Mayoría de víctimas del aluvión estaba en un partido de ecuavóley
Momentos de desesperación se vivieron en Criminalística, a medida que llegaban los familiares en busca de sus seres queridos.
Familiares de una de las víctimas del aluvión de La Gasca y La Comuna, se lamentan por sus familiares en el edificio de Criminalística, en Quito, el 1 de febrero de 2022.
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De la cancha de ecuavóley Carlos Eduardo Ortiz en el barrio La Comuna Baja, en el norte de Quito, solo quedó el graderío. Esa fue una de las primeras zonas en recibir el impacto del aluvión ocurrido en los sectores La Comuna y La Gasca, la tarde y noche del 31 de enero de 2022.
Al momento del desastre en esa cancha había más de 40 personas, algunos estaban jugando y el resto como espectadores. La mayoría de los 26 fallecidos, 53 heridos y 10 desaparecidos reportados por el aluvión estuvo en esa cancha barrial.
Los familiares llegaron durante todo el día al edificio de Criminalística, para enterarse si es que sus familiares estaban entre las víctimas. Algunos aún tenían su ropa llena de lodo.
Uno de los fallecidos es Wilmer Moreira, de 45 años. Su esposa Irma Tacuri, de 41 años, contaba que él iba casi todos los días, desde el sector de La Pulida, a jugar ecuavóley en la cancha de La Comuna Baja.
"En las noticias me enteré de la muerte de mi esposo", le decía a uno de los funcionarios del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que atendía a los familiares de las víctimas.
El funcionario revisó las dos listas de fallecidos que tenía en sus manos, mientras decenas de familiares los buscaban para conocer el paradero de sus allegados fallecidos y desaparecidos. Nada.
El nombre de Wilmer Moreina no estuvo en los registros de criminalística hasta la tarde del 1 de febrero.
Estefanía Mena también acudió al edificio de Criminalística para identificar el cuerpo de su cuñado Luis Conza, de 34 años, quien también estuvo en la cancha de La Comuna durante el aluvión.
El cuerpo del joven fue localizado a la 01:30 del 1 de febrero, a cinco cuadras de la cancha.
Tragedias familiares
Los familiares de las víctimas, aún con lodo en su vestimenta, cuentan que en esa cancha de ecuavóley se reunían a diario más de 40 personas y los fines de semana el doble. Los partidos se jugaban desde las 16:00 hasta las 21:00 y los fines de semana hasta medianoche.
Jorge no sabe si su hermano Edwin Chalco está muerto o desaparecido. "Sus compañeros me dijeron que estaba en las canchas. Él jugaba como servidor", explicaba al pedir asistencia al personal de criminalística.
El registro e identificación de fallecidos en Criminalística fue largo y complejo. Eso provocó reclamos de quienes buscaban a familiares desaparecidos o intentaban retirar los cuerpos para su velación.
"Estamos afuera con la carroza fúnebre", explicaba Narcisa Panoluisa a un policía. Su hermana Melani, de 17 años de edad, falleció tras ser arrastrada dos kilómetros por el lodo.
La mujer cuenta que su hermana regresaba de un curso de nivelación, en donde se preparaba para dar el examen de ingreso a la universidad, "quería ser doctora".
"Melani estaba en la puerta de la casa. Timbró y mis papás salieron a verla. Los tres fueron arrastrados por el aluvión", relata la hermana mayor.
Su madre fue rescatada con vida, pero está en terapia intensiva y su papá tiene 12 fracturas en las costillas. "Ellos no saben de la muerte de Melani", suelta Narcisa, mientras habla con un familiar por teléfono.
En la entrada de Criminalística, varios funcionarios brindaban atención a los familiares, además del personal de Criminalística. Por ejemplo, funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos ofrecían asistencia psicológica.
"Fue un fenómeno natural extraordinario", insiste el Alcalde
Las últimas horas del alcalde de Quito, Santiago Guarderas, han sido intensas. La noche, tras el aluvión, Guarderas acudió al sector de La Comuna y fue abucheado por moradores. Las críticas fueron registradas en las redes sociales.
El 1 de febrero, tras realizar un recorrido por La Comuna y La Gasca, el alcalde visitó las instalaciones de Criminalística. Esta vez los ciudadanos le pidieron ayuda para acelerar el proceso de identificación de víctimas.
En entrevista con PRIMICIAS, Guarderas insistió que la causa fue "un fenómeno natural extraordinario", aunque que sí hay preocupación por la situación en otras quebradas de Quito, "hemos hecho monitoreo y mantenimiento permanente", dijo.
Además, el Municipio habilitó ocho albergues temporales para atender a los damnificados por el aluvión. Hasta la tarde del 1 de febrero, pocos llegaron hasta esos lugares.
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