Dos médicos del IESS en Guayaquil agredidos en menos de cuatro meses
El atentado más reciente fue contra el director técnico del Hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS de Guayaquil. Gregorio Mateo detectó arreglos extraños en los contratos de compra de dispositivos médicos.
El director general del IESS, Ángel Loja, pidió a los médicos del Hospital Teodoro Maldonado Carbo que no dejen de denunciar los actos de corrupción.
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El 4 de julio de 2019 Alex Vivas, cirujano del hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Guayaquil, fue interceptado por un vehículo luego de dar una entrevista radial.
Uno de los sujetos se bajó del carro y lo amenazó con un revólver. Horas antes, Vivas había denunciado irregularidades en la compra de insumos y fármacos caducados.
El 31 de octubre de 2019, Gregorio Mateo, director técnico del Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTCM), recibió golpes y patadas en la cabeza al salir de su trabajo.
Tres días antes había expulsado del hospital a dos personas ajenas al departamento de compras.
Según la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), Mateo pidió los videos de vigilancia del hospital para identificar a los sujetos y denunciarlos ante la Fiscalía.
“Estas personas controlaban el proceso de compra de insumos, ordenaban los contratos y cuando el Director les preguntó qué hacían en el hospital salieron corriendo”, dice Ricardo Ramírez, presidente de la Comisión en Guayas.
Ahora Mateo se recupera de un edema cerebral y el martes 5 de noviembre recibió la visita del director general del IESS, Ángel Loja.
Loja expresó que seguirá la pista de la denuncia de Mateo sobre el direccionamiento de contratos en la compra de equipos y de dispositivos médicos.
“Tenemos instrucciones claras de luchar contra la corrupción en las 101 unidades médicas del IESS”, dijo Loja a un grupo de doctores.
A ellos también les pidió que no teman y que sigan denunciando manejos fraudulentos. Eso sí, les recordó que los “casos de corrupción denunciados hasta ahora son de administraciones anteriores”.
Por otra parte, a raíz de la visita de Loja, el IESS indicó que se solicitó la disponibilidad de todos los cargos de nivel jerárquico superior en el HTMC. Esto se hace con el fin de reorganizar las áreas administrativas.
Contratos en la mira
En el reporte de transparencia del hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) en 2018 constan 174 proveedores de dispositivos médicos, por un total de USD 99,4 millones. Los cinco contratos más altos en 2018 pertenecen a:
Entre estas cinco empresas, solo Coelmedin consta en la Superintendencia de Compañías. Su último reporte financiero es de 2016 e indica a los accionistas que las utilidades fueron de USD 1.000.
El resto de proveedores está registrado en el Servicio de Rentas Internas (SRI). En el caso de Paul Toapanta no pagó Impuesto a la Renta entre 2015 y 2017. Mientras que en 2018 canceló USD 40.000.
Además, un informe final de Contraloría, realizado entre enero y junio de 2018, indica que la gerencia del HTMC autorizó la compra de dispositivos médicos por USD 2,1 millones.
Para estas acciones no se solicitó "la confirmación del Comité Técnico de Dispositivos Médicos, por lo que no hubo un criterio técnico para fundamentar la selección, programación o adquisición", dice el reporte.
Por otra parte en 2018, el gasto en medicamentos fue USD 64,8 millones. Uno de los proveedores más recurrente es Judith Josefina Andrade Ochoa, que el año pasado facturó al Seguro Social USD 1,6 millones.
Pero Andrade también aparece en el informe final de Contraloría. Y se determina que uno de los contratos firmados con la proveedora tuvo sobreprecios por USD 119.000.
Además se detalla que la proveedora no justificó cómo y dónde adquirió los medicamentos para venderlos al Seguro Social.
En lo que va del año, el HTCM ha destinado más de USD 31,4 millones a la compra de dispositivos médicos y otros USD 20,4 millones en medicamentos.
Médico obligado a renunciar
Los atentados a los médicos Vivas y Mateo muestran, según Ramírez, cómo la corrupción aún opera al interior del hospital del IESS.
Pero hay otros casos que no son denunciados. Un médico, que prefiere el anonimato, cuenta que renunció al cargo en septiembre de este año.
Lo hizo porque se negó a firmar un documento de entrega de un equipo para su departamento. Según dijo, este dispositivo no era el que había pedido y además era más costoso.
“Le hemos indicado al presidente del Consejo directivo del IESS (Paúl Granda) que si suceden más atentados, ningún doctor se atreverá a denunciar”, sostiene Ramírez de la CNA.
Según Ramírez, el temor surge porque las personas que arreglaban los contratos al interior del hospital "son cercanos a un poderoso partido político del país”.
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