiento y un líder. En la estructura operativa criminal, suele especializarse en un tipo de delito.
Según Fausto Buenaño, comandante de la Policía de la Zona 8, se están “desarticulando a varias organizaciones delictivas que pertenecen a los grupos que ya se conocen, y que tienen varias células”.
Es decir, responden a las megabandas criminales como Los Choneros, Los Lagartos o Los Lobos. “No nos gusta decir los nombres para no hacerlos famosos”, dice Buenaño.
"No son creíbles los datos estadísticos que están manejando, lo que están tratando es de cambiar la percepción de inseguridad de la ciudadanía".
Mario Pazmiño, experto en seguridad.
PRIMICIAS se contactó con el gobernador Arosemena para conocer detalles sobre las bandas desarticuladas y la estrategia que se usó para lograrlo, pero no atendió la entrevista.
Cae una banda, nace otra
Desarticular una banda significa deshacer toda la estructura operativa, los cabecillas, los choferes, seguridad, campaneros, y demás integrantes.
“El problema es que cuando cae una o tres personas, (las autoridades) dicen que la banda está desarticulada, y no es así, eso no implica que toda la estructura delictiva haya sido capturada”, dice Pazmiño.
Las bandas se conforman en las calles, según sus intereses y se enquistan en barrios o sectores con una especialidad: microtraficantes, sicarios, extorsionadores y asaltantes.
Pero a la larga terminan siendo parte de una estructura más grande; es decir, de megabandas como Los Choneros, Los Lobos o Los Lagartos, que “imponen a fuego un espacio territorial", explica Pazmiño.
Así, las bandas pequeñas -o microbandas- adoptan el nombre de las organizaciones más grandes, pero en ese proceso hay una disputa del territorio hasta definir el liderazgo en esa zona de Guayaquil.
"Pero tenga la seguridad de que cuando queda un territorio vacío, ese espacio será captado de forma inmediata por la megabanda contraria", explica Pazmiño.
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