Al menos 1.000 familias atrapadas en una comuna por el inverno
Los 6.000 habitantes de la comuna Casas Viejas, localizada en el kilómetro 22 de la vía a la Costa, en Guayaquil, esperan la construcción del puente que colapsó por las inundaciones.
Más de 1.000 familias están incomunicadas en la comuna Casas Viejas, ubicada en el kilómetro 22 de la vía a la Costa, en la ruta Guayaquil-Salinas.
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Un relleno provisional permite el paso de vehículos por un carril del puente colapsado. Pero los trabajos definitivos para reconstruir un viaducto podrían durar entre 24 y 48 horas. Unas mil familias de la comuna Casas Viejas están incomunicadas.
Este lugar está ubicado en el kilómetro 22 de la vía a la Costa, que conecta a Guayaquil con la provincia de Santa Elena.
Está previsto que la carretera, clausurada tras el colapso del puente, se vuelva a cerrar desde la mañana de este jueves 4 de mayo de 2023.
La crecida del río Aneta provocó un socavón bajo la estructura del puente, la tarde del domingo 30 de abril. Y el colapso interrumpió el paso de una vía secundaria que conecta a empresas del sector y a miles de habitantes de esa zona rural con Guayaquil.
La única vía de acceso a la comuna de Casas Viejas se mantuvo cerrada hasta la tarde del 2 de mayo, cuando se habilitó el paso provisional. De hecho, los habitantes salieron a protestar e interrumpieron el tránsito en la vía a la Costa para exigir soluciones en la comuna.
Carlos González, habitante del sector, denunció que el taponamiento de seis canales naturales contribuyeron al colapso, por lo que pidió controles al Municipio de Guayaquil. Además, solicitó el bacheo y la dotación de alumbrado público para la comuna.
La Prefectura de Guayas comprometió la provisión de 10 ductos para encauzar el río, como una solución definitiva. Además señaló que más de 6.000 habitantes residen en comunidades agrícolas de la zona, como Aguas Negras, Huertos y Jardines, Bajo Verde y El Bálsamo.
Empresas colaboran con trabajos
Por la vía secundaria circulan camiones y tráilers, puesto que en la zona rural también existen empresas. Cinco de las compañías, principalmente concesiones mineras no metálicas, colaboraron con la Prefectura de Guayas en el arreglo provisional del puente.
“Tenemos un puente que necesita ser construido desde cero. Estamos corriendo un riesgo, porque si tenemos otra lluvia intensa, la calle puede volver a colapsar”, indicó Juan Pablo Armas, ingeniero de Indami, una fábrica de insumos para la acuacultura.
Las empresas están prestas a colaborar con material pétreo. Solo para la obra provisional depositaron en el lugar 200 toneladas de piedra y relleno en alrededor de 30 viajes de volquetas.
Pero hasta la mañana del 3 de mayo habían llegado al sitio dos de una decena de enormes ductos que serán instalados en 35 metros del puente a reconstruir.
Armas indicó que la correntada del domingo arrastró dos árboles que taponaron los ductos del puente, desbordando su capacidad y socavando sus bases.
La comunidad espera la llegada de ocho ductos restantes para iniciar la reconstrucción tentativamente desde las 08:00 del jueves 4 de mayo.
“Tiene que ser una obra contrarreloj porque está es la única vía de acceso. Y mientras duren los trabajos, agricultores, empresas y familias quedaremos incomunicados”, agregó Armas.
Lluvias continuarán en mayo
Las precipitaciones excedieron los promedios históricos en febrero, marzo y abril en Guayaquil. En mayo debería comenzar la transición de la etapa lluviosa a la seca en la Costa, pero el calentamiento del océano frente a Ecuador y Perú marca la presencia de más lluvias.
En las costas de Ecuador y Perú aún se registran aguas con temperaturas mayores a 27,5 grados centígrados, muy por encima del umbral de los 24 grados. De hecho, el calentamiento produce más evaporación (condensación) y, por ende, precipitaciones.
“Es muy probable que la temporada de lluvias se extienda hasta mayo, debido a un calentamiento anómalo y persistente frente a nuestras costas”, explicó Carlos Naranjo, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
Es más, se prevé aún la presencia de fuertes lluvias para mayo, explicó Naranjo. Aunque se esperan eventos de menor intensidad que los de las semanas previas.
Abril terminó con un acumulado mensual de 605,7 milímetros o litros por metro cuadrado de lluvia en el Aeropuerto de Guayaquil, casi tres veces el promedio histórico considerado “normal".
Las precipitaciones habituales en mayo son de solo de 62,6 milímetros, pero una sola lluvia fuerte podría superar esa cifra.
Lo más probable es que las precipitaciones fuertes cedan entre mayo y junio. Además, la etapa seca en la Costa podría traer temperaturas máximas elevadas incluso hasta fines de año, agregó Naranjo.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que un posible fenómeno de El Niño, que provoca sequías e inundaciones, podría presentarse antes de septiembre.
La probabilidad de que se desarrolle en el trimestre julio-septiembre es del 80%.
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