La 'hora borojó', una promesa sin fecha de implementación
Personas caminan en la plaza Foch de Quito, una de las zonas rosas de la ciudad, el 28 febrero de 2020.
Jonathan Machado / Primicias
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El barrio conocido como La Mariscal, ubicado en el centro norte de Quito, es uno de los sectores con mayor movimiento turístico de la capital y su única zona rosa oficial.
Unos 80.000 turistas visitan La Mariscal cada año, según Quito Turismo, la empresa pública que trabaja en la promoción de la ciudad.
Es miércoles 26 de febrero de 2020, son las 19:30 y bares, restaurantes y discotecas ofrecen promociones para atraer a turistas nacionales y extranjeros que se reúnen en la conocida Plaza Foch, en busca de una noche de diversión.
La fuerte lluvia que cae en Quito no impide que los 'enganchadores', que son las personas que buscan convencer a quienes caminan por La Mariscal para llevarlos a un determinado bar, restaurante o discoteca, hagan su trabajo.
Los enganchadores caminan junto a los turistas ofreciéndoles las promociones que cada establecimiento tiene para esa noche.
Karina López es venezolana y hace tres meses trabaja como 'enganchadora'. Su salario depende del número de clientes que logre convencer, pero calcula que recibe entre USD 150 y USD 200 por semana.
Dos de las mayores preocupaciones de López son la inseguridad y la venta de drogas en la zona.
"No hay un solo día en que no se registren robos, peleas y venta de drogas", dice López.
Inversión de calidad
Preocupaciones que también comparte Juan Baquerizo, dueño de propiedades en La Mariscal, y representante de los dueños de los establecimientos comerciales de la zona ante las autoridades municipales.
Para él, La Mariscal se ha convertido en un espacio en el que conviven negocios ilegales, inseguridad y pocos establecimientos de calidad.
Baquerizo agrega que el Municipio debe hacer cambios integrales para que el sector supere los problemas que afronta ahora.
Cuando La Mariscal fue recuperada y declarada zona rosa de la ciudad estaba poblada de negocios, hoteles y restaurantes que atraían a ejecutivos y a turistas de mediano y alto poder adquisitivo.
Pero, con el paso de los años la zona se fue degradando. Llegaron los negocios sin permiso de funcionamiento, la inseguridad y los expendedores de estupefacientes, entre otros problemas.
Ahora, para recuperar los negocios en La Mariscal, una de las soluciones que plantea el alcalde Jorge Yunda es la implementación de la 'hora borojo'.
A contrario de lo que sucede en el resto de la ciudad, donde los locales solo pueden atender al público hasta las 00:00 de lunes a jueves y hasta las 02:00 los fines de semana, La Mariscal podría tener locales abiertos las 24 horas del día, esto es lo que se conoce como 'hora Borojó'.
A pesar de que esta iniciativa fue una promesa de campaña con la que Yunda ganó las elecciones, aún no se ha implementado.
En una entrevista con PRIMICIAS, publicada el 16 d diciembre de 2019, el funcionario dijo que la 'hora borojó' funcionaría desde diciembre de 2019.
La Secretaría de Seguridad del Municipio era la encargada de hacer una encuesta entre los propietarios de negocios del sector para conocer sus problemas, brindar soluciones y verificar sus permisos de funcionamiento.
Aún se desconocen los resultados de la encuesta y tampoco hay fecha para la implementación de la 'hora Borojó'.
Los trabajos de la Secretaría de Seguridad, en conjunto con la Agencia Metropolitana de Tránsito, se han concentrado en controlar el uso del espacio público y en los controles de alcoholemia para prevenir accidentes de tránsito.
Baquerizo cree que la 'hora borojó' mejorará la situación de La Mariscal, siempre que venga acompañada de un trabajo integral de las autoridades.
Para el empresario no se trata solo de ampliar los horarios de atención de los negocios, sino de mejorar la seguridad, controlar los negocios ilegales y atraer inversión de calidad.
Caen las tarifas
Juan Fernando Rueda, representante de la Asociación de Hoteles y Hostales de La Mariscal, que agrupa a 47 de estos establecimientos, dice que los dueños de estos negocios se han visto en la obligación de disminuir las tarifas de sus servicios durante los últimos tres años.
"Esta caída se debe a los problemas en La Mariscal, pero también al auge de las plataformas digitales que ofrecen hospedaje", dice.
El costo de la noche en algunos hoteles era de USD 60, pero ahora no supera los USD 40.
Juan Fernando Rueda, hotelero
Rueda cree que la 'hora Borojó' es una medida positiva. Pero, al igual que Baquerizo, cree que La Mariscal necesita una recuperación total para volver a atraer a los turistas de calidad.
PRIMICIAS solicitó la versión de la Secretaría de Seguridad para conocer los resultados de la encuesta y las razones por las que no se ha implementado la 'hora Borojó', pero su departamento de Comunicación informó que se pronunciará en los próximos días.
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