En 2023, una escuela cuencana se conectó a Internet por primera vez
En la parroquia rural Quingeo, de Cuenca, está la primera escuela pública que tiene acceso al servicio de Starlink, que acaba de llegar a Ecuador.
Estudiantes de la escuela Antonio Neumane de Quingeo en el laboratorio de computación, el 28 de abril de 2023.
Jackeline Beltrán, PRIMICIAS.
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A 30 kilómetros de Cuenca, sobre el techo de una escuela rural de la parroquia Quingeo, está una de las primeras antenas que el servicio Starlink, de Elon Musk, ha vendido en Ecuador.
Este servicio de Internet satelital se estrenó en el país el 18 de abril de 2023, en Galápagos. Dos días después, los estudiantes de la escuela Antonio Neumane, ubicada en la comunidad Puntahacienda, accedieron por primera vez a computadoras conectadas a Internet.
La escuela tiene 40 estudiantes y tres profesoras. Está ubicada en una parroquia donde el 70% de los habitantes vive en situación de pobreza extrema, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
A esa comunidad, ubicada al sureste de Cuenca, se llega por caminos angostos y de tierra. En el trayecto casi no hay señal de internet o celular.
Precisamente, esos son los lugares a los que apunta la compañía Starlink: remotos, a donde los otros servicios casi no llegan.
Tras casi una hora de camino, el 20 de abril, el equipo de la 'startup' cuencana Ulpik llegó con nueve computadoras, una televisión, la antena de Starlink y una promesa: “Ustedes van a ser la primera escuela de Ecuador con el Internet de Elon Musk”.
Sin tener claro qué significa eso, los estudiantes aplauden y ayudan a llevar los equipos al aula que ahora será su laboratorio de computación.
La mayoría de ellos no ha usado una computadora antes, aunque en algunos hogares sí hay celulares, pero el acceso a Internet es limitado.
Aun temerosos, los estudiantes siguen las instrucciones para crear su primer correo electrónico. Luego les piden que busquen en Youtube algo que les gustaría aprender.
Algunos buscan cómo manejar un carro, otros quieren saber sobre las sumas y los más futboleros 'googlean' a sus deportistas favoritos.
“Queremos que aprendan a manejar la tecnología desde chiquitos”, les dice Nicolás Muñoz, abogado e influencer cuencano, creador de Ulpik, quien trabajó con otras empresas para concretar el proyecto.
Internet se volvió necesidad
En 2020, tres años antes de que una antena de internet satelital llegue a esta comunidad, las docentes intentaron implementar las clases virtuales a las que obligó la pandemia.
Algunos padres de familia compraron celulares, con el apoyo de sus familiares que viven en Estados Unidos. Pero el aparato no servía de mucho sin acceso a Internet.
La docente Catalina Picón recuerda que de 20 estudiantes, solo cuatro se conectaban a clases. Apenas la situación lo permitió, las maestras volvieron a la escuela para dar clases presenciales.
"Ahí entendimos la importancia de la tecnología en la educación, el Internet se volvió una necesidad y estamos contentas de poder aplicar nuestros conocimientos ahora", cuenta Picón a PRIMICIAS.
La directora de la escuela, Carmita Villa, y sus docentes llevan semanas planeando cómo sacar provecho al nuevo Internet que tienen en el aula.
"Vamos a usar Genially, Canva y todas las aplicaciones que nos permiten enseñar mejor", añade Picón con entusiasmo. También usarán videos para facilitar el aprendizaje de las matemáticas, las ciencias naturales y la historia.
Además, todas las semanas recibirán charlas, talleres y capacitaciones, explica Ana Cristina Andrade, asesora legal en Ulpik.
"Ahora nos gustaría que otras empresas o instituciones públicas se sumen a esta iniciativa, para que más escuelas rurales tengan esta posibilidad", añade.
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