¿Es posible proteger Galápagos y también promover la prosperidad de sus habitantes?
La UDLA, la Fundación Charles Darwin, y the Saint Mary's University analizan el sistema de zonificación de las áreas protegidas.
Turistas en una playa de la isla Santa Cruz, en Galápagos, en junio de 2023.
AFP
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Equilibrar la actividad humana, el cuidado del océano y la conservación de la biodiversidad en el archipiélago de Galápagos, el primer patrimonio natural de la Humanidad, es un difícil camino, que debe partir de la zonificación de las áreas protegidas, según un estudio científico.
La zonificación es una herramienta de manejo crucial para regular el uso de los recursos naturales. Busca proteger áreas críticas para la conservación. Además, permite y promueve actividades humanas que sean sostenibles y responsables, de acuerdo al estudio.
Liderado por investigadores de la Universidad de las Américas (UDLA), la Fundación Charles Darwin, y the Saint Mary's University (Canadá), el estudio examina la actualización del sistema de zonificación de las áreas protegidas de las islas Galápagos.
El estudio propone un enfoque más inclusivo y colaborativo para concluir la actualización de la zonificación, que inició en 2014 la Dirección del Parque Nacional Galápagos, con el patrocinio de organizaciones no gubernamentales.
Zonificación de Galápagos
La zonificación implica la delimitación de áreas específicas dentro de una región geográfica, cada una designada para diferentes usos o niveles de protección basados en criterios ecológicos, sociales y económicos, señala el estudio.
Con la zonificación se busca equilibrar la conservación de la biodiversidad con las actividades como la pesca y el turismo, en áreas ecológicamente sensibles como las del archipiélago Galápagos, que sirvió al científico británico Charles Darwin de inspiración para desarrollar su teoría de la evolución de las especies.
En un artículo sobre "el camino accidentado" hacia la conservación, publicado a partir del documento, señala como un avance relevante la integración de criterios de zonificación basados en la ciencia, asegurando la protección de Áreas Clave de Biodiversidad, a fin de conservar al menos el 30 % de los ecosistemas terrestres y marinos del archipiélago.
La investigación también revela el conflicto generado por la implementación unilateral de un santuario marino, "sin evidencia científica concluyente sobre su impacto socioeconómico", en referencia al Santuario Marino de Darwin y Wolf aprobado en 2016.
Según el estudio, "esta acción erosionó la confianza de los pescadores, lo que ha retrasado la implementación efectiva de la nueva zonificación de Galápagos desde su aprobación en marzo de 2016".
"Reconstruir la confianza"
Los investigadores sugieren reconstruir la confianza de la comunidad pesquera local. Una manera es involucrándola nuevamente en el proceso de actualización de la zonificación, dijo Mauricio Castrejón, autor principal del estudio.
Proponen la implementación de estrategias innovadoras de participación y el uso de incentivos de mercado para fomentar prácticas de pesca sostenibles.
Además, destacan la importancia de evaluar a largo plazo el impacto ecológico y socioeconómico generado por las zonas de conservación, lugares donde se prohíbe la actividad pesquera, así como la implementación de sistema de monitoreo e información avanzados para facilitar la cogestión adaptativa de las áreas protegidas de Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
"Con las estrategias adecuadas, podemos asegurar la conservación de los ecosistemas únicos de las Islas Galápagos y al mismo tiempo promover la prosperidad de sus habitantes", anotó Castrejón.
Comentó que el estudio ofrece, además, una guía para mejorar la gestión de áreas protegidas en todo el mundo, "apuntando hacia un futuro donde la conservación y las comunidades trabajen de la mano para el beneficio mutuo".
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