Colegios volverán a tener un solo supletorio, dice la ministra Brown
El Ministerio de Educación retomó la modalidad trimestral en las escuelas y colegios fiscales. Además, dispuso que solo haya un examen supletorio y ya no tres.
Estudiantes del colegio Simón Bolívar, el 26 de septiembre de 2022, en Quito.
Ministerio de Educación
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La ministra de Educación, María Brown, asegura que en el sistema educativo fiscal se ha instaurado una "cultura de la mediocridad".
Asegura que algunos estudiantes no se esfuerzan durante gran parte del año lectivo, pues saben que al final del ciclo escolar tienen tres oportunidades para pasar el año, lo que garantiza su promoción al siguiente curso.
Esto ocurre, dice Brown en entrevista con PRIMICIAS, a pesar de que tienen vacíos en habilidades básicas como la comprensión lectora y el pensamiento lógico matemático.
La funcionaria explica las razones por las que los estudiantes ahora solo tendrán un examen supletorio como oportunidad para no perder el año.
¿Por qué el Ministerio decidió regresar a los trimestres y dejar de lado los quimestres?
La propuesta de cronograma educativo es donde se determina cómo va a estar dividido el año. El Reglamento (Ley Orgánica de Educación, ndr) establece que se pueda decidir su organización, de conformidad con las necesidades del sistema.
Inclusive, se da autonomía a las instituciones particulares, fiscomisionales, municipales y a las que tengan modelos de innovación para que puedan optar por organizaciones distintas a las trimestrales, que es la opción por la que nos hemos ido en lo fiscal.
¿Por qué, entonces, solo en el sector fiscal?
Por un motivo de evaluación. Hay varias razones, pero esa es el principal.
Consideramos que en la división quimestral tenemos información de cuál es la situación del estudiante cuando el año está muy avanzado. Y, por lo tanto, los procesos remediales de nivelación y de recuperación de notas se concentran en la última parte del año lectivo.
O peor aún en los exámenes de recuperación: supletorio, remedial y de gracia.
¿Qué resultados se obtuvo con ese modelo?
Esto, en lugar de tener un proceso de nivelación permanente, un proceso de acompañamiento pedagógico y de identificación de necesidades a lo largo del año lectivo.
Si bien el sistema preveía un modelo de evaluación formativa que informe al docente cómo avanzan sus estudiantes, en la práctica, y luego de haber evaluado la implementación de estos modelos, vemos que esto no se da.
Se ha generado una cultura que está afincada en el "voy a dejar todo para el final. Voy a recuperar las notas en el supletorio. Y como tengo tres chances, no voy a estudiar tanto a lo largo del año porque mucho de mi nota cae en la nota del examen final".
"Se ha generado una cultura que está afincada en el "voy a dejar todo para el final".
¿Qué consecuencias ha dejado esta "cultura"?
Tenemos estudiantes con muchos vacíos, sobre todo en las habilidades fundacionales. Es decir, comprensión lectora, habilidades comunicacionales y pensamiento lógico matemático.
En los niños más pequeños el asunto es peor porque el sistema planteaba la promoción automática, independientemente de las notas obtenidas.
Parte del cambio es que no tengamos un enfoque tan fuerte en la nota, sino en el monitoreo y evaluación de aprendizajes.
¿En qué consistirá?
Para los primeros años se ha planteado un modelo de evaluación cualitativa, en el que se pone énfasis en las habilidades fundacionales.
Si un estudiante puede llegar a cuarto grado con un buen dominio de la lectura y comprensión lectora, sus posibilidades de éxito en el futuro son infinitamente mayores. Recuperar esos aprendizajes luego de cuarto grado es muy complicado.
El esfuerzo en reducir esas brechas en la adquisición de habilidades fundacionales debe ponerse en los primeros años de la escolaridad, donde se presentan estas oportunidades de aprendizaje de la lectura y de conceptos matemáticos, pero no de memorización de las tablas o de las sumas.
No de la memorización del alfabeto y de las sílabas, sino de la comprensión de los conceptos.
¿Qué modelo de evaluación plantea el Ministerio?
Planteamos la identificación de aquellos estudiantes que en los primeros años no adquieren las habilidades fundacionales y establecer mecanismos remediales urgentes.
Y que no lleguen, como nos pasa hoy, a octavo año sin realmente comprender lo que leen. Esto provoca que haya una enorme diversidad de niveles educativos dentro de un mismo grupo, generando mayores dificultades en quienes tienen rezago.
Los estudiantes que tienen déficit en las habilidades fundacionales tienen frustración porque no avanzan al mismo ritmo que sus compañeros porque no comprenden las lecturas o no pueden resolver los problemas.
¿Cuál es la alternativa?
Planteamos una promoción automática, pero regulada. En donde podamos evaluar a los niños pequeñitos, no solo de acuerdo a su edad, sino considerar factores como el desarrollo evolutivo.
En muchos casos se ha previsto que las familias y las instituciones educativas propongan, cuando sea beneficioso para el estudiante, que sea ubicado en un grado de niños un poco menores.
Muchas veces, cuando son los menores del grado y tienen un nivel de desarrollo evolutivo también menor, se les dificulta la adquisición. Pero, cuando están en un grupo de niños un poco menores, que están al mismo nivel de aprendizaje, avanzan perfectamente bien.
Obviamente, dentro de un rango etario aceptable.
¿Cuántas veces puede repetir el año un niño que no adquiere los conocimientos necesarios?
Existe la posibilidad de que repitan dentro de unos límites. Porque el rezago severo, es decir, cuando pasamos a más de dos años respecto al grupo que le corresponde, se generan otras dificultades.
En este caso, no hay una promoción automática, sino que se hace un proceso de nivelación y aprendizaje, como el que está en pie: el programa NAP.
Se trata de una iniciativa en la que los estudiantes en un menor plazo -en un año- recuperan lo de dos años, a través de métodos intensivos y con pedagogía específica.
¿Y con los estudiantes más grandes?
En la básica media (quinto, sexto y séptimo año) hay que concentrarnos en evaluar la adquisición de las habilidades fundacionales.
Si un estudiante no está llegando a cuarto de básica con comprensión lectora es una enorme alerta y tenemos que hacer un mecanismo de recuperación que puede durar un año, pero hay que asegurarnos que cuando ingrese a la básica media, tenga las bases necesarias.
La promoción por promoción no ha sido beneficiosa para el sistema. En su tiempo apuntaba a retener a los estudiantes y que no haya deserción, pero no hemos logrado lo que se había planteado.
Por el contrario, hemos visto que los niveles de adquisición de habilidades no han mejorado. Inclusive, se ha creado una cultura de mediocridad. No tenemos esta excelencia en los niños y jóvenes.
"Se ha creado una cultura de mediocridad".
Hasta ahora, los estudiantes no perdían el año porque tenían tres exámenes. ¿Desde el próximo tendrán una sola oportunidad?
Así es. Los estudiantes pueden repetir el año. Muchas veces, la nota de los exámenes supletorios, remediales y gracia no les alcanzaba para llegar a la nota de 7/10, que es con la que se pasa el año.
Esto también tiene que ver también con que la nota del examen tiene un peso muy grande. Estamos planteando un cálculo del promedio de la nota que considere la trayectoria y oportunidades de recuperación a lo largo del año.
Si bien no hay remedial y gracia, el nuevo mecanismo permite recuperar notas en todo el ciclo escolar.
Si hay un examen parcial que no aprueba, el estudiante puede repetirlo o hacer un trabajo para recuperar esa nota, con el objetivo de que no llegue al final del año a tratar de que le cuadren los números.
Y por eso hemos optado por los trimestres para el sector fiscal. Porque nos parece más beneficioso identificar antes a quienes no están alcanzando el estándar mínimo.
Además, esos recesos cortos que tendrán los estudiantes entre trimestre y trimestre nos permitirán hacer una renovación de los compromisos al inicio del año.
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