Los pacientes son quienes más sufren por la crisis del Hospital Carlos Andrade Marín
Corrupción, medicamentos caducados, falta de proveedores y demandas son los principales problemas que tiene el HCAM. Los pacientes son los mayores perjudicados por las malas administraciones.
Pacientes en las afueras del hospital Carlos Andrade Marín, el 3 de julio de 2020.
Jonathan Machado / Primicias
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Carlos Morocho, de 27 años de edad, tiene que someterse con urgencia a una operación ortognática, que en una clínica privada puede costar USD 10.000.
El procedimiento se aplica para corregir la mandíbula, los dientes, los maxilares, los huesos cigomáticos y los tejidos blandos que recubren los huesos del rostro.
El diagnóstico que le entregó un cirujano del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) en 2018 decía que se trataba de un problema congénito y que la operación debía ser inmediata para evitar la pérdida de huesos, tejidos y dientes.
La operación que Carlos Morocho necesita con urgencia fue programada para marzo de 2020.
Cuando Morocho acudió al HCAM para pedir una fecha para su intervención, la casa de salud le informó que no había disponibilidad de quirófanos hasta marzo de 2020.
Morocho dice que debido al alto costo de la operación no le queda otra opción más que esperar.
Reza hasta que llegue el día de la cirugía para que sus huesos no pierdan la fortaleza para soportar la intervención.
El HCAM no detectó que una paciente necesita operarse el codo
Lizeth Abril, de 30 años edad, también vivió la negligencia del HCAM.
En junio de 2019 se fracturó el codo derecho. Ingresó al hospital por la sala de emergencia para ser atendida.
"Cuatro médicos no pudieron determinar que necesitaba operarme y solo me enviaron a casa para que descansara", dice.
Con el dolor que significa una rotura de huesos se dirigió a un laboratorio particular para realizarse una tomografía del codo que le costó USD 100.
Con esa tomografía regresó al HCAM para que los médicos analizaran el estudio.
Cuatro días tuvo que esperar Lizeth Abril para recibir el diagnóstico de su operación.
Fue ahí cuando se confirmó que debía someterse a una cirugía. "Pasé cuatro días con un dolor terrible hasta que por fin el HCAM me derivó a una clínica para ser operada".
Estos y otros casos, como el desabastecimiento de medicamentos o la prolongada espera para agendar una cita, se deben al incremento del número de afiliados y pacientes, según Juan Paéz, gerente del Hospital.
"Por ejemplo, el número de pacientes con VIH se ha incrementado 30%, los pacientes con cáncer han aumentado entre 35% y 40% y las personas con enfermedades catastróficas en un 20%".
En medio de una crisis económica y de corrupción, los directivos del HCAM esperan que la Dirección General de Salud les entregue USD 19 millones para la compra de medicamentos.
Intentan disminuir los problemas, que no solo los aquejan a ellos, sino a todo los afiliados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, del que el HCAM hace parte.
Medicinas caducadas y judicializadas: un dolor de cabeza para el HCAM
Desde 2012 hasta 2018 el HCAM acumula una pérdida de USD 7 millones en medicamentos caducados.
Juan Paéz, gerente de la casa de salud, dice que la cifra puede duplicarse a medida que se sigan descubriendo más casos de corrupción.
"Es verdad que hay medicamentos caducados. Ya informé a la Contraloría sobre procesos oscuros de compras que permitían que las medicinas se vencen en las bodegas", dice el gerente.
Este problema se suma a las demandas judiciales que sufre el HCAM por medicinas con las que no cuenta para entregar a los afiliados.
Miguel Moreira, director médico, dice que algunos medicamentos que necesitan los afiliados o sus hijos no tienen registro sanitario ecuatoriano ni evidencia científica que certifique su validez.
Estas demandas ascienden a USD 2,5 millones y han sido interpuestas por "pacientes que son inducidos por farmacéuticas y jueces que desconocen la realidad de estos medicamentos", dice Páez.
Moreira añade que estas medicinas no se fabrican en el país y que las importaciones demoran entre dos y tres meses.
Una de las posibles soluciones que analizan los directivos del HCAM es la actualización del cuadro básico de medicinas, que no ha sido revisado desde 2013.
El HCAM cuenta actualmente con el 85% de medicinas del cuadro básico, pero acumula un 15% de desabastecimiento general, que es lo que tiene angustiados y preocupados a los pacientes que acuden a la casa de salud con la esperanza de recibir sus medicamentos.
Gasto en medicamentos
De enero a junio de 2018 el HCAM había destinado USD 24 millones para la adquisición de medicamentos, mientras que en el mismo periodo de 2019 ya se han desembolsado USD 30 millones.
Juan Paéz, gerente del HCAM, dice que en 2018 se gastó USD 289.021 para los pacientes con VIH, mientras que entre enero y junio de 2019 ya se han gastado USD 81.204.
Para las personas que padecen cáncer, en 2018 se gastó USD 170.223 y en 2019 se han desembolsado USD 3.4 millones. La cifra en trasplantes de 2018 sumó USD 773.666 y en 2019 ya registra USD 315.000.
Los proveedores: otro problema
Los directivos del HCAM se quejan porque algunos fármacos que los afiliados necesitan no cuentan con proveedores ni fabricantes en el país.
El gerente de la institución, Juan Paéz, dice que los mecanismos burocráticos que se deben cumplir demoran la compra de medicinas, por lo que el IESS busca la forma de solucionar este problema con compras en el extranjero o con convenios con otros hospitales.
Páez agrega que "las farmacéuticas no tienen el stock suficiente y, además, solicitan un adelanto del 70% para importar.
Uno de los casos de corrupción se evidenció con una empresa proveedora de prótesis de cadera.
"Al parecer hay un solo proveedor que vende sus productos a precios que van desde los USD 6.000 hasta los USD 9.000, cuando hay otras que manejan precios de USD 1.200 a USD 1.500".
Para el funcionario es difícil aceptar que se hayan firmado contratos con un solo proveedor sin analizar más opciones.
“Todas las instancias del HCAM son corruptas”, Juan Paéz
"No es posible que todas las instancias de salud del HCAM sean corruptas y coimadas", se queja el gerente del HCAM Juan Páez.
Para él, no solo hay que preocuparse de los peces gordos, si no también de los proveedores, de la industria farmacéutica y de los funcionarios corruptos que todavía trabajan en el Hospital.
Una de las medidas que tomó Páez ha sido cambiar el 80% del personal administrativo. Con esto busca depurar la institución, que se ha visto manchada por casos de corrupción.
Según el gerente hay 17 procesos en la Contraloría que buscan hallar a los culpables de la corrupción.
Pero Páez se queja de la lentitud de los procesos, que favorece la impunidad.
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