"Deuda del IESS con prestadores privados llegaría a USD 700 millones", dice su representante
Los prestadores privados que brindan atención de consulta externa aseguran que la demora en las auditorías es el principal problema que provoca atrasos en los pagos del IESS.
Imagen de la fachada del Hospital Carlos Andrade Marín, del IESS, el 4 de septiembre de 2023.
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La deuda que mantiene el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con los prestadores privados de salud sigue creciendo.
La Asociación Nacional de Prestadores Externos de Servicio de Salud (Anpes), organización que agrupa a 39 centros médicos de primer y segundo nivel que presta sus servicios de salud al IESS, denuncia que los atrasos con sus miembros es de unos USD 700 millones, desde 2021.
En entrevista con PRIMICIAS, su director, César Serrano, dice que la Asociación atiende un 70% de las consultas que se derivan a la red privada de salud, sobre todo en especialidades como cardiología, ginecología y medicina interna. Además de servicios de imagen, tomografía, rayos X, ecografía y farmacia.
Según Serrano, actualmente el IESS no tiene la infraestructura necesaria para reducir el número de derivaciones, pues sus unidades operan al 100% de su capacidad.
¿Cuál es la deuda que tiene el IESS con Anpes?
En la red complementaria de salud se realizan alrededor de 6,3 millones de consultas médicas externas ambulatorias anuales. De esta cifra, cerca de 4,5 millones se hacen en Anpes.
Sobre la deuda, si yo digo una cifra, estaría mintiendo porque el IESS solo considera como deuda a la cifra que se desprende de las auditorías que realiza. Y hay auditorías pendientes desde mayo de 2023.
Anualmente, la facturación ambulatoria bordea los USD 360 millones y el IESS debe los años 2021, 2022 y gran parte de 2023, pues algunos prestadores solo han recibido uno o dos pagos mensuales.
Si tuviera que ponerle una cifra a ojo, diría que la deuda llegaría a unos USD 600 o USD 700 millones.
¿Por qué el IESS tarda tanto tiempo en las auditorías?
Hasta antes de 2023, el IESS realizaba las auditorías en cada coordinación zonal y el proceso funcionaba relativamente bien. Pero, a partir de ese año, la entidad firmó un convenio con la empresa Espe Innovativa para que se encargue de esa tarea.
La idea que nos vendió la anterior administración fue que este proceso funcionaría de una forma más ágil en una plataforma digital y que los pagos se ejecutarían entre 60 y 90 días.
Lastimosamente, esta plataforma no sirve. Estamos en febrero de 2024 y desde junio de 2023 solo hemos ingresado las prestaciones de los primeros cinco meses de 2023, pero aun así no han sido auditados.
El actual director del IESS, Eduardo Peña, nos ha dicho que su objetivo es achicar la brecha de los pagos, pero esas buenas intenciones se van a quedar en eso, pues si no hay auditorías, no hay pagos. Y ese es el principal problema que tenemos los prestadores.
¿Cuándo fue la última vez que el IESS hizo un pago?
Hay prestadores que no reciben un solo pago desde hace un año, pero además tienen deudas por cobrar desde 2021.
Hay otros, en cambio, que han cobrado todo 2021, pero con deudas de 2022 y 2023. Cada caso es particular porque los pagos son esporádicos y de acuerdo al presupuesto que maneja el IESS.
Incluso, hay deudas que no se han podido cobrar pese a que se han hecho las auditorías.
¿Por qué hay este desorden?
Esta es una muy buena pregunta que debería contestarla el IESS.
Parece que hubiera pagos discrecionales
Señalar a alguien en particular es bien difícil, pero uno se da cuenta cuando hay favoritismo en los montos y fechas que se pagan. Al prestador A le pagan dos o tres meses y al B no le pagan nada.
No tengo pruebas de que X persona hace alguna cosa, pero dentro de la red todos se conocen y sí hay favoritismo, eso queda en manos del IESS.
¿Los miembros de la Asociación han dejado de atender pacientes del IESS?
No, eso no ha pasado. Estamos tratando de mantenernos operativos porque no puede ser que, por una irresponsabilidad de la anterior administración, paguen los pacientes.
El convenio con la empresa auditora hizo que los atrasos de seis meses se transformen en 12 o 14.
Los centros médicos no han tenido otra opción que operar con créditos, recursos de sus dueños y haciendo extender el poco dinero que llega. No hay que olvidar que los dueños deben pagar sueldos de médicos y trabajadores, pero también las medicinas e insumos.
Siempre se escuchan comentarios acerca de que tener un centro médico es un tremendo negocio. Y esto no necesariamente es así porque debe mantenerse a flote.
Lo que sí podría pasar es que la falta de pagos provoque un cierre paulatino de los servicios, perjudicando a pacientes crónicos como los diabéticos o quienes sufren de hipertensión. Estas enfermedades pueden provocar enfermedades catastróficas.
El director del IESS dijo que quiere reducir la deuda y las derivaciones
Tiene todo el derecho de querer ese objetivo. Sin embargo, si el IESS reduce las derivaciones, cómo va a atender a esos pacientes si no cuenta con la capacidad para satisfacer la demanda.
Además, de dónde va a sacar las medicinas para los tratamientos si todos sabemos el nivel de desabastecimiento que hay. Esto sin tomar en cuenta la espera que hay por una cita, que está entre 60 y 90 días.
Directivos del IESS han dado a entender que hay sobrefacturación por parte de los prestadores. ¿Cuál es su opinión?
Hay una empresa que maneja los agendamientos de las citas. Las personas que las agendan no son de los prestadores ni del IESS, sino de una tercera compañía que lleva ese proceso.
Siempre hay un nivel de ausentismo, que históricamente oscila entre el 15% y 20%, y con esa base se calcula el número de pacientes que acude a un centro y el monto que debe pagar el IESS.
¿Cómo sabe el IESS si los centros médicos entregan información real sobre el número de pacientes que reciben?
Los prestadores manejan una línea ética que no están dispuestos a pasar. Además, el IESS puede verificar que el paciente acudió o no la cita porque hacen controles de calidad de forma aleatoria.
El tarifario también establece un tiempo determinado para cada paciente.
Para una cita de Medicina General es de 10 a 15 minutos y para especialidades llega a 20 minutos.
Al final, las auditorías determinan el monto que el IESS debe pagar a los prestadores. El problema, como digo, es que las auditorías están retrasadas.
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