Covid-19: Europa empieza a volver a la calle, cada país tiene su receta
Cientos de sillas han sido colocadas ante la Puerta de Brandemburgo en Berlín, Alemania, el viernes 24 de abril. El sector de la hostelería alemana protesta contra la falta de garantías y ayudas a corto plazo para el sector .
EFE
Autor:
Actualizada:
Compartir:
No es una decisión fácil para los países europeos tan golpeados por la pandemia, como Italia y España, pues al riesgo de un posible rebrote (con sistemas sanitarios aún saturados), se contrapone la urgencia por reactivar las actividades productivas.
Esto ante las cifras apocalípticas del impacto de la pandemia sobre la economía.
Los gobernantes de los países miembros de la Unión Europea (UE) relajan paulatinamente las medidas, cada uno con su propia estrategia, lo mismo que sucedió a la hora de combatir la pandemia.
De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, las muertes mundiales relacionadas con el coronavirus superaron el 25 de abril el umbral de 200.000, y se calcula que los casos confirmados del virus llegarán a tres millones en los próximos días.
Más de la mitad de las muertes han sido reportadas por Estados Unidos, España e Italia.
A pesar de ello, en España, tras seis semanas de confinamiento, los niños de hasta 14 años, podrán salir a la calle con condiciones (acompañados por un adulto y guardando las distancias), durante períodos cortos de tiempo.
La medida empezará a aplicarse este 27 de abril, según lo anunció el presidente Pedro Sánchez. En la misma comparecencia, el socialista reiteró que el Estado de Alarma seguirá vigente, aunque con una “desescalada paulatina por zonas”.
Por el momento, el Estado de Alarma se extenderá hasta el 9 de mayo, con la priorización del teletrabajo y la obligación de asistencia solo para los trabajadores de sectores esenciales. Así, farmacias, mercados y estancos atienden al público, pero bares, hoteles, restaurantes, bibliotecas, estadios y museos, no.
El manejo de la crisis por parte del gobierno español ha recibido críticas, pues el Estado de Alarma se declaró el 14 de marzo, cuando ya había alrededor de 6.000 casos positivos de Covid-19.
Alemania: previsión y recursos
En contraste con el caso español, Alemania tenía 1.000 casos positivos cuando decidió actuar contra la pandemia.
La canciller, Angela Merkel, no llegó a declarar un confinamiento estricto, aunque sí ordenó la distancia de seguridad y la prohibición de que más de dos personas salieran juntas de cada vivienda.
La previsión, además de los recursos económicos y el sólido sistema sanitario alemán, fueron clave para enfrentar la pandemia.
Alemania es la nación europea que ha realizado el mayor número de exámenes de diagnóstico en la región (alrededor de 120.000 diarios). La cifra se entiende mejor si se la compara, por ejemplo con la de España, en donde, según el gobierno, se hacen en torno a 20.000 pruebas cada día.
Alemania ha comenzado la relajación de sus medidas, exhibiendo cifras que la colocan como uno de los países que mejor ha controlado la pandemia en Europa.
El 20 de abril se reabrieron, en Alemania, los comercios con una superficie menor a 800 metros cuadrados; aunque se mantienen la distancia de seguridad y la prohibición de que se reúnen más de dos personas en espacios públicos.
Curándose en salud, Merkel ha sido clara en decir que esta es una situación todavía inestable.
Qué hacen lo más golpeados
En Italia, los niños ya pueden salir a las calles, cientos de comercios han abierto sus puertas y los deportistas ya no se ejercitan entre cuatro paredes.
El país, uno de los más golpeados por esta crisis, abre los ojos a una "nueva normalidad”, todavía con cautela, y anuncia una mayor flexibilidad en las restricciones a partir del 4 de mayo.
Con una población mayor (el 22% tiene más de 65 años de edad), y un seguimiento poco efectivo de los casos de contagio –al contrario de Alemania, en donde se hicieron investigaciones rigurosas de cada cadena de contactos- Italia vivió un crecimiento rápido de la curva y sufrió el colapso del sistema sanitario.
Las primeras cifras en descenso se conocieron el 20 de abril, en el balance oficial.
Francia, por su parte, pisa con pies de plomo frente a una reducción de medidas. Con casi 20.000 muertos por Covid-19, las autoridades francesas han anunciado “una crisis económica brutal” y han anticipado que la normalidad no volverá en mucho tiempo.
Reino Unido encarna la paradoja. Las primeras semanas, mientras en los países vecinos la población estaba confinada, los ingleses aún salían a hacer deporte y los niños asistían a la escuela o iban a los parques.
El primer ministro, Boris Johnson, se negaba a reconocer la dimensión de la pandemia y a tomar medidas.
Ahora, después de haber experimentado el contagio en carne propia y de haber terminado internado en una unidad de cuidados intensivos, Johnson es uno de los líderes que se resiste a levantar la cuarentena, pese a la presión de su propio partido.
Pruebas más disciplina personal
Países como Portugal, Islandia, Finlandia, Noruega o Nueva Zelanda se han mantenido con cifras bajas de contagios. La clave parece ser la anticipación de las medidas y la realización oportuna de pruebas.
Suecia es, como siempre, un caso de estudio. Se trata del único país que ha optado por dejar la decisión de confinarse a criterio de la población, confiando en su disciplina y su conciencia.
Las escuelas y guarderías se mantienen abiertas e incluso los bares atienden a clientes (aunque no más de a cincuenta). ¿Los resultados? Cifras menores que los países más afectados, pero mayores que el resto de países nórdicos.
Por lo que las autoridades suecas van con cautela y no descartan endurecer las medidas.
Compartir: