José Ayala Lasso: Quito es libertad y esa sonrisa que alivia las penas
Una mujer sonríe mientras vende rosas en el mercado América, en el centro de Quito, el 11 de abril de 2014.
Paúl Salazar
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Quito cumple 486 años de Fundación. A lo largo del tiempo, la ciudad se ha caracterizado por mantener sus tradiciones, a pesar de los cambios que se producen a su alrededor.
Algunos dirán que es una forma de conservadurismo, otros que eso la convierte en la joya única, en el Patrimonio de la Humanidad que es. En todo caso, nadie puede ser indiferente a su belleza.
El excanciller de la República, José Ayala Lasso, resalta a Quito como una ciudad que abre las puertas a todos, lo cual es un motivo de orgullo, y también nos habla del humor que aligera los padecimientos del quiteño.
Ayala Lasso es coautor del libro 'Qviteños', publicado en diciembre de 2020 por la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), en el que el fotógrafo Paúl Salazar Urgilez recoge parte de la vida diaria y de la identidad de la ciudad.
¿Cuándo fue la última demostración de la famosa rebeldía quiteña?
Este espíritu ha sido demostrado permanentemente. Quito no ha aceptado los abusos de quienes han querido ser dictadores y ha puesto fin a esos gobiernos. Esto no significa que esté bien acabar con los gobiernos electos democráticamente, pero es peor ser indiferentes ante las injusticias.
¿Sigue siendo una ciudad conservadora?
En cierto sentido sí porque sus valores culturales aún se relacionan con la época colonial y republicana. Quito aún guarda ese espíritu de conservación y de respeto a la historia. Podemos decir que la ciudad es conservadora, en ese sentido.
¿Existe una identidad quiteña?
Claro que existe. La identidad quiteña es el resultado de la construcción de su esencia a través de la historia. Y esta esencia se expresa en la rebeldía que tiene la ciudad ante las injusticias y la opresión.
Lamentablemente, esa manifestación de fuerza se ha perdido en los últimos años. Hemos caído en el letargo de las malas administraciones y de la politiquería barata, que no ve la necesidad de cultivar el orgullo de la quiteñidad.
¿Los inmigrantes han cambiado la identidad de la ciudad?
El siglo XXI se caracteriza porque el tema migratorio toma una dimensión muy grande. Los malos gobiernos, la pobreza y las guerras civiles impulsan a la gente que ha perdido la esperanza a buscar nuevos caminos.
En Ecuador, este problema se ve reflejado en la migración venezolana. Los quiteños, en su mayoría, han acogido con amabilidad a los inmigrantes y los han convertido en parte de la ciudad porque son personas que llegan para buscar una mejor calidad de vida.
Los quiteños deben estar contentos de pertenecer a una ciudad que es capaz de abrir sus puertas a todos.
¿Con la inmigración interna y externa se puede hablar todavía de quiteños?
Sin duda que hay quiteños que tienen ascendencia desde la Fundación. Pero no hay que olvidar que quiteños son todos quienes viven en la ciudad.
No podemos hablar de quiteñidad si únicamente nos referimos a las personas que nacieron en Quito. Esta ciudad, históricamente, ha acogido a personas de otras provincias que han enriquecido su historia y su cultura.
¿Cuáles son las características que identifican a los quiteños?
Los quiteños aman la libertad y esa una de sus principales características. El sentido lúdico de la vida también es parte fundamental de los quiteños. Lo que llamamos la 'sal quiteña'.
Se trata de la capacidad de ver las cosas con esa sonrisa que hace relativas las penas. Los quiteños, además, son melancólicos y eso se expresa, por ejemplo, en la música andina, que es parte de nuestra cotidianidad.
¿Cuáles son los grandes símbolos de la ciudad?
Uno de los más importantes es el escudo. Un símbolo de fortaleza y de vigor que encierra el espíritu de la ciudad.
La Virgen de El Panecillo y el Itchimbía guardan muchas claves que son parte de nuestra historia Estar ubicada en el centro del mundo la ha convertido en un símbolo preciado. Es parte del alma de Quito.
¿Cómo es Quito sin toros?
La feria de toros Quito tuvo una gran capacidad de convocatoria, tanto así que llegaban turistas de varias partes del mundo. Sin duda, esta fiesta era un aporte para el turismo y para la economía.
Por otro lado, no podemos desconocer que es un evento con un grado de salvajismo evidente que va contra el espíritu humano que busca evitar la crueldad innecesaria.
Pienso que debería haber una manera de conciliar esas dos posiciones.
¿Quito tiene políticos de proyección nacional?
La formación de nuevos políticos ha sufrido un quebranto. Pero este fenómeno no ocurre solo en Quito; es una crisis mundial. Hay líderes con proyección nacional que se pierden en un mar de políticos y de candidatos que buscan gobernar la ciudad y el país, sin responder a las necesidades de la ciudadanía.
Quito es la capital y consciente o inconscientemente y todo el país mira lo que pasa en ella. Es por eso que debe dar ejemplo en la formación de nuevos líderes políticos.
¿Quito era una ciudad de clase media, ahora qué pasa con la desigualdad?
La desigualdad existirá siempre por razones propias de la naturaleza humana. Por lo que debemos luchar es porque todas las personas tengan igualdad de derechos y las mismas oportunidades para buscar un mejor futuro.
Las fotografías publicadas en este artículo son parte del libro 'Qviteños' del fotógrafo Paúl Salazar Urgilez.
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