El IESS y pacientes se enfrentan en los juzgados ante la escasez de fármacos

Para Mauricio Espinel, director de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), muchos "jueces están haciendo las veces de médicos".

PRIMICIAS consultó a Espinel sobre los casos de pacientes con enfermedades catastróficas que no acceden a sus medicamentos, e interponen juicios para conseguirlas. 

El funcionario reconoce que hay fármacos que aún faltan en el Cuadro Básico de Medicinas, actualizado el pasado 22 de agosto, tras seis años de espera.

Pero también se queja de casos en los que pacientes con prognosis de un mes de vida, interponen querellas judiciales. Según Espinel, estas personas son candidatos únicamente a cuidados paliativos. 

A pesar de ello, explica, los jueces ordenan tratamientos, cuya dosis puede costar hasta USD 300.000. 

Los fallos en ocasiones, dijo el funcionario, “no se basan en estudios científicos que comprueben la eficacia del medicamento, usan en artículos obtenidos en internet por el propio paciente”. 

Por otra parte, los pacientes con enfermedades catastróficas desmienten las declaraciones de Espinel.

Manuel Saltos, director de la Fundación Calidad de Vida, asegura que en las audiencias se presentan alegatos de ambas partes: el IESS y pacientes.

"En todos los casos que hemos representado han ido los médicos tratantes que certifican por qué el paciente necesita la medicina", expresa Saltos.

Al momento la Fundación tiene cuatro querellas judiciales pendientes para solicitar fármacos por fuera del Cuadro Básico.

Los casos extremos 

Espinel comenta que el hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS tuvo dos doctores que viajaron a la frontera con Colombia, para comprar el medicamento ordenado por la Justicia.

“Se ha llegado a ese extremo para no ir a la cárcel, porque hay una sentencia de por medio que estipula la compra de la medicina aun si no existe en Ecuador”, asegura. 

Por eso Espinel ha mantenido acercamientos con las autoridades judiciales para detener varios de los fallos.

Según Saltos, de la fundación Calidad de Vida, sostiene que el principal problema del Seguro Social es la falta de recursos para adquirir los medicamentos.

"Muchas veces los médicos tratantes no pueden recetar más que los genéricos, por miedo a represalias y en otro casos recetan solo paliativos", añade Saltos.

Uno de los casos pendientes, que maneja la Fundación, es el de Andrea Jiménez. Desde julio de 2019, ella espera que el hospital Teodoro Maldonado le entregue el fármaco Brentuzimab, para tratar el linfoma no Hodgkin.

Saltos indica que la próxima semana habrá una nueva audiencia en el proceso de Jiménez contra el Seguro. "Ya tenemos un certificado del médico en SOLCA que le pide el fármaco para iniciar el tratamiento".

Mientras que el 14 de noviembre pacientes y familiares del colectivo realizarán un plantón en Quito afuera de la Corte Constitucional.

Piden que se dé fecha para una audiencia extraordinaria que lleva un año de retraso. En este caso el paciente necesita un reactivo molecular que también está fuera del Cuadro Básico.

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