Guayaquil adelanta medidas por el fenómeno de El Niño
El Municipio aumentará la capacidad de 352 sumideros y ramales del sistema de drenaje de aguas lluvias a un costo de USD 2.4 millones. Hay un 62% de probabilidad de que el evento climático se desarrolle entre mayo y julio de 2023.
Una persona intenta cruzar una calle del sur de Guayaquil en su tricimoto, el 23 de abril de 2023.
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Guayaquil alista medidas de emergencia ante el probable desarrollo del Fenómeno de El Niño a partir de junio de 2023. Aumentar la capacidad de sumideros, tirantes y ramales del sistema de drenaje de aguas lluvias está entre las acciones a corto plazo.
El norte de Guayaquil volvió a registrar sectores inundados la tarde y noche del jueves 27 de abril de 2023. Un intenso aguacero de dos horas colapsó el tránsito vehicular en el norte de la ciudad, en ciudadelas como Sauces, La Garzota y La Alborada.
Decenas de usuarios prefirieron bajar del transporte público y caminar ante el intenso congestionamiento en vías del norte.
Además, el nivel de lluvias en lo que va de abril de 2023, de 558 milímetros de lluvia por metro cuadrado, ha superado los índices normales (207,2 mm).
La ciudad cuenta con 55.000 sumideros. Y la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) busca ampliar el tamaño de unos 352 de sumideros, con sus sistemas de evacuación de lluvias, en sectores críticos como en el norte y noroeste.
Fernando Lizárraga, técnico de Emapag, indicó que se requiere implementar una serie de medidas a corto, mediano y largo plazo ante la alerta de El Niño.
También mencionó la adaptación de los sumideros a las nuevas condiciones climáticas, como una de las medidas a corto plazo para evitar inundaciones.
Las obras tienen un costo de USD 2,4 millones y la primera fase se comenzará a implementar en unos 40 días, según la Empresa de Alcantarillado.
Trabajos a contrarreloj
Allan Hacay, director de Gestión de Riesgos del Municipio de Guayaquil, señaló que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional pidió hace una semana, a todos los niveles de gobierno, empezar a prepararse frente a El Niño.
“Quedan muy pocos meses para prepararse para el siguiente invierno. Pero la contratación pública es engorrosa y toma su tiempo”, indicó Hacay.
El Municipio también evalúa adelantar el plan preinvernal de limpieza del sistema pluvial que incluye además de los sumideros, 78 canales y 20 ductos cajones.
Se trata de un programa que se realiza normalmente en el último trimestre del año. Pero ahora se debería ejecutar meses antes, en previsión ante las lluvias anticipadas por El Niño.
La etapa lluviosa se extiende habitualmente entre diciembre y abril en la ciudad. Sin embargo, el brusco e inesperado aumento de la temperatura de los océanos a escala mundial causa alarma entre la comunidad científica.
Frente a las costas peruanas y ecuatorianas se registran temperaturas en superficie de entre 27 y 29 grados centígrados, que son hasta 1,5 grados superior a lo normal.
Eso ha generado lluvias por encima de lo normal e inundaciones durante los meses de febrero, marzo y abril en la Costa.
El Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) advirtió que si el calentamiento anómalo del mar persiste frente a las costas de Ecuador, la etapa lluviosa se prolongará en la zona costera. Es decir, las lluvias continuarán muy probablemente en mayo.
Además, los pronósticos favorecen el desarrollo del fenómeno climático entre el trimestre junio-agosto de 2023, persistiendo hasta el primer trimestre de 2024.
“El rango de posibilidades hacia finales del año incluyen un El Niño fuerte”, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
El Niño en medio de transición
A las limitaciones para ejecutar contratos, se suma la transición a una nueva administración municipal.
Es más, Aquiles Álvarez, el nuevo alcalde, se posesionará el próximo 14 de mayo. Desde Emapag señalan que existe un plan de acción e intervención para la transición.
“Esto no es solamente un tema de ciudad. Guayaquil es parte de toda una cuenca que viene del río Daule. De hecho, requiere trabajos sincronizados desde la provincia de Bolívar, Los Ríos, Guayas con sus respectivas prefecturas”, agregó Hacay. Eso incluye el dragado de ríos.
En el corto plazo también se prevé conectar al Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) una red de pluviómetros y estaciones meteorológicas con las que ya cuenta Emapag en la cuenca del río Daule.
“A mediano plazo se requiere configurar un radar meteorológico que abarque al menos las provincias de la cuenca del río Guayas”, señaló Lizárraga, de Emapag.
De esta forma se puede monitorear el comportamiento de la “cortina de agua” que baja por los ríos para tomar medidas preventivas, dijo.
Mientras que a largo plazo se necesita de un estudio de interés nacional para la protección de Guayaquil y de las poblaciones en la cuenca, ante inundaciones y cambio climático.
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