38 casas patrimoniales, vulnerables ante El Niño en Guayaquil
Justicia y Vigilancia notificó a los propietarios de 38 bienes patrimoniales que están en situación de vulnerabilidad ante las lluvias. El Municipio de Guayaquil interviene el antiguo colegio Ana Paredes. "Los dueños están dejando destruir las casas", dice una funcionaria.
La casa patrimonial Maldonado, a punto del colapso, en las calles Víctor Manuel Rendón, entre Pedro Carbo y Panamá, en el centro de Guayaquil.
Municipio de Guayaquil
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Techos con goteras, lozas que registran filtraciones o viviendas sin tejado. Las casas patrimoniales de Guayaquil, construidas a menudo con madera y hormigón, parecen estar condenadas a pudrirse a la intemperie.
“Los propietarios están dejando caer las viviendas patrimoniales; prefieren vender los terrenos y es la memoria de la ciudad la que se pierde”, advierte María Isabel Silva, directora de la Unidad Técnica de Patrimonio Cultural (UTPC) del Municipio de Guayaquil.
La nueva administración municipal, que cumplió 100 días de labores, intervino por ejemplo el edificio patrimonial municipal donde funcionó el colegio Ana Paredes de Alfaro, abandonado por más de siete años.
De hecho, la Dirección de Justicia y Vigilancia de la Municipalidad notificó a propietarios de 38 bienes patrimoniales por encontrarse en situación de vulnerabilidad ante una fuerte etapa lluviosa o ante el fenómeno de El Niño.
Se trata de 38 inmuebles en el centro de la ciudad, algunos de ellos con fachadas y elementos ornamentales que pueden caer con El Niño o ante sismos, por lo que preocupa su cuidado, agregó la directora.
El Inocar elevó al 99% la posibilidad de que El Niño se produzca entre septiembre y diciembre de 2023, con lo que se espera se adelanten las lluvias.
En la notificación municipal a los propietarios de casas patrimoniales privadas se pide tomar medidas con las cubiertas o tejados. “Lo peor que puede pasar a una casa antigua de construcción mixta es que le caiga el agua”, dice Silva.
Ordenanza para el patrimonio
La Municipalidad es corresponsable del seguimiento y acompañamiento de los bienes patrimoniales, pero la responsabilidad principal del cuidado recae en los propietarios de los inmuebles, según la funcionaria.
Se requiere de una ordenanza que establezca mecanismos de control y un marco regulatorio para evitar que los propietarios que descuiden los inmuebles, pero también para “sentar incentivos y compensaciones”, dijo.
Lo ideal sería que estas casas puedan incorporarse como cafés, bares y restaurantes a unos circuitos culturales y gastronómicos en un proyecto macro de recuperación del centro, de acuerdo a la visión de la UTPC.
El Gobierno Nacional transfirió a los Municipios la competencia de preservar, mantener y difundir el patrimonio cultural a partir de 2015. Pero desde entonces, la queja habitual es que nunca se transfirió el presupuesto para su cuidado.
Es decir, las municipalidades no han recibido la competencia integral del Estado central, puesto que no se han depositado los recursos para el mantenimiento de los bienes patrimoniales.
La Unidad Técnica de Patrimonio Cultural de Guayaquil tiene solo un año de creación, por ejemplo, cuando la competencia se transfirió hace ocho.
“Hay casas patrimoniales a punto de caer, incluso con peligro para los ciudadanos. Es algo que nos tomamos en serio, tenemos un levantamiento del patrimonio de la ciudad”
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, ratificó el 30 de agosto de 2023, en un enlace radial, que la ciudad “necesita los recursos para invertir” en patrimonio. Además, dijo que se busca intervenir de forma progresiva.
Casas patrimoniales en riesgo
Alvarez se refirió a edificaciones como la casa Maldonado, a punto del colapso, en las calles Víctor Manuel Rendón, entre Pedro Carbo y Panamá, en el centro de la ciudad, que se construyó entre 1938 y 1945.
Ante las condiciones de deterioro, inestabilidad e insalubridad, el Municipio tuvo que instalar en enero pasado una lona en la fachada “para evitar que la estructura vetusta ocasione un accidente y afecte a los peatones que transitan por el sector”.
La anterior administración municipal apuntó a que la salvación de esa vivienda “requeriría de una gran cantidad de dinero que el Municipio no tiene”. La casa se encuentra sin techo y la estructura está a punto de venirse abajo.
Mientras que el Municipio inició hace una semana la intervención del edificio patrimonial municipal donde funcionaron los colegios Ana Paredes de Alfaro y César Borja Lavayen (inaugurado en 1931) en las calles Sucre y Chimborazo, en el centro.
En una minga con diferentes direcciones municipales se inició la limpieza del lugar, abandonado tras el terremoto de abril de 2016, aunque en las primeras inspecciones no se han encontrado fallas estructurales.
Se había convertido en un sitio sucio y maloliente para los transeúntes. Mientras que el interior había sido tomado por árboles, arbustos y vegetación.
La edificación carece de ventanales y la loza de la planta alta registra filtraciones, por lo que debe ser sometida a estudios estructurales y capacidades de carga, a través de una consultoría.
El Municipio busca restaurar la edificación para reubicar allí parte de las colecciones de los 270.000 libros de la Biblioteca Municipal. También se evalúa convertir al lugar en un centro cultural con un cine municipal.
Compartir: