Padres peregrinan por Guayaquil buscando colegios para sus hijos
Al menos 28 colegios seguirán en la virtualidad en Guayaquil porque no son aptos para iniciar clases. Padres de familia buscan otras alternativas, pues hay problemas en la reubicación de los estudiantes.
Estudiante de la unidad educativa Otto Arosemena Gómez. Guayaquil, 10 de mayo de 2022.
Carolina Mella
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Es el tercer día de clases y hay alumnos que todavía peregrinan por los colegios donde se supone que les dieron una matrícula, pero no aparecen en las listas.
Se trata de colegios que no han regresado a la presencialidad porque su infraestructura está en mal estado. Por lo tanto, la opción sigue siendo la educación virtual, pero nadie les da información. En esas condiciones estarían alrededor de 28 unidades educativas de Guayaquil.
El portón del colegio Otto Arosemena Gómez, que permanece cerrado, está empapelado con los nombres de los estudiantes por cursos y con los teléfonos de los docentes. Esta es la única información que reciben de la institución.
Una madre no quiere esperar más, golpea insistentemente la puerta, porque tiene un mes yendo al colegio a pedir los papeles de su hijo para completar el proceso de matrícula en otro establecimiento.
“Por negligencia de ellos, mi hijo todavía no empieza clases”, dice indignada.
Desde adentro del colegio, alguien respondió gritando: "¡Están fumigando, venga en una hora!", pero los padres ya no les creen.
"He venido desde inicios de abril, incluso me escribieron en este papel que me daban cita para el 28, vine y no me atendieron", agrega esta madre.
La puerta se abre a medias y las madres aprovechan para hacer sus pedidos. No saben quién está detrás, porque la persona que está adentro no se presenta, ni se deja ver.
"Se supone que tiene el cupo aquí, pero no está en las listas, no sé en qué paralelo le toca y no puede entrar a clases”, dice otra madre de familia. Nadie respondió del otro lado. “Me dejó hablando sola”, reclama.
Y otras madres, en fila, intentan tener suerte y asoman la cabeza hasta donde la cadena de la puerta se los permite.
Los representantes de los estudiantes no saben cuáles son las condiciones del colegio para que las clases no sean presenciales. Mientras esperan, un gasfitero llega con sus herramientas, en el colegio no hay agua.
Las 28 unidades educativas que no han regresado a la presencialidad o tienen un régimen semi presencial -dos días en el colegio y tres virtuales- están ubicadas en zonas urbano marginales.
Sucede incluso en instituciones educativas emblemáticas, como la unidad Rita Lecumberry, que está en el centro de Guayaquil.
En esta última, se hacen reparaciones en el patio y a las madres les han dicho que en tres semanas terminarán las obras y que las clases serán 100% presenciales.
A María Manzaba, que tiene tres nietos a los que las autoridades han ubicado en distintos colegios en zonas lejanas a su barrio, le dijeron que tal vez abrirán en agosto o septiembre. Mientras tanto, las clases serán virtuales.
El Ministerio de Educación aseguró que los 58.653 estudiantes de las escuelas que no abrieron por estar en mal estado, en el régimen Costa, serían reubicados en otros centros y que añadirían nuevas secciones vespertinas o nocturnas, con tal de que todos vuelvan a la presencialidad.
PRIMICIAS solicitó información al Ministerio de Educación sobre la situación, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.
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