El fentanilo sintético se mezcla con otras drogas y hasta con sedantes para animales
Tras la heroína y el fentanilo en polvo, los carteles mexicanos amplían el mercado de las drogas sintéticas mezclando el opiode con otras sustancias.
Un policía colombiano sostiene una ampolla de fentanilo, producido ilegalmente, y decomisado en el país, el 28 de julio de 2023.
HANDOUT / Colombian Police / AFP
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Más del 80% de los consumidores de drogas en Nueva York usan fentanilo, el poderoso opioide sintético responsable del dramático aumento de sobredosis fatales en Estados Unidos.
Pero apenas 18% lo hace de forma voluntaria, según un estudio divulgado el 16 de agosto, que subraya los peligros de la adicción a un producto que inició como un fármaco, recetado para pacientes con cáncer.
La mayoría de adictos en Nueva York no sabe que consume fentanilo, porque recurre a pastillas o drogas mezcladas, donde ya está presente el opioide sintético.
El fentanilo sintético se fabrica o 'cocina' en laboratorios clandestinos y a costos inferiores de la heroína. Desde hace unos cinco años, inunda el mercado estadounidense de las drogas.
Solo en 2022, ha provocado unas 70.000 muertes por sobredosis, de un total de las 106.000 registradas en Estados Unidos, con lo cual constituye todo un récord.
Las autoridades estadounidenses culpan a los carteles mexicanos de 'cocinar' el fentanilo sintético y ahora de mezclarla con otras drogas, y hasta con sedantes para dormir a caballos.
En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) ha descartado el consumo ilegal de fentanilo, negando así la versión del Hospital Bicentenario de Guayaquil, que encontró síntomas de adicción a la droga en pacientes que usan 'h'.
Según el MSP, solo hay un caso de un paciente intoxicado por un medicamento con fentanilo.
Mezclas letales
Originalmente, el fentanilo de uso 'médico' es un opioide, una clase de droga que se encuentra en la planta de amapola o dormidera, explica el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH).
Algunos opioides se elaboran a partir de la planta y otros en laboratorios, donde los científicos recrean la estructura química de la amapola para crear el medicamento.
Uno de los opioides más conocidos es la morfina, que se usa en pacientes con cáncer terminal, al igual que el fentanilo, y por ello la OMS defiende el uso de ambos en la medicina.
"Cuando lo receta un médico, el fentanilo se puede administrar en forma inyectable, en forma de un parche o en forma de pastillas para la tos", dice el NIH.
Pero, en el mercado ilegal se lo vende en forma de polvo, vertido en gotas, sobre papel secante, y en cápsulas parecidas a las de otros opioides recetados.
Son estas últimas cápsulas las que se están mezclando con otras drogas, como heroína, metanfetamina y la cocaína, para aumentar su potencia y 'optimizar' el fentanilo, ha reconocido la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos.
Según indicó Ed Ternan, cofundador de la organización 'Song For Charlie', al diario Los Angeles Times, las pastillas falsificadas son un problema enorme para los adictos a las drogas.
Un paciente adicto a las drogas consumirá fentanilo sin saberlo y le provocará más daños y riesgos de tener una sobredosis.
Esto ocurre porque el fentanilo es 50 veces más poderoso que la heroína y mezclado es aún más letal.
"Estas píldoras falsas están por todas partes, hasta el punto de que, si alguien consigue una píldora en Internet o en redes, es falsa, y está hecha con fentanilo", afirma Ternan, de la ONG.
Con sedantes para caballos
En una reciente entrevista con la agencia AFP, la fiscal antidrogas de Nueva York, Bridget Brennan, detalló sobre una nueva mezcla mortal del fentanilo.
"La xilacina se mezcla ahora con fentanilo. Y la xilacina no es un opioide, es un sedante, un tranquilizante para animales (...) Esta mezcla no solo es mortal, sino también muy destructiva", dijo Brennan.
El año pasado, la oficina de Brennan confiscó un millón de comprimidos de fentanilo, mezclados con sedantes para caballos. Esto representó un 425% más que en 2021.
"Y el fenómeno sigue extendiéndose. Las pastillas se distribuyen por las redes sociales e internet. Pueden imitar marcas de otros fármacos", agregó la fiscal.
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