¿Ecuador está preparado para recibir grandes festivales al estilo Lollapalooza?
Empresarios del entretenimiento analizan las condiciones que tiene el país para organizar festivales musicales reconocidos a escala mundial.
Imagen del fetival Lollapalooza en Estados Unidos, realizado en 2022.
Lollapalooza
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Metallica, Justin Bieber, Bad Bunny, Paul Mccartney y Daddy Yankee son algunos de los grandes artistas que han aterrizado en el país en los últimos años. Si bien el mercado ecuatoriano ha dado grandes pasos como destino de conciertos de talla mundial, aún está lejos de consolidarse como escenario de festivales al estilo Rock in Río o Lollapalooza.
Durante sus primeros 100 días de gestión, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, aseguró que tiene la intención de que la ciudad organice eventos de gran trascendencia, como el famoso festival que nació en Estados Unidos en 1991.
Aunque reconoció que no es una tarea que depende solamente de la decisión municipal, pues los organizadores del evento exigen algunos requisitos relacionados con incentivos tributarios y con la permisividad para el consumo responsable de bebidas alcohólicas.
Sin embargo, las empresas productoras de este tipo de espectáculos sostienen que el país no está totalmente preparado para recibir estos eventos.
Jazmine Cattan, directora de comunicación de Sight Concerts, empresa organizadora del concierto de Roger Waters, cree que la principal limitación para realizar un festival es "la poca cantidad de personas que asistirían".
Esto se explica, agrega, en que las entradas tendrían costos elevados para que la productora pueda costear el pago de artistas, hospedaje y la logística que se requiere para uno de estos festivales, cuya duración es de tres días.
"A esto hay que añadir que los precios de los boletos se incrementaron por la reforma tributaria y muchas personas piensan dos veces para asistir a un concierto", señala.
No obstante, Cattan aclara que el país tiene la capacidad logística y la experiencia para organizar un festival.
"El problema pasa por un tema económico. Porque, para el concierto de Roger Waters, por ejemplo, vamos a levantar un escenario de 70 metros e instalar un sonido que hará parecer que el artista está cantando a lado tuyo. Estamos listos para todo", insiste .
En esto coincide Amir Abedrabbo, propietario de Output Shows, compañía que organiza el concierto que el cantante Enrique Bunbury brindará en Quito en diciembre de 2023.
"El mercado aún no es tan interesante y es un impedimento para hacer grandes festivales", señala.
Y, al igual que Cattan, dice que el país cuenta con la tecnología y la mano de obra calificada para un evento de estas características.
Los dos empresarios sostienen, además, que la industria requiere beneficios tributarios para atraer a artistas como Taylor Swift o Cold Play, que aún no tienen a Ecuador en su radar.
Paso a paso
El productor colombiano Juan Luis Restrepo enumera una lista de tres acciones que Ecuador debería implementar para ingresar en el circuito de los grandes festivales y conciertos de nuevos artistas:
- Reducir impuestos para esta actividad económica
- Mejorar su capacidad técnica y logística
- Realizar pequeños y medianos festivales para conocer el mercado
Restrepo recuerda que Colombia tampoco organizaba grandes festivales antes de la década de los 90. "Un esfuerzo público dio vida al festival Rock al Parque y ese fue el inicio para que la industria cultural crezca", dice.
Con relación a Ecuador, insiste en que las productoras deberían empezar organizando festivales de mediana escala, con una duración de un día, en el que un artista de gran nivel sea el "gancho" para el público.
"Los demás artistas puede ser de mediano impacto para atraer más público de todos los gustos", recomienda.
Y pone como ejemplo el Metal Fest que se realizó en Quito en abril pasado. El evento reunió a 10 de los grupos más importantes del género en el Parque Bicentenario.
"Es una señal de que es posible hacer festivales en Quito. Tal vez aún no a gran escala, pero todo es paso a paso para medir la respuesta del público", insiste.
Jazz Cattan, de Sight Concerts, adelanta que en los próximos días la empresa anunciará un festival de música latina para analizar la respuesta del mercado.
Seguridad en conciertos y festivales
Ante la crisis de seguridad que enfrenta el país, los organizadores de eventos masivos tienen posiciones contrarias sobre el futuro inmediato de los conciertos.
Jazz Cattan, vocera de Sight Concerts, dice que artistas como Raw Alejandro, quien se presentará en Quito y Guayaquil en octubre de 2023, "está pensando en la posibilidad de suspender su concierto en el Puerto principal.
"Como artistas y organizadores, piensas más de una vez para realizar un concierto en el que muchas personas están bajo tu responsabilidad", puntualiza.
Mientras que Amir Abedrabbo, propietario de Output Shows, dice que la salida a la ola de ineguridad no es suspender los conciertos. "Más bien hay que prepararse para garantizar que el espectáculo salga de la mejor forma".
Incluso, señala que en el país hay ciudades como Cuenca que también pueden ser escenario de conciertos que por alguna razón no se puedan realizar en Guayaquil.
"Lo importante es que el país se consolide como un mercado serio para estos eventos", sentencia.
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