El 9,6% de familias ecuatorianas vive en hacinamiento
En las provincias de Orellana y Morona Santiago, el hacinamiento supera el 19%, siendo el porcentaje más alto de Ecuador. El 14% de las casas del país presenta daños estructurales.
Un hombre camina por las calles del Guasmo Sur, en Guayaquil, el 14 de enero de 2022.
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Vivir en condiciones precarias siguen siendo un problema para miles de ecuatorianos. Un reciente estudio del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC) revela que el 9% de los hogares del país vive en hacinamiento.
Para tener una idea del número de personas que conforman ese 9%, el INEC determina que un hogar, en promedio, está formado por cuatro personas: dos adultos y dos niños. Esto significa que alrededor de 1,5 millones de ciudadanos, de los 17,5 millones de habitantes de Ecuador, vivirían en estas condiciones.
Según el INEC, entre 2018 y 2021 hubo un mínimo descenso del porcentaje de hogares en hacinamiento.
En 2018, el 10,4% de las familias lidiaban con este problema, mientras que en 2021, la cifra llegó al 9,6%
Como ocurre con otras problemáticas sociales, las familias de las zonas rurales del país son las que soportan en mayor medida esta dificultad.
El estudio explica que en 2021, el hacinamiento golpeaba al 10,3% de las familias del área rural y al 9,3% de las que viven en los centros urbanos.
Una de estas familias es la de Mariuxi Tipán. Ella, su madre y sus dos hijos arriendan un cuarto en el bario La Dolorosa, en el sur de Quito.
En ese pequeño espacio tienen dos camas, una cocina, un baño y una pequeña refrigeradora. También hay una mesa de plástico con tres sillas que los niños ocupan para comer y para hacer las tareas escolares. No hay espacio para la sala.
Tipán dice que vive en estas condiciones porque no tiene un trabajo formal y debe cuidar a su madre que sufre de diabetes.
"Lo poco que gano lavando ropa y limpiando casas me alcanza para pagar el arriendo, comprar comida y para pagar los servicios básicos", dice.
¿Dónde hay mayor hacinamiento?
Orellana, con el 19,5% de familias en viviendas precarias, y Morona Santiago, donde la cifra llega al 19%, son las dos provincias con mayor prevalencia de hacinamiento.
A ellas se suma la provincia de Santa Elena, con el 17,9% de hacinamiento. El ministro de Inclusión Económica y Social (MIES), Esteban Bernal, también recuerda que Santa Elena es una de las provincias más golpeadas por la desnutrición crónica infantil.
Allí, el 34% de los niños menores de cinco años sufre de desnutrición, frente al 30% del promedio nacional.
Según la Secretaría Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, el problema de la desnutrición no se explica solamente con la escasez de alimentos. También se relaciona con la falta de acceso a servicios básicos y a un entorno de vida adecuado.
La encuesta del INEC, por el contrario, muestra que Tungurahua, Pichincha y Azuay son las provincias en las que existen bajos porcentajes de hacinamiento. El indicador, en las tres localidades, es menor al 5%.
Con relación a las etnias que viven en peores condiciones, el INEC dice que los indígenas y los afroecuatorianos concentran la mayor cantidad de hogares en hacinamiento. Cada una de estas dos etnias tiene al 13,9% de sus familias bajo este problema.
Muy de cerca aparecen los montuvios, con el 12,4%, mientras que los blancos y los mestizos tienen los mejores indicadores.
Viviendas en mal estado
La encuesta del INEC también hace un análisis sobre las condiciones de las viviendas. Señala que el 14% de las casas no pueden ser habitadas porque presentan daños estructurales.
Un ejemplo son las 43 casas del barrio Solanda, en el sur de Quito, que diariamente se hunden.
Guillermo Arce, uno de los vecinos de esta zona, dice que los problemas aparecieron en 2017, cuando el Municipio de Quito empezó la construcción del Metro.
A finales de 2017, Arce y su familia tuvieron que abandonar su vivienda porque las paredes se empezaron a caer y las ventanas y las puertas se doblaron. La casa quedó inhabitable.
Un estudio elaborado por la Pontificia Universidad Católica de Quito señala que, si bien la construcción del Metro ocasionó daños en las viviendas del sector, también hay otras tres causas:
- El nivel freático del suelo.
- Las viviendas tienen más de cuatro pisos.
- Problemas en el sistema de alcantarillado y agua potable.
Pero la encuesta del INEC también detalla que en el país hay casas que requieren arreglos para evitar daños estructurales.
Los datos muestran que el 39,5% de las viviendas deben recibir algún tipo de arreglo. Esta cifra se eleva al 48,4% en la ruralidad y desciende al 35,5% en las ciudades.
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