Hospitales de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, en riesgo por deuda del IESS
El director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Juan Xavier Cordovez, dijo a PRIMICIAS que si el IESS no cancela una parte de la deuda de USD 90 millones, deberán eliminar servicios hospitalarios.
Juan Xavier Cordovez, director de la Junta Cívica de Guayaquil, en una entrevista con PRIMICIAS el 1 de agosto de 2023.
PRIMICIAS
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La situación de la Junta de Beneficencia de Guayaquil es crítica, al punto de que si el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no paga al menos parte de los USD 90 millones que le adeuda a la institución por prestaciones de salud, deberán tomar decisiones.
Pero no todo es queja. El director de la Junta, Juan Xavier Cordovez, dijo a PRIMICIAS que han presentado una opción para que el IESS haga un anticipo de USD 30 millones por las prestaciones ya entregadas.
Y que además auditen de inmediato lo que les deben de 2023, es decir USD 24 millones. De lo contrario, la Junta de Beneficencia de Guayaquil, fundada el 29 de enero de 1888, deberá eliminar servicios en hospitales como el Roberto Gilbert, Vernaza y Neurociencias.
¿Cuál es la situación real de los hospitales que regenta la Junta de Beneficencia de Guayaquil, tras la deuda de USD 90 millones que tiene el IESS con la institución?
Esta es una lucha que emprendimos hace dos años, porque confiábamos en que se honrara la deuda que tiene el Estado y el IESS con la Junta de Beneficencia.
Esto ha tenido a la institución sumergida en problemas que incluso, en un momento dado, ha llegado al punto de cerrar los servicios.
Y que gracias a la banca hemos logrado mantener en funcionamiento a la institución, porque para nosotros lo más importante es seguir prestando el servicio a las casi 5.000 personas que se acercan a la Junta todos los meses y a las cuales atendemos.
El 90% de ese número está en la pobreza extrema.
¿En qué momento la Junta estuvo al borde de fracasar y acudió a la banca?
Fue en 2020, justo en la pandemia de Covid-19. En aquella época, el IESS nos debía USD 50 millones y la banca nos hizo el préstamo, lo que nos mantuvo con vida.
Hoy en día, nos deben USD 90 millones, casi el doble, durante estos dos años.
Y esto ha llegado al punto de que es insostenible para la institución mantener los servicios que damos.
¿Cuáles son esos servicios?
Por ejemplo, el Hospital del Niño Roberto Gilbert, que tiene la única unidad para quemados de la ciudad, junto al Hospital Vernaza. Son unidades indispensables y que regenta la Junta.
El Hospital del Niño es de referencia nacional y mundial. Aquí recibimos niños de todo el país. El Vernaza es líder en trasplantes a escala nacional.
¿Qué pasó con la maternidad Alfredo Paulson?
La maternidad está cerrada hace casi dos años con la esperanza de reabrirla y repotenciarla. Ese es uno de los problemas que hemos sufrido en este periodo.
No lo hemos podido hacer porque no tenemos el dinero. Íbamos a convertirla en un hospital de especialidades de primer nivel, pero reabrirla nos cuesta USD 25 millones.
¿Y el hospital de Neurociencias de Guayaquil?
Este hospital fue fundamental en todo el proceso de pandemia y pospandemia. Los problemas psicológicos fueron los más registrados por el Covid-19, de 2020 en adelante. Y está permanentemente lleno.
¿Cómo han logrado seguir operando, pese a los problemas financieros?
Es que la Junta no es solo salud, tenemos muchos radios de acción. Recorremos todo el país con misiones solidarias, atendemos temas dentales y hacemos de 300 a 800 operaciones mensuales gratuitas.
Tenemos hogares para adultos mayores, áreas de educación y deporte, no solo en Guayaquil. Ahora estamos llevando un programa muy importante de nutrición infantil en Santa Elena.
Para seguir funcionando, la Junta propone que se pague un anticipo de USD 30 millones y el pago de prestaciones de enero a mayo de 2023 por USD 24 millones. ¿Qué respuesta han tenido?
La Junta ha tratado de buscar una manera para que nos salgan los pagos. El problema es que siempre que los hacemos se interponen problemas operativos.
La solución que hemos encontrado es que nos paguen estos casi USD 55 millones, con lo que básicamente se pondría la deuda a los niveles que tenía cuando empezó el Gobierno (de Guillermo Lasso).
El gran brinco de la deuda ocurre en este Gobierno, es decir de USD 50 millones a USD 90 millones en dos años, en lugar de bajar de USD 50 millones a USD 30 millones, que era lo que esperábamos.
Con esta falta de dinero, ¿cuál es el peligro real de los hospitales?
Esto está poniendo en riesgo las atenciones en los hospitales del Niño, Vernaza y Neurociencias y para esto ya no tenemos oxígeno.
Por eso le hemos dicho al presidente del Consejo Directivo del IESS (Alfredo José Ortega) que la situación ha llegado a un punto crítico total.
Tenemos casi 24 meses de deuda, como ninguna otra institución. ¿Por qué le hacen eso a la Junta?, porque esa no es la situación de otras instituciones, que tienen de tres a 12 meses de tiempo de deuda.
Cuando entró el nuevo Gobierno, lo primero que hicieron fue eliminar a todos los auditores. Por ende, dejaron de auditar, no pagaron nada y la deuda comenzó a crecer inmediatamente.
El director general del IESS, Diego Salgado, ha dicho que desde julio de 2022 han cancelado a la Junta USD 58.615.743 y que próximamente les pagarán USD 20 millones de "una deuda histórica no generada en esta administración".
Lo escuché, pero en ese mismo periodo en el que pagó esos USD 58 millones, nosotros hemos dado USD 100 millones en inversión, de servicio. Por lo que nos queda debiendo USD 40 millones todavía.
Entonces no es que ha pagado, sino que ha pagado menos de lo que ha recibido él mismo (en prestación de servicios). Parece que hay confusión en las cifras.
En el sector salud tenemos casi 4.000 empleados, debemos cumplir con las medicinas, con los servicios, con todas las industrias que están alrededor de los hospitales, lo que significa USD 200 millones al año.
Si no hay auditores, ¿cómo pagarán las deudas con la Junta?
Hemos propuesto que el IESS haga una auditoría rápida. Ya lo han hecho, en marzo auditaron USD 20 millones, pero luego no auditan nada. Estamos pidiendo que se nos haga un anticipo por las prestaciones ya dadas por USD 30 millones.
Y que además auditen rápidamente lo que nos deben de este año, que son USD 24 millones. No es lo que quisiéramos cobrar, sino todo, pero este es un mecanismo que se puede hacer si hay voluntad de cancelar la deuda.
Quiero pensar que se va a dar y hay un ofrecimiento de Alfredo Ortega para encontrar la manera de pagar.
"Hemos propuesto que el IESS haga una auditoría rápida. Ya lo han hecho, en marzo auditaron USD 20 millones, pero luego no auditan nada".
El Ministerio de Salud también les debe aproximadamente USD 90 millones por las prestaciones. ¿Qué gestión se ha hecho?
Estamos trabajando con el ministerio en un convenio de pago, porque la situación es similar, ya que la deuda se ha duplicado (a USD 90 millones). Hay señales de que esto va a ocurrir y que nos puedan hace un pago a la deuda.
Hemos aceptado recibir bonos del Gobierno con tal de cobrar, pero la situación de la Junta es crítica y tenemos que recuperar la liquidez que se requiere para mantener a los hospitales, reabrir la maternidad y seguir prestando servicios a escala nacional.
"Hemos aceptado recibir bonos del Gobierno con tal de cobrar, pero la situación de la Junta es crítica".
¿Pese a la crisis, la Junta ha seguido asumiendo sus responsabilidades con el personal médico y de servicios?
Sí, pero nos hemos reducido. Tenemos un hospital menos (la maternidad) y mañana -me refiero a la próxima semana- nos veremos forzados a seguir reduciendo el tamaño de la Junta y eliminando servicios, que significa reducción de personal, para poder seguir cumpliendo.
¿Cuál sería el próximo servicio a eliminar, si no cumplen con los pagos?
Esa es una decisión muy dura que estamos tomando en este momento, creo que van a ser paulatinos y en los dos hospitales más importantes: En el del Niño (Roberto Gilbert) y en el Vernaza.
Por ejemplo, eliminar áreas -que aún no hemos definido-, que nos permita atender las prioridades. La parte médica deberá decidir dónde se cause menos efecto. Tenemos todo el apoyo del personal y me siento orgulloso.
Pero ya no tenemos tiempo para dar vueltas.
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