Vía Jujan-Babahoyo: La carretera “anfibia” de Los Ríos alcanza inundaciones récord
Cada año, tres tramos de la estatal E25 permanecen inundados por semanas. Las inundaciones generan ingresos para grúas, ayudantes y buceadores, mientras que la construcción de una vía alterna enfrenta dificultades.
Fidel Duarte bucea en los flancos de la vía Jujan-Babahoyo, buscando las placas vehiculares desprendidas por la corriente, este 1 de marzo de 2024.
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Las grúas pasan en sus plataformas a los autos pequeños, que temen quedarse “ahogados” en la inundación. Lugareños empujan vehículos a cambio de dinero, avisan de baches a los conductores o bucean placas en los flancos de la vía Jujan-Babahoyo, en Los Ríos.
Incluso pequeños peces recorren las cunetas y parte de la propia carretera. En un corte de unos tres kilómetros, en la entrada a La Carmela (kilómetro 56), tres tramos de entre 150 y 400 metros permanecen inundados durante semanas, en cada etapa lluviosa.
Las inundaciones se han venido agravando en el último año. Y la vía alcanzó inundaciones récord de más de 80 centímetros de agua sobre la carpeta asfáltica, cuando lo habitual era un máximo de 40 a 50 centímetros, de acuerdo con datos de la Prefectura de Los Ríos.
También se han extendido por más tiempo las inundaciones, que pasaron de días, a semanas y meses. En 2023 se extendieron por un mes de forma ininterrumpida, mientras que este año, el problema persiste desde hace tres semanas.
La Prefectura inició la construcción de una vía alterna, que completa el 20% de avance.
Pero se trata de un proyecto que enfrenta escollos por las propias lluvias y por una camaronera que ganó una acción de protección. Eso ha frenado el avance de la variante que busca bordear el cantón Alfredo Baquerizo Moreno (Jujan), en Guayas.
Ocupaciones en la inundación
John Morales, conductor de una grúa con plataforma, dice que tiene casi un mes trabajando en el sector. Unas 15 grúas embarcan a los autos y los trasladan por tres kilómetros de tramos inundados, por USD 10. Cada grúa puede pasar entre 15 y 20 carros por día, dijo.
Mientras que grupos de cuatro hombres empujan autos livianos apagados por USD 5, en promedio. También sacan de la zona a los carros que se quedan averiados.
Además, están quienes a cambio de monedas se colocan con el agua arriba de la rodilla en la carretera para advertir a los conductores de baches profundos en la vía.
Entre ellos está David Murillo, de 38 años, que habitualmente trabaja como jornalero en el sector agrícola. “Todo está a pique en la zona, inundado, muchos animales se han perdido. Vengo a ganarme el jornal, que es de (USD) 15 hasta mediodía”.
En la carretera suele permanecer toda la mañana, hasta las 14:00, para recolectar los mismos USD 15. Conductores de buses y camionetas le dejan monedas.
Exequiel Díaz, de 28 años, bucea con una careta las placas vehiculares que se desprenden con la corriente y terminan en los flancos de la carretera. Él trabaja habitualmente también como jornalero o mototaxista. Y por las placas recuperadas piden una recompensa de hasta USD 15.
En La Carmela, a un lado de una empacadora de camarones hay un canal de aguas lluvias al lado de la vía que alcanza seis metros de profundidad. Allí se bucean las “persianas” o las defensas frontales de autos que se desprenden, incluso con sus “vinchas completas”.
Estas partes de carrocería automotriz tienen un costo de hasta USD 250 en el mercado, pero a los "buzos" les representa unos USD 30.
Advertencias y vías alternas
El viernes 1 de marzo de 2024 el nivel del agua sobre la carretera estatal fluctuó entre 20 y 30 centímetros, según la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Agentes permanecen 24 horas en el sector para advertir a los conductores sobre el nivel de las aguas.
Con hasta 30 centímetros, las camionetas pasan sin problemas, pero a los autos se les recomienda pasar en grúa o con el vehículo apagado (empujado).
Las ondulaciones que provocan el paso de los vehículos pesados pueden mojar y provocar averías en el motor, indicó Tyron Reyes, agente de la CTE. Hay personal de la Prefectura con carteles que recomiendan reducir la velocidad.
Cuando el nivel del agua bordea sus valores máximos (hasta 85 centímetros) se cierra el tránsito a livianos y se derivan los vehículos a vías alternas.
Entre las vías alternas están los tramos viales:
- Pueblo Nuevo-Simón Bolívar.
- Baba-Samborondón-Guayaquil.
- Baba-Salitre-Guayaquil.
En la vía Jujan-Babahoyo decenas de negocios y viviendas se ven también afectados. Los habitantes tienen que salir en canoas o se ven obligados a meterse a las aguas estancadas.
Hitalo Coloma cuenta con un puesto de venta de fritada (El Chancho Feliz) en el sector más crítico de las inundaciones y dice que durante los meses de lluvia sus ingresos se ven mermados. También exhibe placas vehiculares recuperadas de la vía.
“Esto se ha vuelto crítico, se requiere un levantamiento de la vía. No estamos de acuerdo con un paso lateral, porque eso mataría nuestros negocios”, dijo.
“Es preferible levantar 30 centímetros en estos tres kilómetros, que hacer una nueva carretera de 10”, añadió Coloma. "Nos preocupa que el año pasado esto se inundó en marzo y ahora empezó mucho antes, casi todo febrero con inundaciones".
“El agua llegaba máximo a 40 centímetros en la vía, ahora llega a 85, entonces la situación es caótica”.
Johnny Terán, prefecto de Los Ríos.
Las dificultades de una vía alterna
El prefecto de Los Ríos, Johnny Terán, coincide en que la situación de la estatal E25, la principal conexión entre Guayaquil y Quito, es crítica. Asegura que un 40% de la carga exportable que sale por los puertos de Guayaquil y Posorja pasa por esa carretera.
El problema no solo son las inundaciones, sino la reducción de cuatro a dos carriles que sufre la vía al pasar por el centro urbano de Jujan, lo que genera congestionamientos.
De acuerdo con el prefecto, se trata de una vía abandonada, afectada por procesos fallidos de concesión. En su momento, en el gobierno de Guillermo Lasso traspasó la competencia de la vía Buena Fe–Babahoyo–Jujan (128,8 kilómetros) a la Prefectura de Los Ríos.
Pero días después, el presidente Daniel Noboa -quien visitó el pasado jueves la zona inundada de Los Ríos- revirtió el decreto.
El prefecto destaca la importancia de zanjar diferencias entre la Prefectura y el Ministerio de Obras Públicas para atraer inversiones y abordar la urgente situación.
Terán asegura que debido al cambio climático y a la construcción de una camaronera de 300 hectáreas desde 2021, las inundaciones se agravaron en la vía Jujan-Babahoyo. La empresa construyó muros de hasta cinco metros y limitó el drenaje de las aguas, explicó.
La Prefectura inició a finales de 2022 la construcción de una vía alterna o paso lateral de 10 kilómetros para bordear Jujan. El avance es del 20%, pero el proyecto enfrenta complicaciones por el misma empresa camaronera, que obtuvo una acción de protección a su favor.
Se trata de una empresa que, según el prefecto, construyó sin permisos ni licencia ambiental. El caso llegó a la Corte. “Estamos seguros de que la Corte Constitucional nos va a dar la razón, no puede prevalecer el interés de una empresa sobre los del país”, añadió Terán.
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