Conseguir medicinas en los hospitales públicos es una tarea frustrante
La declaratoria de emergencia al sector público de salud, realizada por el Ejecutivo, todavía no da los resultados que esperan pacientes y médicos. La escasez persiste.
Pacientes y sus familiares en las afueras del Hospital Eugenio Espejo de Quito, el 7 de julio de 2022.
Jonathan Machado / Primicias
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La mañana del miércoles 6 de julio de 2022, Héctor G, de 87 años, sufrió un accidente en el bus que le llevaba hasta su hogar, en el Valle de Los Chillos. El resultado del percance fue una vértebra rota y el inicio de una inútil búsqueda de atención estatal.
A pesar del dolor que sentía, su primer pensamiento no fue sobre los efectos que podría tener una lesión de ese tipo a su edad, sino en cuánto tendría que gastar en su atención médica, pues no es afiliado a la seguridad social.
Su esposa Carmen, quien estuvo cuando ocurrió el accidente, lo llevó al hospital público de Sangolquí. Los médicos que le atendieron le dijeron que tenía que hacerse una resonancia magnética para determinar la gravedad del accidente y de la lesión.
El problema: ese hospital no disponía del equipo necesario y debía buscar dónde hacérselo.
Médicos y familiares llamaron durante una hora a los hospitales Eugenio Espejo y Pablo Arturo Suárez, dos de los más importantes de Quito, pero la respuesta fue siempre que no hay turnos disponibles.
Héctor permaneció en la sala de emergencia del hospital de Sangolquí un día entero esperando una respuesta. Para que la lesión no se agrave, la pareja de adultos mayores pidió un préstamo de USD 400 para hacer la resonancia en un hospital privado.
Mientras ajusta la faja que le recetaron como tratamiento y que tuvo que comprar por su cuenta junto a todos los fármacos, el hombre repite con impotencia: "es humillante tener que llamar a hospitales del Estado a suplicar que te atiendan".
En el hospital público no recibió nada, salvo la atención médica. Ni una sola pastilla.
Andrea Pérez también se siente humillada en el sistema público de salud, pues debe acudir tres veces por semana al hospital Eugenio Espejo para recibir su tratamiento de hemodiálisis.
"Debemos traer desde guantes hasta paracetamol para combatir el malestar que produce la diálisis", pues en el hospital no hay nada, o al menos eso es lo que le dicen las personas que le atienden cada semana.
Pérez considera absurdo que los hospitales no tenga siguiera medicinas básicas. "¿Qué están haciendo con nuestros impuestos?", se lamenta.
La emergencia todavía no ofrece soluciones
En medio de las manifestaciones que paralizaron el país del 13 al 30 de junio, el presidente Guillermo Lasso declaró en emergencia al sistema de salud.
A través del Acuerdo Ministerial 00080, el Ministerio de Salud ratificó la medida y la exministra Ximena Garzón, detalló que la entidad dispondría de USD 80 millones para la compra de más de 600 tipos de medicamentos en un plazo máximo de 60 días.
El objetivo es abastecer de medicinas a los hospitales públicos que actualmente tienen un stock de apenas el 69%, aunque hay provincias en los que el panorama es peor. En Esmeraldas, Carchi, Sucumbíos e Imbabura (Zona 1), el abastecimiento es del 53%.
Mientras que la Zona 3 (Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza), que es donde mayor es la disponibilidad de medicamentos, apenas alcanza al 70%. El ofrecimiento del Gobierno es llegar al 90%.
Mercedes Almagro, presidenta de la Asociación de Médicos del Hospital Eugenio Espejo, dice que la emergencia declarada por el Gobierno todavía no da resultados. "Los procesos de compra se están acelerando, pero todavía hay escasez de medicinas y de insumos", dice.
En ese hospital no hay antibióticos, analgésicos ni medicamentos básicos como paracetamol.
"Los médicos tenemos angustia porque podemos ser demandados si pedimos a los familiares de los pacientes compren las medicinas", dice Almagro.
Un médico del Hospital Pablo Arturo Suález, que prefirió la reserva de su nombre, ratifica esas afirmaciones. "Hay días en los que hay medicinas e insumos básicos, pero otros en los que no tenemos nada".
Ante esa incertidumbre, muchos médicos prefieren pedir los insumos y medicinas a los pacientes para poderlos atender.
En una reciente entrevista con PRIMICIAS, el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, aseguró que esta vez la declaratoria de emergencia sí dará buenos resultados porque existen los recursos para comprar las medicinas.
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