Guayas tiene triple amenaza sanitaria: coronavirus, dengue y chikunguña
Ante los altos contagios de coronavirus en Guayaquil, militares hacen cumplir las restricciones de movilidad, el 25 de marzo de 2020.
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Guayas es el Wuhan ecuatoriano: es el epicentro del coronavirus en Ecuador, con más de 1.000 casos positivos. Pero en esta provincia los casos de dengue también se multiplican. Y con la fiebre del dengue, causada por el mosquito vector Aedes aegypti, aparece otra enfermedad: el temible chikunguña.
Se trata de una triple combinación de enfermedades que amenaza con hacer colapsar al sistema sanitario de Guayaquil. El peligro radica en que los cinco hospitales de especialidades de la ciudad reciben a los pacientes de cantones cercanos.
El infectólogo Washington Alemán habla de un escenario de "co-contagio", con pacientes de dengue y coronavirus que tienen síntomas muy parecidos entre sí.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explica que el dengue y el chikunguña representan un reto para los sistemas de salud, "porque demandan la mejora del diagnóstico clínico y de laboratorio".
Fue guerra avisada
La OPS alertó en octubre de 2019 que el dengue era una amenaza para la región. El año pasado hubo un récord de casos, con tres millones de personas enfermas y 1.538 fallecidos.
En Ecuador se presentaron 8.416 casos de dengue en 2019, y hubo seis pacientes fallecidos, indicó el Ministerio de Salud. La provincia más afectada fue Guayas.
Luego, en su alerta epidemiológica de febrero de 2020, la OPS dijo que la incidencia de dengue seguía en aumento, con 125 mil casos reportados. Pidió a las naciones reforzar las fumigaciones y adoptar mejores prácticas de prevención.
En medio de estas alertas, la enfermedad vectorial en Ecuador sigue su curso. El 26 de marzo, el vicepresidente Otto Sonnenholzner explicó en una entrevista televisiva que Guayas tenía 5.356 afectados por dengue.
La Coordinación zonal 8 del Ministerio de Salud Pública ha intensificado las fumigaciones en barrios periféricos de Guayaquil. Pero faltan recursos humanos, puesto que en octubre fueron despedidas cientos de personas dedicadas a la fumigación, como parte de un recorte de funcionarios públicos.
El doctor y educador Roberto Briones asegura que el dengue es un mal recurrente en la costa ecuatoriana, especialmente en la época lluviosa. El problema, explica, es que falta educación.
"El mensaje de que hay que eliminar las fuentes de agua empozada no llega a la gente. Ahora solo se puede fumigar y combatir al mosquito", señala el docente universitario.
¿Cómo diferenciar la amenaza?
El mosquito causante del dengue y del chikunguña crece en lugares donde hay agua almacenada o empozada durante largos periodos de tiempo, como recipientes y llantas viejas.
Por ello, la principal prevención es tapar estos envases, donde se guarda el líquido y deshacerse de las llantas. Otra medida urgente, según la OPS, es dotar a los ciudadanos más pobres de mallas protectoras en las ventanas para evitar que los mosquitos entren en las viviendas.
Y, justamente, esa es la estrategia que más falta. La población no realiza la profilaxis adecuada. El doctor Oliver Toala dice que los hospitales registran un aumento de casos de dengue, mientras que la incidencia de chikunguña es menor.
La principal manera de diferenciar entre dengue y coronavirus es que solo el segundo causa problemas respiratorios. Toala explica que ambos son virus, el uno se transmite por la picada del mosquito y el otro por contacto con una persona contagiada.
Pero el tratamiento es el mismo: mantener la hidratación y aliviar los síntomas con paracetamol. En condiciones normales, el propio cuerpo se encargará de eliminar el virus.
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