Guarderas: Si el Metro seguía gratis, salía en hombros de la Alcaldía
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, asegura que los usuarios están felices con el funcionamiento del Metro de Quito. Y ratifica que era necesario ponerlo en marcha.
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, en su despacho, el 4 de mayo de 2023.
Jonathan Machado / Primicias
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Resta una semana para que Santiago Guarderas deje de ser el alcalde de Quito, tras un año y medio al frente de la ciudad.
En medio de la compleja transición con las nuevas autoridades, se toma 20 minutos para conversar con PRIMICIAS en una de sus últimas entrevistas como máxima autoridad de la capital.
En su despacho, y acompañado por dos de sus asesores más cercanos, pide un café antes de hablar del Metro de Quito, la inseguridad y los problemas que deberá resolver el alcalde electo, Pabel Muñoz, del correísmo.
Operación del Metro
El Metro de Quito ha tenido problemas en sus fases de prueba y más con el inicio de la operación comercial. ¿Se apresuró en ponerlo a funcionar?
Creo que estamos retrasados. El Metro tenía que operar en 2018, hace cinco años.
Cuando llegué a esta administración solo había la infraestructura física y no había operador; no se hablaba de sistema integrado de recaudo, del sistema de información al usuario ni del sistema unificado de transporte. Los trenes estaban parados.
Hemos dado pasos muy importantes porque hay que tomar en cuenta que no es una sola empresa. Está la constructora, la que proveyó los trenes, el operador y el Metro de Quito.
Por ejemplo, el sistema de tickets no lo da la operadora, sino la constructora. Hay situaciones en las que las empresas nutren de información al Alcalde y este da el pronunciamiento.
Pero el Alcalde no elabora el sistema, no maneja los trenes ni emite los tickets.
¿Hubo problemas con las empresas?
Se ha demostrado eso porque sabíamos que iba a haber usuarios. La idea era que el boleto salga en tres o cuatro segundos, pero, lamentablemente, el tiempo fue mayor.
La gente dice "aprendan del Trole", pero son años de experiencia.
Estas situaciones viven los grandes países que tienen metro y estamos tomando correctivos, pero los problemas se iban a presentar mañana, en julio o en diciembre.
¿Quién se iba a imaginar que un individuo irresponsable iba a activar el freno de emergencia? ¿Esperamos a octubre para que todo esté listo?
Es una maravilla decir: esperemos la operación completa. Si voy en esos términos, entonces hay que esperar a que también haya los locales comerciales.
¿Ratifica que el Metro debía funcionar?
Había que ponerlo a funcionar. Más allá de los pequeños inconvenientes, los ciudadanos están felices porque el Metro fue creado para reducir los tiempos.
Para mí hubiese sido fácil decir que tengo un año y medio en funciones y no me voy a apresurar.
También hubiese sido fácil decir que siga la operación gratis porque hubiera salido en hombros.
No creo que la ciudadanía se merezca que pospongamos la operación. Ya ha esperado cinco años.
Los problemas pendientes
¿Cuáles serán sus últimas acciones para ayudar a la Policía a combatir este problema?
Me parece bien que el nuevo Alcalde se haya reunido con las autoridades porque este tema es de instituciones y no de personas.
Vamos a avanzar en los procesos que nos garantice que la Policía trabaje por el bien de la ciudad. El 11 de mayo vamos a entregar 138 motos y el predio de La Marín para que funcione la Policía Migratoria.
Seguimos con los procesos de las alarmas comunitarias y las cámaras, que no se pueden detener.
A la nueva administración le corresponderá empezar o concluir los procesos que están avanzados.
¿Cuáles son los grandes proyectos en los que deberá enfocarse el nuevo Alcalde?
Creo que tiene que pensar en las laderas, ríos y quebradas del Pichincha.
La infraestructura que se construyó en el pasado, y que ha logrado contener algunos inconvenientes, podría causar problemas por el crecimiento no planificado de la ciudad.
Hay que invertir dinero y hacer estudios. No se trata solo de la limpieza, sino de crear infraestructura y hacer estudios.
Hay problemas con alguna parte de la ciudadanía que bota escombros, llantas, colchones, basura y animales. Cuando se producen fenómenos naturales, estas quebradas se tapan, como lo que ocurrió en La Pulida. Si no teníamos la infraestructura, hubiese sido peor que el aluvión (La Gasca).
Con relación a la movilidad, el nuevo Alcalde debe analizar pasos a desnivel, movilidad aérea y reformas geométricas.
Hacer vías más amplias puede servir, pero implican expropiaciones, tiempo y dinero.
La Mariscal atraviesa una situación crítica, pues una ordenanza impide su reactivación
Los nudos críticos fueron subsanados y la ordenanza fue cambiaba para que La Mariscal pueda reactivarse.
¿Cuál es la situación del Hotel Quito?
La Secretaría de Territorio no ha emitido ningún informe y, por lo tanto, la situación no ha cambiado y sigue la que se ha mantenido en este último tiempo.
¿El Municipio firmó la compra de nuevas bicicletas para el proyecto Bici-Q?
Es un proceso para contratar el servicio de administración del proyecto. Es una empresa pública de la Universidad ESPE.
Esta empresa entregará las bicicletas, dará el mantenimiento y tomará decisiones sobre el funcionamiento. Se trata de un contrato similar al del Metro de Quito.
Usted también había dicho que la ciudad debe caminar hacia una transformación de tratamiento de la basura. ¿Hubo algún cambio en su administración?
Estamos en el proceso de adjudicación del cubeto 11. Cuando se realice su cierre técnico se dará paso a la creación del complejo ambiental.
Este proceso avanza porque ya fue aprobado en una resolución del Concejo Metropolitano.
El presupuesto de la ciudad
¿Cuál es el presupuesto que tendrá la siguiente Alcaldía?
Tenemos una ejecución presupuestaria del 15% y estamos dejando alrededor de USD 450 millones.
¿Hubo roces con el nuevo alcalde durante las mesas de transición?
No hubo roces. La transición que ha hecho la ciudad es un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas.
Con relación al Metro, cada uno tiene su visión. Sus comentarios y posición son muy respetables.
Yo he hecho lo que me han dicho técnicamente las empresas, respondiendo a lo que la ciudadanía necesita.
¿Qué obras resalta de su gestión?
Quisiera poner énfasis en una parte de las obras porque puede ser que no se haya tomado en cuenta algo que me parece fundamental.
Entre 2010 y 2020 se rehabilitaron 365 kilómetros con un presupuesto de USD 1700 millones. Mientras que en 18 meses repavimentamos casi 300 kilómetros en 400 vías, con una inversión de USD 97 millones.
Una de las quejas constantes de la ciudadanía es la falta de agua. En sectores como Calderón, Pomasqui, Calacalí y San Antonio de Pichincha.
También en Cumbayá, Checa y Yaruquí y la zona oriental, sin olvidar el sur de la ciudad.
Para satisfacer esta necesidad hemos hecho proyectos de mediano y largo alcance. En Calderón, por ejemplo, hicimos un proyecto de una canalización entre Puembo - Palugillo y Puembo -Calderón, además de una planta de tratamiento de agua potable con unos USD 110 millones.
También están contratados los estudios para la planta de El Troje, que va a duplicar su capacidad para abastecer de agua a los barrios del extremo sur. Y acabamos de entregar la obra Chalpi Grande para garantizar el servicio de agua para las parroquias orientales.
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