Invierno colapsa Guayaquil y eleva casos de leptospirosis en Durán
En la urbanización Beata Mercedes Molina, al norte de Guayaquil, el colapso de un muro convirtió una escalinata en un correntoso rio y afectó a 62 familias. En Durán, el invierno y la insalubridad dejan a 16 menores de edad con leptospirosis
Las lluvias torrenciales provocaron el colapso de un muro y convirtieron en un río una peatonal, inundando 62 viviendas en la Beata Mercedes Molina, al norte de Guayaquil.
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Como viven en una colina, en la urbanización Beata Mercedes Molina, al norte de Guayaquil, nunca imaginaron ver sus casas inundadas por el invierno.
Las escalinatas de acceso peatonal al bloque 6 se convirtieron en un río correntoso tras las lluvias de la madrugada del 23 de marzo.
El colapso de un muro en lo más alto del cerro convirtió a la peatonal en canal improvisado de desagüe de lluvias, arrasando todo a su paso.
El agua ingresó a las casas provocando daños en enseres, muebles y electrodomésticos de 62 familias, que aún permanecen incrédulos ante lo ocurrido.
Mientras que un cóctel de lluvias, mala disposición de basura, proliferación de ratas y mascotas callejeras tienen al vecino cantón Durán en emergencia sanitaria.
Los casos de leptospirosis aumentaron de 16, a inicios de marzo, a 51 hasta el 24 de marzo. La situación se agrava ante el estancamiento constante de aguas en las calles y la falta de obras de saneamiento. Entre los afectados hay 16 menores de edad.
Angustia por el invierno
En la Beata Mercedes Molina la presión del agua rompió cinco metros de un muro perimetral en lo alto del bloque 6. Y abrió un gran boquete que desató la emergencia.
Toda el agua del cerro terminó drenando por el callejón peatonal. De hecho, la urbanización colinda con una granja en un asentamiento irregular de la cooperativa San Francisco 2.
Mayra Toala, de 41 años, vive a dos casas del colapso de la pared y describió lo sucedido como una catástrofe.
"No podía creer la fuerza de la corriente que bajaba por las escalinatas. Mi hijo me gritaba 'mami, no me quiero morir'”.
Mayra Toala, vecina de la urbanización Beata Mercedes Molina.
Tres gatos murieron arrastrados por la inusitada corriente. “Los gritos de los vecinos me despertaron cerca de las 03:30 y no daba crédito a lo que estaba pasando”, contó Toala, que vive en el lugar hace 10 años con sus tres hijos.
A pesar de la limpieza, su casa tiene malos olores y "las paredes absorbieron humedad".
Lluvias dejan pérdidas
El agua ingresó a las viviendas y la presión tumbó el propio enrejado de acceso al bloque. Además, arrastró a la calle motocicletas parqueadas en la entrada.
Vecinos cuentan que debido al invierno muchos ni siquiera podían abrir las puertas de sus casas y se refugiaron en pisos altos.
En una de las viviendas, la corriente destruyó la puerta y arrastró incluso comida y sacos de arroz a la calle.
“Perdí un juego de muebles completo, que terminó destruido. Tuve que recoger las patas del comedor abajo, en la avenida”, dijo Katiuska Bastidas, de 43 años.
También reportó el daño de dos computadoras. Y, como la mayoría de sus vecinos, ella perdió refrigeradora y cocina. Nadie tuvo tiempo de poner a salvo los enseres.
Vecinos sin respuestas
Bastidas se quejó por la ausencia de una brigada municipal en el lugar. Hasta la mañana del 24 de marzo, más de 24 horas después del colapso e inundación, solo llegó al lugar un técnico del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).
“Lo único que nos dijeron es que tenemos que tramitar ayuda técnica ante el Municipio y la Gobernación”, dijo la mujer.
“Pero el invierno continúa y seguimos en riesgo", agregó. Los moradores organizaron una colecta para tratar de reforzar el muro colapsado.
La Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) reportó que las lluvias del 23 de marzo provocaron tres colapsos estructurales en la ciudad.
Además dos deslizamientos de tierra, 37 calles inundadas, 20 emergencias médicas, entre otros estragos.
La entidad informó que equipos de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) tenían previsto realizar visitas técnicas en los tres colapsos, el 24 de marzo.
También se reportaron daños estructurales en otros dos lugares. El primero de ellos en Lomas de Urdesa (norte) y otro en Monte Sinaí, en la cooperativa María Paydal (noroeste), donde el invierno ha causado problemas en calles y viviendas.
Leptospirosis en Durán
En tanto, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal de Durán oficializó el 24 de marzo la declaratoria de emergencia sanitaria por 30 días en el cantón.
La emergencia incluye también al saneamiento y a la potabilización de agua. El objetivo es responder al incremento de casos de leptospirosis en la localidad, vecina a Guayaquil.
Jaime Ruiz, director de Salud Municipal de Durán, atribuyó la epidemia al incremento de roedores y al contacto de animales domésticos y personas con la orina de ratas y ratones.
Las inundaciones y las lluvias agravan el problema, pues la orina de animales infectados se disuelve en las aguas estancadas y entra en contacto con la población, dijo.
Así se transmite la enfermedad, por contacto en la piel o por consumo de agua contaminada de reservorios.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) identificó 51 casos de leptospirosis en todo el cantón Durán. Pero en el casco urbano, el municipio contabiliza 36, tras el recrudecimiento del invierno en el Litoral.
La mayoría de los casos está en la ciudadela El Recreo, donde residen unas 100.000 personas. En la primera etapa del barrio se reportan seis casos; en la tercera etapa, cinco; en la cuarta, siete; y en la quinta, otros cinco infectados por la enfermedad bacteriana.
La leptospirosis produce fiebre, escalofríos, dolores de cabeza, musculares y abdominales, además de vómito, diarrea y coloración amarilla en ojos y piel.
La infección ataca sobre todo a los riñones. Y los antibióticos se encargan de combatir la infección. Pero se recomienda acudir al médico ante los primeros síntomas. La falta de tratamiento puede causar daños en el riñón y el hígado, o incluso la muerte.
Basura y agua en las esquinas
Las esquinas de El Recreo lucen gran parte del día llenas de basura. La mala disposición de desechos no solo provoca la proliferación de roedores. También es el punto de contagio de animales domésticos y callejeros que hurgan en las fundas y se infectan.
El agua estancada en cunetas, en el pavimento o en calles sin asfaltar es otro de los problemas. Entre los infectados hay 16 menores de edad, informó la Municipalidad.
Seis de los pacientes tienen entre 15 y 18 años; ocho de los infectados están entre los 10 y 14 años; y dos de ellos entre los 5 y 9 años.
Richard Reyes, vecino de la primera etapa de El Recreo, dice que se trata de un problema cultural. El recolector pasa a las 07:00, 11:00 y 21:00, pero las esquinas están llenas de basura todo el día.
“El carro de la basura pasa tres veces al día, pero la gente se ha acostumbrado a sacar los desechos fuera de horario”.
Richard Reyes, vecino de El Recreo, en Durán.
El director de salud municipal reconoce que existen problemas históricos con la provisión de agua potable y obras de saneamiento. Pero también apunta a la insalubridad en las calles.
“El municipio cumple con la recolección, pero los moradores sacan la basura a cualquier hora y eso provoca proliferación de ratas”, manifestó Ruiz.
La emergencia sanitaria busca acelerar procesos de contratación de las direcciones municipales, “antes de que se registre la muerte de un paciente” infectado.
Las autoridades prevén que la compra de raticidas tome una semana para el inicio de la campaña de desratización, mientras que las campañas de educación son permanentes, según la Municipio.
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