Familia Baquerizo pide que el sorteo para designar a jueces sea público
El único procesado hasta ahora, y sentenciado a cinco meses de prisión, ya salió en libertad. Se trata de Richard Anzoátegui, quien maquilló el cuerpo de Lisbeth Baquerizo.
Kathy Muñoz y Mario Baquerizo, padres de Lisbeth Baquerizo, víctima de femicidio. Guayaquil, julio de 2021.
Carolina Mella
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Siete meses después del asesinato de Lisbeth Baquerizo, de 30 años, llaman a juicio a seis implicados por el delito de fraude procesal. Es decir, por haber manipulado la escena del asesinato de Lisbeth y engañar a sus padres diciéndoles que se cayó por las escaleras.
Hasta el momento, Richard Anzoátegui, el formolizador y maquillador del cuerpo de Lisbeth, que admitió su participación por no haber llamado a la policía para que criminalística hiciera la autopsia, salió de prisión, después de haber cumplido la sentencia impuesta de cinco meses.
Para evitar más retrasos, la defensa de los padres de Lisbeth quieren que el sorteo para designar al tribunal que juzgará a los implicados por fraude procesal, sea público para asegurar transparencia.
Si para Kathy Muñoz, la muerte de su hija ha sido una película de horror, el proceso judicial no ha estado alejado de elementos curiosos.
Como alertas de bomba cuando empezaba la declaración de los padres del principal sospechoso del femicidio.
También cambios de fiscal, ya que Luis Machado es investigado por fraude procesal en otro caso. Ahora, la fiscal Yoli Pinillo lleva el caso.
También la fuga del sospechoso del crimen el mismo día de la emisión de la boleta de detención, e incluso que la Fiscalía allane sus propias oficinas por filtración de información.
Así va el proceso
Los llamados a juicio son Luis Hermida, esposo de Lisbeth; Luis Bolívar Hermida y Nancy Núñez, los suegros; Miguel Ángel Hermida, el cuñado; Marlon Eras, el médico que supuestamente firmó el acta de defunción falsa; y Roland Eras, quien entregó el certificado a Richard Anzoátegui.
“El médico Marlon Eras testificó que dio autorización a su hermano Roland para que le diera un certificado de defunción en blanco a Anzoátegui, cuando el deber de él era revisar el cuerpo y después extender el certificado, pero eso no sucedió”, explica Silvio Enríquez, abogado de la familia Baquerizo.
“Anzoátegui declaró que cuando llegó a la casa de Lisbeth, además de Luis Hermida, estaban sus padres y el hermano, que le dijeron que no era necesario hacer la autopsia. Con quien tuvo contacto en todo momento fue con Luis Bolívar Hermida”, explica la fiscal Yoli Pinillo.
Además, el día del velorio, después de que Kathy fue a denunciar el caso a la Fiscalía, la funcionaria de turno emitió una boleta de detención para las investigaciones, pero cuando los agentes de la policía llegaron al sitio, casi fueron atropellados por Miguel Ángel y Luis Hermida, en su escape.
“Los familiares impidieron que ellos dieran el cumplimiento a la disposición fiscal, entonces todos coadyuvaron para que él huyera del lugar, es ahí donde se configura este delito”, dice Pinillo.
Al huir, el principal sospechoso del crimen y quienes le habrían ayudado a limpiar la escena, no pueden ir a juicio porque no se los puede juzgar en ausencia.
Para Luis y Miguel Ángel Hermida Núñez, Luis Bolívar Hermida Gómez y Roland Eras, el juicio queda suspendido hasta que los capturen, y aunque tienen una boleta de detención, la Policía todavía no los encuentra.
Solo dos de los seis implicados podrían ir a juicio por fraude procesal, Nancy Nuñez y Marlon Eras, quienes tienen medidas cautelares.
Por el delito de fraude procesal, los implicados pueden recibir una pena de entre uno y tres años de prisión.
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