La meta del Gobierno es reducir el embarazo adolescente hasta 2031
Por cada 1.000 embarazos en adolescentes de 15 a 19 años se registran 54,6 nacimientos. El objetivo es reducir el número a 16,9 nacimientos en 10 años.
Una adolescente cuida a su hijo en una casa de acogida, el 23 de diciembre de 2019.
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El Plan Decenal de Salud 2022-2031 del Ministerio de Salud confirma que el embarazo adolescente es uno de los principales problemas de los más jóvenes.
El documento muestra, por ejemplo, que por cada 1.000 niñas de 10 a 14 años se registran dos nacimientos. Mientras que en las adolescentes, entre 15 y 19 años, la cifra es alarmante y se incrementa hasta 54,6 nacimientos.
El Ministerio de Salud sostiene que si la tendencia no cambia, la pobreza y el abandono escolar seguirán siendo una constante en este grupo poblacional. Por ello, considera urgente reducir los actuales indicadores en un plazo no mayor a 10 años.
El Plan Decenal de Salud se plantea los siguientes objetivos:
- En las niñas de 10 a 14 años, el objetivo es pasar de dos nacimientos a 0,52 por cada 1.000 embarazos.
- Mientras que en las adolescentes, entre 15 y 19 años, hay dos metas. La primera es reducir la tasa a 39 hasta 2025 y llegar a 16,9 nacimientos en 2031.
La autoridad sanitaria recuerda que las cifras actuales colocan a Ecuador como el segundo país de la región con la tasa más alta de embarazo adolescente, solo detrás de Venezuela.
¿Cuál es la estrategia para detener la problemática? Uno de los pilares del plan del Ministerio de Salud para la reducción del embarazo adolescente es la entrega gratuita de métodos anticonceptivos.
En la actualidad, el Instituto de Estadística y Censos (INEC), señala que la deserción escolar es una de las 11 causas que empujan a los adolescentes a dejar sus estudios para dedicarse a trabajar y conseguir recursos para satisfacer las necesidades de sus hijos.
Mientras que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calcula que el embarazo adolescente le cuesta al Estado USD 270 millones anuales en atenciones de salud. Esta cifra equivale aproximadamente al 0,26 % del Producto Interno Bruto.
Al mismo tiempo, Unicef dice que el Estado deja de recibir USD 9,6 millones anuales por ingresos fiscales debido al embarazo adolescente.
Métodos anticonceptivos
Gabriela Quinaluisa, directora Nacional del Primer Nivel de Atención en Salud, dice que el Ministerio ya entrega cinco tipos de anticonceptivos en los centros de salud y hospitales públicos: preservativos (masculinos y femeninos), pastillas, inyecciones, implantes y dispositivos intrauterinos.
La funcionaria explica que una mujer, independientemente de su edad, puede acceder de forma gratuita a cualquiera de estos métodos. Dice que es necesario que el médico haga una evaluación a cada mujer para recomendarle el que se ajuste a sus condiciones físicas.
Los datos del Ministerio de Salud señalan que el preservativo masculino es el método más utilizado en el país. En lo que va del año, la entidad ha entregado alrededor de 670.000 unidades mensuales.
Le siguen las inyecciones, con 82.162 unidades mensuales, y las pastillas, con 57.856.
Mientras que los dispositivos intrauterinos son los menos demandados, con un promedio mensual de entrega de 465 unidades.
Quinualisa asegura que la entrega de métodos anticonceptivos en el país se ha mantenido estable, con excepción de 2021.
"Durante ese año hubo una reducción en la demanda por la pandemia de Covid-19, pero contamos con los productos para todas las personas", dice.
Acceso limitado
Pese a que se entregan gratuitamente, las organizaciones sociales consideran que el acceso a métodos anticonceptivos en el país sigue siendo limitado.
Cristina Vera, directora del colectivo Surkuna, sostiene que hay centros de salud en zonas rurales que no cuentan con estos productos, y las adolescentes tienen mayor riesgo de afrontar un embarazo no deseado.
La activista añade que la entrega de métodos anticonceptivos no deber ser la única estrategia que apunte a reducir los embarazos a temprana edad.
"Si los niños y adolescentes no reciben educación sexual en casa ni en el sistema académico, pues no tienen las herramientas para llevar una vida sexual responsable", expresa.
Y considera que el Estado debe crear campañas de comunicación para que los adolescentes conozcan las implicaciones de un embarazo y los problemas que deberán enfrentar desde edades tempranas.
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