La Mariscal clama por seguridad para poder reactivarse
En el sector de La Mariscal, los robos a personas, vehículos y viviendas se registran a diario. Decenas de locales abandonados son aprovechados para la venta de drogas. El Municipio trabaja en un plan de rescate.
Uno de los locales abandonados en La Mariscal, en el centro norte de Quito, el 28 de septiembre de 2023.
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Las calles oscuras y desoladas que aparecen a cada paso en La Mariscal retratan la difícil realidad que enfrenta este sector del centro norte de Quito, considerado -hasta hace algunos años- como uno de sus principales destinos turísticos.
Los robos a personas, vehículos, locales comerciales y a viviendas no cesan y, por el contrario, la Policía reconoce que este tipo de delitos se presentan día a día.
Cifras oficiales muestran que entre el 1 de enero y el 23 de septiembre de 2023 hubo 503 denuncias de personas que fueron víctimas de la delincuencia.
Esto quiere decir que en La Mariscal se registran 1,8 delitos diarios en promedio. Aunque este indicador podría ser mucho mayor, pues varias personas prefieren no llevar su caso a la justicia.
"Hemos pasado de 553 delitos entre el 1 de enero y el 22 de septiembre de 2022 a 503 en el mismo período de 2023", dice un policía que trabaja en el sector de La Mariscal y que prefiere no decir su nombre.
Sin embargo, los datos policiales detallan que los robos a personas y vehículos han aumentado en un 4% y 3%, respectivamente.
El administrador zonal de La Mariscal, Francisco Andrade, admite que la inseguridad está lejos de ser el único dolor de cabeza para los habitantes del sector.
La lenta reactivación económica y la alta presencia de bebedores callejeros complican aún más la actual situación de la zona, que ha alejado a la mayoría de los 5.000 turistas que la visitaban cada semana antes de la pandemia de Covid-19.
Microtráfico, inseguridad y locales vacíos
Son las 19:00 del sábado 30 de septiembre de 2023.
Los letreros de 'Se vende' y 'Se arrienda' aparecen a cada paso en las calles de La Mariscal.
En la Plaza Foch, que fuera el ícono de la zona rosa de Quito, apenas hay unas cuantas personas en busca de un lugar para divertirse.
La mayoría son vendedores ambulantes y 'enganchadores': personas que intentan convencer a los turistas para que ingresen a un bar, discoteca o restaurante a cambio de una comisión, que en muchos casos no llega a USD 10 diarios.
En la esquina de las calles Reina Victoria y Pinto aparece el único patrullero que a esa hora brinda seguridad en el lugar.
Los dos policías que están a bordo no alcanzan a ver que tres cuadras al norte, en la calle Lizardo García, una chica es agredida por quien parece ser su pareja. Tampoco se percatan de que en la calle Wilson un joven le vende drogas a un hombre de unos 45 años en un local abandonado.
El panorama es más desolador en las calles que se alejan de la Plaza. Pasadas las 19:00, la mayoría de locales cierran sus puertas.
Apenas se ven las lámparas encendidas de una tienda de antigüedades y de dos cafeterías.
"Antes venía mucha más gente, pero la delincuencia se ha tomado el sector y la Policía aparece esporádicamente", dice el propietario de un estacionamiento privado que luce semivacío.
Según Quito Turismo, en el sector de La Mariscal hay 1.335 establecimientos que operan actualmente. La mayoría son locales de alimentos y bebidas, y de alojamiento.
No obstante, ni Quito Turismo ni la Administración Zonal La Mariscal han contabilizado el número de locales comerciales que están vacíos.
Lo que se sabe es que 64 establecimientos dejaron funcionar entre el 1 de enero y el 28 de septiembre de 2023, según Quito Turismo.
Intentos por recuperar La Mariscal
La Administración Zonal La Mariscal trabaja en dos frentes para intentar reactivar este sector.
El primero apunta a la recuperación del espacio público a través de conciertos, festivales artísticos y la implementación de corredores seguros.
El administrador zonal, Francisco Andrade, dice que en los próximos días La Mariscal contará con dos corredores seguros sobre las avenidas Patria y Veintemilla.
"Los corredores seguros son espacios para que las personas puedan caminar con tranquilidad a cualquier hora del día. Sobre estas dos avenidas se mejorará la iluminación, habrá más presencia policial y la idea es que los negocios puedan trabajar durante todo el día para reactivar la zona", detalla el funcionario.
El otro eje apunta a que el Concejo Metropolitano apruebe un plan especial que tiene tres ejes:
- Seguridad
- Residencialidad
- Reactivación económica
Andrade recuerda que el 14 de septiembre el Municipio rehabilitó una de las Unidades de Policía Comunitaria del sector y entregó 50 camionetas y 88 motocicletas a la Policía Nacional para reforzar los patrullajes en el sector y en toda la ciudad.
Sin embargo, Susana Montero, presidenta de uno de los seis comités de seguridad ciudadanos que hay en La Marsical, pide que también se readecúe la UPC que está abandonada en la calle Wilson, pues "es necesario tener más control en el sector".
Con relación a la reactivación económica, Andrade dice que el Municipio ha logrado agilizar la entrega de licencias de funcionamiento a propietarios de establecimientos comerciales, a través de una ordenanza municipal que fue aprobada en abril de 2023.
"Desde abril hemos entregado 1.830 licencias. La recuperación es un poco lenta, pues algunos empresarios han optado por llevar sus negocios a otros sectores de la ciudad", se lamenta Andrade.
Y asegura que el plan está listo para que sea aprobado, pero es el alcalde Pabel Muñoz quien debe ponerlo en el orden del día para que sea tratado en el Concejo Metropolitano.
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