El blindaje de autos se dispara en Ecuador ante ola delictiva
El costo de un blindaje de protección completa va desde los USD 20.000 y USD 22.000. En Guayaquil, 16 empresas brindan el servicio.
Los talleres de Lumenia en Guayaquil lucen llenos y los cupos para el servicio de blindaje están copados para los siguientes dos meses.
Alexander García / PRIMICIAS
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La demanda por el blindaje de autos es tal que cadenas dedicadas a la venta de llantas, de accesorios o de láminas de seguridad incursionaron en el negocio. En Guayaquil, 16 empresas blindan vehículos en medio de un creciente interés debido a la inseguridad.
Los talleres registran hasta tres veces más clientes por la ola delictiva y criminal que azota al Puerto Principal, una de las 24 ciudades más violentas del mundo. De hecho, negocios reportan clientela en listas de espera para los siguientes dos meses.
El costo de un blindaje de protección completa va de USD 20.000 y USD 22 000. Pero existen opciones de protección de menor nivel, más baratas en el mercado.
Las empresas más grandes apuntan a una falta una regulación, tanto para ejercer control sobre quién puede (o no) acceder al servicio, como para garantizar niveles de calidad mínima del blindaje.
Nuevos talleres
La empresa Blingard cuenta con ocho años de experiencia en Guayaquil. Tenían un solo local al norte de la ciudad, pero con el aumento de los requerimientos de blindaje tuvieron que abrir un segundo taller a inicios de 2022.
Imrgard Eggeling, de Blingard, indicó que la demanda por el servicio se duplicó desde comienzos del año pasado y ha venido creciendo con el paso de los meses. Con el aumento de la percepción de inseguridad han llegado más clientes, explicó.
"Las multinacionales y grandes corporaciones están entre nuestra principal clientela. También medianos y pequeños empresarios que buscan protegerse”.
Imrgard Eggeling, socia de Blingard
Además, ahora también se blindan vehículos livianos -dijo- en un mercado anteriormente casi exclusivo para todoterrenos y camionetas.
En Blingard, el blindaje completo de máxima protección parte desde USD 20.000. Pero también se ofrecen opciones desde USD 13.000 en un servicio que se concentra en proteger puertas y ventanas de los vehículos.
En los talleres de blindaje, los vehículos son desarmados y toda la carrocería es cubierta con capas de tejido antibalas, Kevlar, en un proceso que tarda en promedio un mes.
Los vidrios de seis milímetros se reemplazan por pesados cristales blindados de entre 16, 18 y 24 milímetros. También las llantas se blindan contra disparos.
Falta de regulación
Michael Ávila fundó hace 27 años una de las primeras empresas de blindaje automotriz del país (Blindcorp) y luego trabajó por 17 años para una empresa de transporte de valores. Hace año y medio dirige la división balística de Lumenia.
“Tenemos unas 16 empresas de blindaje en Guayaquil y vienen más en camino, debido a la altísima demanda”, explicó Ávila.
“Si una de estas blindadoras hace lo incorrecto, pone en riesgo la visión y percepción general del producto. El desprestigio puede ser general”, aseguró.
El socio de Lumenia Ballistics dice que no solo es necesaria una regulación por calidad. También por cuestiones de seguridad, para garantizar que no se está blindando vehículos a personas dedicadas a las actividades ilícitas.
La firma de un contrato y exigir que las transacciones se hagan a través del sistema bancario (sin pagos en efectivo) son algunos de los filtros que ponen las empresas.
“En Colombia usted no puede blindar un carro sin un permiso que le da el Gobierno por medio de la Policía. En Ecuador no hay estos controles”.
Michael Ávila, socio de Lumenia Ballistics
La Unidad Nacional de Control de Seguridad Privada y Control de Armas Letales y No Letales (COSP) de la Policía Nacional certifica a los blindados de las empresas de transporte de valores. En blindaje privado no existen estos controles.
En lista de espera
Lumenia tiene en sus talleres una veintena de vehículos en diferentes fases del proceso de blindaje. Pero hay una la lista de espera está copada para los siguientes dos meses. Allí, la demanda se disparó hace ocho meses.
El 95% del mercado busca protegerse contra disparos de armas cortas, revólveres y pistolas, subametralladoras y escopeta. El costo del blindaje de nivel dos de Lumenia fluctúa entre USD 14.000 y USD 19.000, con protección para toda la carrocería.
Mientras que el nivel tres, con mayor capacidad balística y blindaje completo, el costo se ubica entre USD 22.000 y USD 29.000, dependiendo del vehículo. Además del kevlar, se protege la carrocería con láminas cruzadas de acero lo que protege también contra siniestros.
Unos 20.000 vehículos blindados circulan en Guayaquil, mientras que a escala nacional hay unos 50.000, estiman las empresas.
No todos los clientes que blindan sus vehículos reportan el cambio de utilitario a blindado ante la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Aunque las aseguradoras sí exigen ese trámite y un certificado de blindaje para cubrir y aumentar las pólizas, explica Ávila.
“Hasta hace 10 años se blindaba el 90% de vehículos nuevos y el 10% tenía pocos años de uso. Ahora la relación es 50-50”, puntualiza.
Crece la demanda
Otra empresa que brinda este servicio en Guayaquil es Armor International. Su representante, Mercedes Fuentes, dice que la demanda ha crecido exponencialmente en 2023.
“En los cuatro primeros meses del año ya hemos blindado 30 vehículos, mientras que en 2022 fueron 16”.
Mercedes Fuentes.
Fuentes agrega que el servicio no se limita a quienes tienen altos ingresos económicos, sino que se ha extendido a todos los estratos sociales.
“Nuestros clientes son ejecutivos, exportadores, gerentes bancarios, pero también panaderos o personas que viajan por el país”, detalla.
Con relación al precio, Fuentes explica que el blindaje oscila entre USD 22.000 y USD 32.000.
“Tenemos protección para las ventanas, la carrocería y las llantas. El precio depende de lo que el cliente necesite, pero siempre se utilizan los mismos materiales”, dijo.
Para las ventanas, por ejemplo, se usa vidrio, policarbonato y vinil, que pueden ir desde 17 milímetros de ancho hasta 50 milímetros.
“Con estos materiales, los cristales soportan disparos de una magnum 44”, señala.
Mientras que en la carrocería se aplican materiales similares al acero, como el kevlar, además de láminas encapsuladas de aluminio, que pueden agregar 235 kilos de peso al vehículo.
“Una persona que decide blindar su vehículo tendrá seguridad por unos 10 años”, puntualiza.
Un servicio que se extiende
Las empresas que se dedican a esta actividad sostienen que el aumento de la delincuencia en Ecuador no es exclusivo de las ciudades costeras.
A inicio de 2022, la empresa Cars Defense abrió sus oficinas en el país, específicamente en Quito.
Fabio Duarte, gerente general, dice que la decisión de abrir una oficina en la capital se dio tras realizar un estudio de mercado que mostró que en Ecuador hay un aumento considerable de la delincuencia.
“Todos los días recibimos cotizaciones de todo tipo de personas. En 2021, por ejemplo, teníamos dos o tres pedidos de información. En 2023 contabilizamos 12 diarias”, dice.
Este incremento también se ve reflejado en el número de clientes que decidieron blindar sus vehículos.
Cifras de la empresa muestran que en 2022 blindaron 22 vehículos, y en los cuatro primeros meses de 2023 ya son 18.
Duarte detalla que su empresa ofrece productos desde los USD 3.500 hasta los USD 65.000.
“Con USD 3.500 blindamos las cuatro ventanas del vehículo, con USD 8.500, todos los cristales. Mientras que con USD 65.000, el auto queda totalmente protegido de armas de largo alcance, como fusiles”, explica.
En el primer caso, el proceso dura dos días. En el segundo, una semana, y en el tercero, 10 días.
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