El Metro decepcionó, pero la expectativa sobre el servicio se mantiene
Quienes apostaron por usar el Metro de Quito en su primera semana de operación comercial sufrieron maltratos y retrasos. A pesar de eso, casi todos son optimistas de su funcionamiento a futuro.
Usuarios del Metro de Quito hacen fila para comprar un boleto en la estación Quitumbe, el 4 de mayo de 2023.
Jonathan Machado / Primicias
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La expectativa con la que arrancó la operación comercial del Metro de Quito no duró nada, pues la desorganización hizo deslucir a la modernidad y rapidez del sistema.
Desde la mañana del martes 2 de mayo, cuando se cobraron pasajes por primera vez, las largas filas y los reclamos marcaron la tónica. Muchos usuarios aseguran que tardaron más de una hora y media en un viaje que habitualmente toma 37 minutos.
Incluso el alcalde electo, Pabel Muñoz, dijo que, sin planificación, el Metro de Quito era como "un auto de fórmula uno con llantas de bicicleta".
Las autoridades municipales reconocieron que una de las causas fue la lentitud en la emisión de los boletos. "La impresión demoró hasta 50 segundos en la estación Quitumbe", reconoció el gerente de Operaciones, Roberto Custode.
El funcionario aceptó, además, que hubo falta de planificación en las taquillas, pues en los dos primeros días solo se abrieron dos de las 10 ventanillas disponibles en esa estación, que es una de las más grandes.
Estos inconvenientes fueron, mayormente, resueltos al tercer día. Pero persistieron dos problemas:
La lectura de los códigos QR. Hubo máquinas validadoras que no funcionan adecuadamente y eso hizo que los usuarios pierdan varios minutos intentando ingresar a la zona de andenes.
El segundo fue la compra anticipada de boletos. Custode dijo a PRIMICIAS que desde el 4 de mayo de 2023, los usuarios podrían comprar tickets válidos para cinco días, pero hasta la tarde del 5 de mayo eso no ocurrió.
PRIMICIAS recogió cinco testimonios de ciudadanos que apostaron por este sistema de transporte durante los primeros días de operación comercial.
"Me demoré lo mismo que en Ecovía"
Daniel Villón
- Los dos primeros días fueron un caos. Hubo muchas personas y la espera, solo para comprar un boleto, fue de hasta 45 minutos. Decidí viajar en Metro de Quito porque antes tomaba la Ecovía y me demoraba una hora y media. Los dos primeros días me demoré el mismo tiempo, pero ahora que está funcionando mejor espero ahorrar tiempo. Ojalá que no existan más inconvenientes porque los usuarios se pueden desanimar de este sistema de transporte.
"Por usar el metro me atrasé"
Elizabeth Aguilar
- El segundo día de operación tuvimos que esperar más de 30 minutos en la estación El Ejido porque nos dijeron que no había un tren para regresar al sur. Yo tenía que llegar rápido a la casa y me atrasé. Es necesario que las autoridades cumplan con los horarios para que los usuarios no tengamos problemas. Espero que las mejoras de los últimos días se mantengan.
"Llegué tarde al trabajo"
Luis Cargua
- Por la lentitud en la venta de los boletos me atrasé a mi trabajo. Al segundo día preferí viajar en bus como lo hacía siempre. Hoy (5 de mayo) regresé al Metro de Quito porque escuché que los problemas se habían solucionado. Además, me deja cerca de mi trabajo. Necesitamos que más trenes funcionen en las horas pico por la gran cantidad de personas que ha habido en estos primeros días.
"Deberían vender los boletos en Internet"
Édison Maliza
- El metro no debe funcionar con boletos porque las personas perdemos tiempo en comprar en las taquillas. Las autoridades deben buscar una solución. Creo que lo más lógico es que podamos comprar pasajes en Internet o pagar con tarjetas bancarias o con tarjetas como las que hay en otros metros del mundo. Ese sería un avance para que el servicio sea mucho mejor.
"La gente decidió entrar a la fuerza"
Carolina Saá
- Los usuarios tuvimos que soportar largas filas, empujones y malos ratos en los dos primeros días. La fila para comprar un boleto fue larguísima, la impresión también se demoró bastante y nadie daba soluciones. Por eso, las personas decidieron entrar a la fuerza. Desde el 4 de mayo hay mayor organización y agilidad. Si el servicio sigue de esta forma, el metro será una ayuda para los usuarios que nos movemos por toda la ciudad.
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