La inseguridad, el reclamo recurrente de los cuencanos a sus autoridades
Los ciudadanos empiezan a cambiar rutinas, a reforzar la seguridad de viviendas y negocios, así como a responder por su cuenta cuando atrapan a un sospechoso.
En barrios de Cuenca, como El Cebollar, los vecinos colocan advertencias para los delincuentes.
Xavier Caivinagua
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La seguridad es el reclamo constante de los cuencanos desde hace meses. Esta ciudad -considerada tranquila- se empieza a acostumbrar a los reportes de crímenes y asaltos con gran despliegue de logística y armamento.
Pero los cuencanos se resisten a naturalizar eso. El debate sobre la inseguridad está en los medios y redes sociales, además de los actos con autoridades, donde el reclamo aparece, a veces, con cordialidad y, a veces, de manera enérgica.
Esa inseguridad incluye robos y asaltos a condominios y viviendas ubicadas en zonas consideradas seguras, además de asaltos a negocios, a vehículos y también a transeúntes en zonas comerciales. Sin contar con los crímenes violentos.
Entre enero y agosto de 2022, el Ministerio del Interior reportó 1.239 robos en Cuenca, un 13% más que en el mismo periodo de 2021.
Los ciudadanos empezaron a cambiar sus rutinas, a reforzar la seguridad de viviendas y negocios, así como a responder por su cuenta cuando sorprenden a algún delincuente.
En septiembre, en al menos cuatro ocasiones, los vecinos salieron a poner freno a la delincuencia:
La noche del jueves 22 de septiembre, un grupo de indignados vecinos retuvo a una persona que intentó robar en el sector El Cisne, de la parroquia Turi.
“La próxima que les agarremos, les quemamos”, gritaba la muchedumbre mientras esperaba la llegada de la Policía. Su malestar aumentó porque la Policía ignoró la alarma comunitaria.
El sábado 10 de septiembre, cinco delincuentes ingresaron al convento de las Corredentoras, en el sector de la Feria Libre (sur de Cuenca). Las religiosas atraparon a dos de ellos y los vecinos del sector les dieron un fuerte escarmiento, antes de entregarlos a la Policía.
Las religiosas cotizaron una nueva cerca eléctrica, puertas y más cámaras de vigilancia, cuenta la directora de la congregación, Nube Crespo.
El domingo 11 de septiembre una banda de 12 delincuentes ingresó a robar en una exclusiva urbanización de Challuabamba (norte de Cuenca). Atracaron dos viviendas, amordazaron a los propietarios y se llevaron joyas y celulares.
Cuando intentaban ingresar a otra casa, uno de los vecinos ahuyentó a los ladrones con disparos al aire. Los moradores advirtieron que si vuelven a descubrir a delincuentes en sus propiedades, "harán justicia por su cuenta".
Unos días después, en el barrio Medio Ejido, un grupo de ciudadanos golpeó a un presunto asaltante que estaba en el lugar amedrentando a las personas. Ni la intervención de un policía pudo evitar la paliza.
Los robos a domicilios son los que más preocupan
Los que más preocupan son los robos a domicilios. “No por la cantidad, sino por la forma en cómo se llevan a cabo”, admite el gobernador de Azuay, Matías Abad.
Desde mayo hasta mediados de septiembre han ocurrido al menos una docena de robos a viviendas en los que actúan bandas organizadas y con un despliegue logístico inusual. Estudian a sus víctimas, tienen claros sus objetivos, van armados y cometen varios atracos similares en la zona antes de desaparecer.
Este tipo de robos empezaron en los sectores residenciales de Challuabamba y Puertas del Sol en mayo pasado. Se han extendido a otros sitios como la avenida Ordóñez Lasso, Vista Linda y Misicata. Todos barrios residenciales con urbanizaciones y condominios.
En la urbanización donde vive Juan Astudillo, en el sector Vista Linda, los delincuentes han llegado en dos ocasiones. La primera vez fue en junio.
“Averiguaron los horarios de la gente y el cambio de hora del guardia. Llegaron en un vehículo sin placas, parecido al de un vecino”, detalla. Esa vez se llevaron dinero, joyas y objetos valiosos de dos viviendas.
Ante eso reforzaron la seguridad, cambiaron de guardias y multiplicaron los controles. Eso impidió que el sábado 17 de septiembre los asaltantes ingresen otra vez.
Tras el frustrado intento, los pillos ingresaron a otra urbanización de la zona. Permanecieron ahí menos de una hora y robaron en cuatro casas.
“El nivel de inseguridad es preocupante. Ya no te sientes tranquilo, parece que hay personas detrás de ti, comienzas a desconfiar de la gente, incluso de la que usualmente ves”, se lamenta Astudillo.
“Son formas a las que no hemos estado acostumbrados y sobre eso tenemos que actuar”, añadió el gobernador Abad, a quien los líderes barriales y de otros sectores sociales exigen respuestas.
Planes de acción de Gobernación y Municipio
Según Abad, en una última reunión con la Policía, se establecieron responsabilidades y plazos para desarticular a las bandas dedicadas a los diferentes tipos de robos. “Se está actuando desde los frentes de prevención, reacción e investigación, para desarticular esas bandas".
La Gobernación las líneas de acción son contra la delincuencia son:
- Reforzar los patrullajes.
- Intensificar los controles.
- Ejecutar operativos de control de armas, municiones y explosivos.
La Municipalidad de Cuenca también tiene un plan de seguridad, que consiste en:
- Más patrullajes de la policía municipal.
- Entrega de equipos y vehículos para la Policía Nacional.
- Dotación de insumos como alarmas comunitarias y cámaras de seguridad.
- Capacitación en prevención y seguridad a los barrios.
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