Inec dice que información obtenida en el censo está "garantizada"
El censo de población y vivienda 2022 se extendió hasta fin de año, tras enfrentar varios obstáculos. Pese a ello, el director ejecutivo del INEC, Roberto Castillo, sostiene que sí hay garantía de la información obtenida.
Personal del INEC, que realizó el censo nacional de 2022.
INEC/Facebook
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El censo de población y vivienda 2022 fue un desafío para Ecuador. La fase en línea se desarrolló en octubre. El proceso presencial se inició el 7 de noviembre y estaba previsto que terminara el 18 de diciembre; sin embargo, debió extenderse hasta fin de año.
El estado de excepción en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo fue un obstáculo. Pero no el único. El censo enfrentó una acción de protección por la supuesta vulneración de datos, por el uso de la cédula, quejas ciudadanas y hasta el reclamo de los censistas por un atraso en los pagos.
En entrevista con PRIMICIAS, Roberto Castillo, director ejecutivo del INEC, asegura que sí hay garantías sobre la información obtenida, pese a las trabas. Además, habla sobre lo que representará el censo para Ecuador, cuándo estará disponible la información.
¿Para qué va a servir el censo al país?
La utilidad es bastante amplia. Sirve a todos los ciudadanos, sector público y privado, academia, sociedad civil en general.
Un ejemplo muy concreto es para el combate de la desnutrición crónica infantil.
Como parte de la estrategia de 'Ecuador crece sin desnutrición', existen dos hitos que son importantes. El uno es la captación temprana de los niños, para que cuando nazcan puedan asistir a la red de salud pública y reciban los controles.
Como han pasado 12 años desde el último censo, en 2010, el Ministerio de Salud no cuenta con una estimación más fina de cuánta población hay en un determinado cantón o parroquia. Entonces, no saben cuántos niños menores a dos años hay.
Con el censo de población, el MSP podría distribuir de mejor manera, por ejemplo, la dotación de vacunas o la asignación de médicos.
El otro hito es que permitirá al Registro Civil identificar aquellos territorios donde hay niños, pero que no tienen cédula de ciudadanía.
Con ello, la institución podrá focalizar o priorizar los esfuerzos para hacer brigadas, cedular a los niños y con eso, instituciones que hacen programas sociales van a saber dónde están ubicados.
Con un cuestionario de 70 preguntas, ¿con qué información puede aportar al sector privado?
Desde el punto de vista del sector privado, cuando se solicita un crédito, la institución financiera siempre exige un estudio de mercado con varios componentes.
Por ejemplo, conocer cuántas mujeres jóvenes afrodescendientes existen en Quito. Asumamos que alguien quiere sacar una línea cosmética orientada a la mujer afro-emprendedora. Entonces, necesitas saber esas características.
El censo de población, al tener todas las preguntas, permite segmentar el mercado potencial que se va a tener y es extremadamente útil. Así, la ciudadanía y el sector privado no tiene que invertir en recursos para hacer una encuesta, sino que recurre al censo.
Hay otras preguntas sobre la tenencia de mascotas y la educación
La información del censo, por ejemplo, va a ser la línea base para que los gobiernos autónomos descentralizados puedan debatir sobre la normativa correspondiente al ordenamiento interno de fauna urbana.
Por otro lado, se dice que estadísticamente Ecuador cuenta con índices de analfabetismo muy bajos, inferiores al 2 o 3%. El módulo de educación nos va a permitir conocer con mucha precisión el nivel de analfabetismo que hay en la población.
Ahí hay una oportunidad de oro para el Ministerio de Educación para poder focalizar políticas y tener cero analfabetismo.
¿Cómo se va a procesar la información obtenida en el censo?
Una de las ventajas de este censo de población es que la incorporación de la tecnología ha sido un gran desafío para la institución y la ciudadanía, como el censo en línea.
Tiene una buena ventaja porque nos permite controlar de mejor manera lo que va sucediendo y se va presentando en el operativo de campo.
Gracias a las tablets y al sistema de captura que se realizó en este censo, nos permite procesar un poco más rápido la información, si se compara con los otros censos.
Para finales de mayo tendremos las primeras cifras preliminares de cuál fue el total de viviendas y el total de población que se llegó a censar en 2022. Y a partir de mayo hasta finales de 2023, el INEC irá liberando paulatinamente la información.
Toda esta información será pública y la metodología y los informes técnicos que respaldan esta operación estadística también serán de libre disponibilidad para los usuarios.
Con los traspiés por el atraso en los salarios de los censistas y la acción de protección, entre otros, ¿se garantiza que el censo va a reflejar a la población?
La respuesta es sí. Todo censo de población tiene retos. Yo no los llamaría, con el respeto del caso, traspiés.
El estado de excepción generó un efecto adverso. Por ello se extendió el operativo de campo hasta finales del año. Eso es uno de los efectos de algo que no teníamos contemplado.
Sobre el no pago a los censistas, frecuentemente hablamos con ellos y a todos se les explicó desde el día uno que su pago iba a ser el 15 de diciembre. Tuvimos un retraso de horas (...) Pero detrás hay intereses políticos.
Esto no afectó en mayor medida nuestra producción de información.
¿Es decir que el censo reflejará realmente a la población?
Todos los censos en cualquier parte del mundo tienen complicaciones. Y ningún censo es perfecto. Hay un término que quiero empezar a familiarizar, se llama la omisión censal, que es el porcentaje de viviendas o de personas que se estima que no fueron censadas.
Tener un 5 o un 7% de omisión censal en un censo de derecho es una cifra bastante manejable y aceptable internacionalmente.
Hubo quejas de ciudadanos sobre el trabajo de los censistas, ¿cómo se controla aquello?
Hicimos un control interno, donde empezamos a identificar los malos comportamientos de los censistas. Detrás de las tablets, hubo un sistema de monitoreo de cuántas viviendas íbamos censando y qué características básicas tienen estas viviendas.
Con el uso de la tecnología, en algunos casos nos permitió identificar a ciertos censistas que no estaban realizando su trabajo de la manera correcta, porque resulta que la gran mayoría de viviendas tienen una característica de 'Nadie en casa'.
Nos pasó en ciertos sectores. Hubo censistas, que por la presión de censar, terminaron haciendo un mal levantamiento. Entonces, vino un segundo equipo, corrigió y se fueron solventado las novedades en el campo.
El censo presencial debía terminar el 18 de diciembre, ¿cuáles fueron las razones para que se extendiera hasta fin de año?
En la planificación inicial, teníamos en seis semanas el trabajo. Y luego del 18 de diciembre estuvo contemplada una fase de recuperación, que contemplaba llegar a territorios que por difícil acceso para hacer un operativo de recuperación.
Por ejemplo, en Esmeraldas y Guayaquil fueron casi un hecho. Por el estado de excepción, la planificación que hicimos con la policía se vio alterada porque las autoridades tenían que destinar su logística para otras actividades de control.
Quito y Cuenca también se vieron afectadas.
¿Esto implica aumentar el presupuesto inicial, que era de USD 90 millones?
No implicó un mayor presupuesto.
Para diciembre se tenía planificado iniciar con el censo de comunidades, ¿qué ocurrió?
No empezó. Ha habido lamentablemente intereses políticos detrás para desestimar el censo de comunidades. Esto pasó con la acción de protección del señor Yaku Pérez.
Algunas organizaciones manifestaron que no estaban de acuerdo con el censo de comunidades porque supuestamente les iban a expropiar sus tierras o por algún tema de minería, algo que no es el objetivo de un censo.
El censo de comunidades queda postergado hasta que las condiciones lo ameriten.
Compartir: