Qué es el 'Niño costero' y cómo influye en el litoral de Ecuador

El calentamiento del mar, que ocasionó exceso de precipitaciones en el litoral ecuatoriano entre febrero y abril, persiste frente a las costas de Perú y Ecuador. Se trata del denominado 'Niño costero', que está influyendo en nuevas lluvias y daños en la Costa. 

La Comisión del Estudio del Fenómeno en Perú (Enfen) mantiene el estado de alerta por El Niño costero.  Es más, el organismo advirtió del aumento del calentamiento del mar frente a las costas de ambos países durante la última semana. 

En Ecuador, el calentamiento ha contribuido a una mayor evaporación de agua y a lluvias.

Freddy Hernández Vaca, investigador oceanográfico, explica que estas anomalías en la Costa comenzaron a inicios de febrero. De hecho, las considera ya como parte del desarrollo del fenómeno de El Niño global, que se consolida lejos de la costa, en mar abierto.

“Todo el mundo se pregunta cuándo viene El Niño, pero es inminente. Las anomalías en la temperatura del mar en la Costa ya son parte del fenómeno en su fase de desarrollo”, señala Hernández, oceanógrafo doctorado en la Universidad de Concepción (Chile).

Las fuertes precipitaciones provocaron el fin de semana último severas inundaciones en la provincia de Esmeraldas, causando afectaciones a 14.000 personas.

“El Niño no es un alumbramiento instantáneo. Y lo que estamos viviendo ahora ya es parte del fenómeno, que tiene un desarrollo, una fase madura y un decaimiento”.

Freddy Hernández, doctor en Oceanografía.

La madrugada y la mañana del 6 de junio de 2023, Guayaquil registró un nuevo aguacero, en un mes que habitualmente marca el inicio de la etapa seca en la Costa. 

¿Qué es el 'Niño costero'?

La evolución de las anomalías del fenómeno de El Niño se extienden hasta por 22 meses. Su desarrollo toma entre dos a tres meses, 15 meses de fase madura o máxima, y entre tres y cuatro meses de decaimiento, según el oceanógrafo. 

El denominado ‘Niño costero’ no es más que un proceso de calentamiento del mar en las costas, que hace parte del desarrollo del fenómeno global, agrega.

Es decir, se trata de un calentamiento anómalo en la región Niño 1+2, que incluye a la costa de Perú y Ecuador, mientras que el fenómeno global madura lejos de la costa (región Niño 3,4) cuando el calentamiento costero se irradia a mar abierto.

‘El Niño costero’ es una denominación acogida por las autoridades peruanas para generar alertas sobre el calentamiento inmediato a las costas. “Pero es un indicador aceptado y usado también por parte de la comunidad científica internacional”, indica Hernández.

En Ecuador no se usa el término, pues el comité científico del Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) utiliza un índice ecuatoriano para generar avisos y alertas.

El Enfen peruano advierte de un 90% de probabilidad de que el calentamiento del mar frente a las costas se mantenga de moderado a fuerte entre julio, agosto y septiembre. 

Mientras que la temida fase madura y global de El Niño se desarrollará entre noviembre y diciembre de 2023, según las previsiones. 

Que las lluvias continúen en los próximos meses dependerá de la temperatura del mar en la zona costera: sobre los 27 grados favorece a la evaporación de agua. 

Lo habitual son 25 grados (y se está reportando entre 27 y 28 grados) por lo que, si persiste, la anomalía puede distanciar al litoral ecuatoriano de una etapa seca normal.

Más lluvias en junio

El Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen), comité que evalúa las condiciones oceánicas y atmosféricas de Ecuador, se reunió la tarde del 6 de junio. Se espera que emita su informe sobre las condiciones reinantes y las tendencias futuras. 

Pero Carlos Naranjo, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), adelantó que no sería extraño que episodios de lluvias de intensidad moderada como los registrados en Guayaquil se vuelvan más frecuentes en los próximos días. 

“En el mes de junio ya debería empezar la transición hacia la época seca en la Costa. Pero estas anomalías cálidas persistentes de la temperatura del mar frente a nuestras costas hace que las precipitaciones todavía se extiendan”, coincidió Naranjo. 

En Guayaquil, por ejemplo, llovió en una noche casi la mitad de lo que se espera para todo el mes de junio en la estación meteorológica del Aeropuerto (15,9 milímetros).

Mientras, Esmeraldas recibió en 12 horas más de la cantidad de lluvia habitual de un mes, es decir 46 milímetros.

En la Costa, las lluvias más intensas de febrero, marzo y abril incluso duplicaron los niveles habituales por mes. 

En un boletín, el Inamhi aclaró que las inundaciones en Esmeraldas aún no están relacionadas con el fenómeno de El Niño global como tal, que “está en etapa de desarrollo” y bajo vigilancia.

Pero entre los factores océano atmosféricos que incidieron en las lluvias menciona las “condiciones muy cálidas en el Océano Pacífico frente a nuestras costas”.

Se trata de una importante fuente de humedad que puede intensificar las lluvias en zonas del litoral, agrega.

En el episodio de precipitaciones excesivas en Esmeraldas también influyeron la abundante cantidad de humedad de la cuenca Amazónica y la zona de convergencia intertropical.