Educación virtual genera deserciones en los niños con discapacidad
Niños con autismo reciben terapia durante la pandemia del Covid-19, el 20 de octubre de 2020.
Fundación Entra a mi mundo
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Jorge tiene seis años y padece de Síndrome de Down con un 45% de discapacidad intelectual.
Andrés tiene cuatro años y sufre de discapacidad auditiva del 50%.
Esthela, de cinco años, tiene autismo.
Estos tres niños no tuvieron otra opción que abandonar el sistema educativo formal. Como recibían clases de forma virtual su proceso de aprendizaje se dificultó.
Carla Cadena es la madre de Jorge. Dice que su hijo no puede permanecer dos o tres horas seguidas al frente de una pantalla porque se frustra y se desconcentra con facilidad.
Esto se debe a que los niños con Síndrome de Down necesitan un "profesor sombra" que los acompañe en sus clases para evaluar su desarrollo. "Esta metodología desapareció con la pandemia y es un grave retroceso para estos niños", explica Cadena.
Es por eso que Jorge recibió clases virtuales durante solo dos semanas. "Vimos que era una tortura para él. Así que lo sacamos de la escuela para buscar otra alternativa", recuerda la madre.
Ahora Jorge asiste a clases y terapia semipresenciales con las que su mamá espera que continúe su desarrollo físico y cognitivo.
Una situación similar es la que vivió Esthela, una niña con autismo. Las clases virtuales le producían estrés y ansiedad por los gritos de sus compañeros y por la sensibilidad que tiene hacia las pantallas de las computadoras.
Su padre, quien prefiere ocultar su identidad, asegura que "mi hija recibió clases virtuales por un par de días, pero no le sirvieron de nada".
Al igual que Cadena, este padre de familia decidió que Esthela abandone la escuela para recibir clases personalizadas. Además, la niña asiste dos veces por semana a terapias para impulsar su desarrollo cognitivo.
Ligia Noboa es directora de la Fundación Entra a mi Mundo. Se trata de una organización especializada en niños con autismo desde hace 15 años. Durante este tiempo han atendido a más de 1.200 menores con esta condición.
Noboa es categórica al decir que "2020 será un año perdido para los niños con autismo y con discapacidades porque su aprendizaje se ha visto truncado por la falta de tutores que los acompañen".
Y explica que estos niños muchas veces necesitan "que les explique hasta cinco veces un mismo ejercicio o un nuevo conocimiento". Un aspecto que en la educación virtual no existe.
La subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva, Tamara Espinosa, informa que en el país hay 49.127 niños con discapacidad en el sistema educativo. De esta cifra, 40.008 asisten a escuelas regulares y 9.119 a escuelas especializadas.
La funcionaria agrega que, ante la pandemia, las autoridades educativas "estamos conscientes de que en este año habrá un desfase en el proceso de aprendizaje de los niños con discapacidad".
Un problema más grande
Los niños con discapacidad auditiva son quizá los más afectados por las clases virtuales.
Lizeth Naranjo, especialista en educación para niños con esta discapacidad, asegura que las clases virtuales impiden el proceso de aprendizaje y de socialización.
"Los niños con discapacidad auditiva necesitan asistir a escuelas especializadas en las que sus compañeros y profesores conozcan el idioma de señas", señala.
Con la pandemia, los niños permanecen en sus casas con familiares, que en un 95% no conoce ese idioma. Eso obstaculiza aún más su aprendizaje, explica Naranjo.
"La mayoría de escuelas no cuentan con un intérprete de lengua de señas que reduzcan las barreras que enfrentan los niños".
Lizeth Naranjo, especialista en niños con discapacidad auditiva
Andrea Samaniego vio que las clases de su hijo Andrés, de cuatro años y con discapacidad auditiva, no contaban con un intérprete. "No entiendo cómo esperaban que mi hijo aprenda sino entendía nada de la clase".
A los tres días de haber empezado las clases virtuales, Samaniego decidió buscar otra escuela. En esa tarea se encuentra hasta el momento, ya que su situación económica no le permite pagar una escuela privada.
La subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva, Tamara Espinosa, trabaja con Unicef en la creación de material educativo dirigido a niños con discapacidad.
Espinosa señala que "el objetivo es que los estudiantes tengan material para aprender de forma lúdica con experiencias de la vida cotidiana".
Clases de nivelación
El Ministerio tiene previsto realizar cursos de nivelación para los estudiantes con déficit en el proceso de aprendizaje por la pandemia.
Aunque el proyecto aún está en estudio, la subsecretaria Espinosa explica que la nivelación empezaría en enero de 2020 con estudiantes de "años clave".
Por ejemplo, se dará prioridad al segundo de básica, un año en el que los niños aprenden a leer.
La funcionaria dice en las próximas semanas se confirmará si el proyecto tiene la aprobación de las autoridades.
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