Erika Vélez: no pedí ayuda a tiempo para tratar la depresión
La actriz Erika Vélez estuvo en el programa Hable con el experto, de PRIMICIAS, donde explicó el origen de su depresión y de las crisis de ansiedad que se acentuaron con la pandemia.
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En el noveno programa de Hable con el experto, de PRIMICIAS, la actriz y presentadora de televisión, Erika Vélez, habló sobre su lucha contra la depresión y las señales para pedir ayuda.
A un año de la pandemia, ya existen resultados de los estudios sobre los efectos mentales que puede provocar el Covid-19 en los pacientes.
Según un estudio de la Universidad de Oxford, el 34% de los pacientes con Covid-19 puede sufrir de ansiedad o depresión. Eso quiere decir, según científicos, que uno de cada tres supervivientes de Covid-19 fue diagnosticado con un trastorno cerebral o psiquiátrico en los seis meses siguientes.
¿Qué sucedió para que decidieras hablar de este tema?
No estaba muy segura de hablar, primero por miedo, porque no se toca fácilmente.
Si hablas de la depresión te dicen que debería estar agradecida con la vida, porque tengo salud, trabajo, que otras personas realmente están pasando hambre y te hacen sentir más culpable.
La depresión no tiene nada que ver con cuántas cosas tienes, ya sean materiales o emocionales. Es en realidad un desbalance químico en el cerebro que se ve afectado.
En ese momento no sabes explicar cómo te sientes, anímicamente te sientes mal. Es un círculo vicioso muy feo.
Con mucho temor lo publiqué, pero la gente lo tomó muy bien, muchos lo están viviendo y no se animan a hablar del tema.
Otras personas identificaron unos síntomas y se dieron cuenta que les está pasando a ellos o a algún familiar.
Tengo dos años de tratamiento con una psiquiatra, debí haber empezado mucho antes, pero no pedí ayuda a tiempo.
¿Cuál fue el punto de quiebre?
Sentía tantas cosas feas. Le decía a la doctora que pasaba de la ira al llanto, al desánimo, a no querer vivir. Pensaba cómo me mataría sin que me doliera.
¿Tuviste pensamientos suicidas?
Sí, claro. Y esos pensamientos los normalizaba, eran como planear ir a la playa. Y dije 'esto no está bien'. Tenía episodios muy duros y no me gustaba esa mujer que se sentía así.
Mi mamá ya había pasado por un episodio en el cual, durante un mes, yo ni siquiera podía reconocerla. ¿Dónde está mi mamá? cambió completamente, ella es muy cariñosa, diplomática, y de repente tenía comportamientos raros.
Y un día me dijo 'no me siento bien, no tengo ganas de nada, ayúdame a conseguir a una psiquiatra en Guayaquil' y me di cuenta de que era muy grave.
Después de un mes de haber empezado un tratamiento volvió a ser mi mamá otra vez.
Entonces me di cuenta de que a mí me estaban pasando muchas señales desde hace tiempo, pero no lo sabía.
Por ejemplo, a mi mamá, el terremoto le detonó ese “algo”, además de un duelo no sanado de la muerte de mi hermano, y eso nos pasa a las dos.
Cuando yo vi el cambio en mi mamá entonces dije 'yo también iré', porque quería ese cambio positivo para mí.
Cuando la doctora me vio, después de varios exámenes y análisis, me dijo que no sabía cómo había podido sobrevivir todo este tiempo sin medicinas.
Fue un proceso, hasta que el medicamento hizo efecto. Y eso no significa que no he vuelto a llorar o que no me vuelvo a deprimir, por supuesto que lo hago.
Pero ya sé diferenciar esa tristeza de algo que me duele y cuando realmente estoy en un episodio depresivo.
¿Cuánto tiempo habías estado lidiando con la depresión antes de pedir ayuda?
Años.
¿Desde la adolescencia?
Probablemente desde más chica, porque cuando comencé a hablar con la doctora entendía cosas que estaban conectadas con la infancia.
¿Y cómo ha sido la situación durante la pandemia?
Pasé sola, fue horrible. No fui a casa de mis padres por su seguridad y la de mis abuelos.
Y claro, saber la cantidad de contagios y que la gente tomaba la difícil decisión de dejar los cuerpos de sus familiares en la calle, eso te produce ansiedad. Fue muy feo.
En este tiempo tuve ataques dos veces y me sirvió estar desconectada de las noticias, de todo.
Pero le recomiendo a la gente buscar ayuda profesional, eso es lo principal. Alguien que te haga estudios serios, porque también hay estos médicos que envían pastillas sin un análisis previo.
A mí, ir al mar, ir a Manta, me recarga, la música, otro tipo de lecturas, apoyarte en personas que te entiendan y no te juzguen.
Hay que darse gusto, porque estamos muy presionados desde muchos lados, debemos ser buenos en nuestros trabajos, tenemos que ser eficientes.
Las que son madres tienen que ser buenas madres, buenas esposas. Al mismo tiempo tienes que lucir bien. Si eres mujer tienes que verte bella, tienes que estar joven, debes tener un buen cuerpo, es como… ¡Ya no más!.
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