Más del 70% de las familias redujo sus ingresos por culpa de la pandemia
Menos ingresos, desempleo, dificultad para acceder de alimentos y a las vacunas regulares, así como problemas en la interacción y en la educación de los niños, son algunos de los efectos provocados por la pandemia e identificados por un estudio de la PUCE.
Una persona pide dinero en las calles del Centro Histórico de Cuenca, el 11 de marzo de 2021.
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Las familias ecuatorianas con ingresos menores al salario básico unificado son las más golpeadas por la pandemia de Covid-19, y la situación es más compleja aún cuando en esos hogares viven niños y adolescentes.
Esa es una de las conclusiones centrales de un estudio publicado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), sobre los efectos de la pandemia en las familias.
Entre los principales temas que abarca ese informe están: la reducción de ingresos que han sufrido los hogares, los problemas que viven los niños en medio de la pandemia, las dificultades de las familias para acceder a alimentos y el desempleo.
"La investigación se realizó en dos períodos. El primero, entre octubre y noviembre de 2020, y el segundo entre enero y febrero de 2021. La muestra que se utilizó fue de 3.618 hogares", explica Pablo Samaniego, autor de la investigación.
Familias sin dinero
Uno de los principales resultados que arroja el estudio es que durante el tiempo analizado más del 70% de los hogares sufrió una reducción en sus ingresos.
"Parecería que en el segundo período hay una pequeña recuperación, pero no es significativa. Solo el 30% de las familias ha podido mantener los ingresos que tenía antes de la pandemia", dice Samaniego.
La investigación devela que en los hogares donde hay niños o adolescentes la caída en los ingresos fue mayor. El porcentaje bordea el 80%, "es un indicador de que los hogares con niños son los más golpeados por la crisis", agrega.
"A esto se suma que la mayor cantidad de personas que han perdido el empleo son aquellos que tenían ingresos menores a USD 288 o que no han terminado sus estudios de secundaria", agrega el investigador.
Problemas emocionales
Los más pequeños son quienes asumen directamente las consecuencias de la crisis. Según el estudio, la situación emocional de los niños es compleja; más del 37% de los hogares encuestados reconoció que los niños están tristes y sin ánimo.
Un porcentaje menor dijo que muestran señales de agresividad. En el primer período la cifra fue del 33,4% y en el segundo, del 32%.
A Samaniego le llama la atención el porcentaje de niños que tiene pesadillas. Sobre todo porque el número aumentó entre los dos períodos. Pasó del 11% al 12,1%.
Para él, los problemas emocionales que sufren los niños se relacionan directamente con el limitado acceso al sistema educativo. Que pasó de ser presencial a la modalidad virtual.
La causa principal para no acudir a clases es la falta de acceso a internet y a una computadora. Esto se traduce, a su vez, en que la mitad de los hogares encuestados califican como mala o muy mala la educación de sus hijos.
El porcentaje crece hasta el 58,3% en los hogares cuyos hijos estudian en el sistema público.
Problemas para acceder a alimentos y a vacunas
La mayor dificultad para acceder a alimentos durante la pandemia es otro de los hallazgos del estudio. "Los hogares del estrato socioeconómico más bajo son los que tienen más problemas para adquirir alimentos que garanticen una buena nutrición", dice Samaniego.
Apunta que si la situación económica de los hogares mejora, las dificultades para conseguir comida disminuyen.
Por ejemplo, en los estratos económicos con ingresos más bajos las dificultades crecieron significativamente. De un 67,4% durante el primer periodo de análisis, al 75,2% durante la segunda etapa.
Mientras que en nivel económico alto la cifra se incrementó del 14,9% al 15,5%.
El acceso al esquema de vacunas regular también se volvió un calvario durante la pandemia.
La investigación muestra que los niños no accedieron a las vacunas necesarias porque sus padres tuvieron miedo a contagiarse, porque el centro de salud estuvo cerrado o porque no hubo vacunas disponibles.
Samaniego dice que el nuevo gobierno deberá destinar recursos económicos para evitar que la situación de los sectores más vulnerables empeore.
Considera que una de las medidas que deben mantener son las transferencias económicas directas a las personas que viven en situación de pobreza y extrema pobreza.
Y sostiene que "es necesario fortalecer los sistemas de salud y de educación públicos para garantizar los derechos de las personas con menores ingresos".
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