El combate a la inseguridad en el Centro Histórico empieza regulando a los informales
La Policía Metropolitana realizó operativos en La Marín
Jonathan Machado / Primicias
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La avenida Pichincha, ubicada en el popular barrio de La Marín (Centro Histórico de Quito), amaneció con una calma inusual el martes 3 de septiembre de 2019. No había gritos de vendedores informales, la circulación vehicular era fluida y los peatones encontraron las veredas libres para caminar.
Esa inusual tranquilidad empezó a consolidarse desde las 03:00 cuando 135 policías nacionales, junto a 90 agentes metropolitanos y 22 funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), se adueñaron de la zona.
Su objetivo: evitar que los comerciantes sigan apropiándose de esta avenida que atraviesa el centro de la capital y que tiene su punto más conflictivo en La Marín por el elevado número de comerciantes informales.
Según Estefanía Grunauer, supervisora de la AMC, más de 2.000 vendedores informales han abarrotado el Centro Histórico capitalino con ventas de ropa, artículos de aseo, comida y hasta de mascotas.
La funcionaria dice que se han realizado alrededor de 1.500 "exhortos" en el sector, con los que se ha informado a los comerciantes acerca de lo que implica el mal uso del espacio público.
Esto significa que, por ejemplo, para comercializar algún producto en la vía pública, las personas deben contar con la Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económicas (LUAE).
Si las personas no cumplen con ese requisito, el Código Metropolitano las sanciona con USD 197, es decir, 50% de un salario básico unificado.
Durante el operativo, las autoridades sancionaron a 250 personas que no contaban con el referido permiso. Además de la multa económica, el Código Metropolitano permite la retención de la mercadería.
Para recuperarla, los infractores deben pagar la multa estipulada en el Código Metropolitano.
Imelda Cadena ha vendido jugos en la calle durante 50 años. En 2013 obtuvo la licencia que le permite vender sus productos sobre la avenida Pichincha.
Ella dice que los operativos deben realizarse con más frecuencia, con el objetivo de que los índ ices de inseguridad disminuyan en el sector porque todos los días hay robos y venta de droga.
Operativos constantes
A las 10:30 otro grupo de policías nacionales y metropolitanos, encabezados por Sandy Campaña, administradora de la Zona Centro, llegó a la avenida Pichincha para continuar con el operativo.
Esta vez hubo dos objetivos. El primero tuvo que ver con mantener el orden que se logró en horas de la madrugada, mientras que el segundo fue entregar las acreditaciones a los comerciantes más antiguos que han trabajado en el sector para que estén regulados.
Mientras Campaña entregaba las 30 identificaciones, junto a una veintena de policías metropolitanos, también verificaba incumplimientos de los propietarios de los locales comerciales.
Los más comunes: parlantes en la vía pública con música a todo volumen y mercadería fuera del espacio asignado.
Galo Tonato tiene un quiosco de venta de dulces. Dice estar de acuerdo con los operativos de control para que el sector ya no sea catalogado como uno de los más inseguros de la capital.
Euclides Mantilla, secretario de Seguridad del Municipio de Quito, dice que en La Marín se planificaron tres fases: en la primera se hicieron exhortos desde de julio; en la segunda se realizó la recuperación del espacio público; mientras que la tercera corresponderá a controles permanentes.
Es por eso que la Policía Metropolitana colocó vallas sobre la avenida Pichincha, que permanecerán 15 días, con lo que se espera erradicar las ventas informales y mejorar la seguridad en el lugar.
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