Casi 600.000 familias en Ecuador no tienen vivienda propia
El presidente Lenín Moreno entregó dos casas en el sector de Monte Sinaí, Guayaquil, el 27 de agosto de 2020.
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Uno de los ejes del programa del Gobierno, Casa para Todos, era reducir el déficit cuantitativo de vivienda al 9,9% en 2021, cuando Lenín Moreno deje el poder.
Esta cifra se refiere a las familias que no tiene una casa estructurada o levantada para habitar.
Para cumplir esta meta, Moreno prometió en tiempos de campaña construir 325.000 casas en sus cuatro años de administración.
Luego, en febrero de 2019, el Presidente admitió que el Gobierno anterior le dejó un enorme hueco fiscal y por ello debía rebajar la promesa. Ahora serían 220.000 casas por edificar.
¿Cómo avanza el cumplimiento del proyecto? Según cifras del Ministerio de Vivienda, proporcionadas el 27 de agosto de 2020, se prevé construir 140.000 casas hasta 2021.
Es decir son 80.000 casas menos que la segunda promesa del proyecto. Incluso esta cifra será difícil de alcanzar, explica el analista económico Alberto Acosta Burneo.
"No todas las viviendas son subvencionadas por el Gobierno, por lo que ese número está por verse", dice Acosta.
Y aún con la entrega de estas 140.000 casas el próximo año, el déficit habitacional seguirá por encima del 10%.
Hasta el 2018 y de acuerdo con el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), este déficit llega al 12,4% a nivel nacional. Esto representa 573.339 familias que no cuentan con casa propia.
En el sector rural, la situación es más complicada puesto que el 25,9% de hogares no tienen donde vivir, versus el 8% de las ciudades.
¿Por qué se ha incumplido la promesa?
Para el economista Acosta Burneo, el Gobierno actual y el anterior han jugado a ser banqueros, empresarios de la telefonía y de la aviación. Lo dice en referencia a los activos que posee el Estado como el Banco del Pacífico, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y la empresa pública Tame.
Por ello, según Acosta, una de las razones del incumplimiento de programas sociales como el de vivienda se debe a que el Gobierno no ha priorizado el gasto fiscal y de inversión.
"Esos USD 400 millones que perdieron en Tame pudieron haberlos invertido en vivienda social", añade el analista.
Considera, además, que el plan Casa para Todos fue irreal desde el inicio. "Partió desde un desconocimiento del presupuesto y pensaron que podían seguir endeudándose como en el pasado".
Como informó PRIMICIAS en febrero de 2020, el gobierno de Moreno elevó el monto de inversiones del programa habitacional en un 161% para este año.
El plan pasó de un presupuesto inicial de USD 290 millones a USD 756 millones.
Viviendas en la pandemia
El 27 de agosto de 2020, el presidente Moreno entregó dos casas subsidiadas por el Estado en la cooperativa Las Palmas. Esto se ubica en el sector de Monte Sinaí, uno de los asentamientos irregulares más pobres de Guayaquil.
Moreno aseguró que su Gobierno no ha dejado de entregar viviendas en la pandemia y que él mismo inauguró seis urbanizaciones.
En Monte Sinaí, el Gobierno prevé entregar 27 casas en total. "Son casas bonitas y medianamente cómodas con la altura para cualquier persona entre, sin golpearse en el techo", dijo Moreno.
Esto lo mencionó a propósito de los programas habitacionales entregados durante la administración de Rafael Correa.
Las casas del plan Socio Vivienda en el período correísta tienen 39 metros cuadrados, un espacio que resulta pequeño para una familia promedio de cuatro integrantes.
Entre 2007 y 2012, el período de bonanza del correísmo debido a los altos precios del barril de crudo, se entregaron 255.000 viviendas.
A partir de 2013 la situación cambió y esto se evidencia en los bonos de vivienda emitidos. En 2017 se entregaron 2.797 ayudas de este tipo en el país.
Mientras que en el gobierno de Alfredo Palacio, el antecesor de Correa, se puso en marcha un plan habitacional que favoreció a un total de 36.455 hogares, según cifras del Ministerio de Vivienda
Cantidad versus calidad
Julia Vargas tiene tres hijos y vive en Monte Sinaí. Es una casa de caña y esquinera. La puerta de ingreso es una plancha de zinc que se debe mover con cuidado, por el peligro de cortarse la piel.
Del mismo material está hecho el techo. Adentro,es un solo espacio: en una esquina están las camas y en otra, la cocina, donde se preparan los alimentos. El baño está afuera. Es una letrina que comunica con un pozo séptico.
“Como no hay agua, no hay tuberías, ni alcantarillado. Entonces con un balde sacamos el agua del tanque que está afuera y la usamos para cocinar o asearnos”, explica Julia.
La vivienda de Julia y sus tres hijos sirve como ejemplo para ilustrar el otro tipo de déficit habitacional en el país: el cualitativo.
Este factor, según el INEC, se refiere a las casas con carencias en su estructura, espacio o acceso a servicios públicos. A escala nacional, este déficit cualitativo de viviendas llega al 33,5%, es mayor en 21 puntos porcentuales que el número de casas sin construir o el déficit cuantitativo.
Cuatro tipo de casas, pocos compradores
Hasta el momento Julia y su familia en Monte Sinaí no han podido acceder a la subvención del programa Casa para Todos y mejorar la calidad de vivienda.
El programa estatal contempla cuatro tipos de soluciones habitacionales:
- Estructuras subsidiadas al 100% para hogares en extrema pobreza.
- Casas de USD 23.000 a USD 40.000, en este grupo el Gobierno entrega un bono de USD 6.000, pero el resto se financia con un tasa de interés de 4,9% a 25 años plazo.
- El tercer grupo son casas de hasta USD 70.000, pero no se contempla el bono.
- Y el cuarto tipo de viviendas cuestan hasta USD 90.000.
Por otra parte, para impulsar la construcción de viviendas, el Estado emitió un Bono Soberano en el mercado internacional, con respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El monto fue por USD 400 millones y la operación debe servir para que los bancos locales promuevan hasta 24.000 créditos hipotecarios para la vivienda social.
El problema radica, según el analista Acosta Burneo, en que los ecuatorianos no están pensando en comprar una casa nueva. "La gente ha perdido su empleo y otros han visto como su salario se reduce debido a la pandemia. Los hogares tienen otras preocupaciones".
Por ejemplo, hasta junio de 2020, según datos de la Superintendencia de Bancos, se han colocado apenas USD 40,6 millones en créditos para vivienda.
El Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (BIESS) ha entregado USD 155 millones de créditos hipotecarios en 2.729 operaciones hasta julio de este año.
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