Ecuatorianos esperan en Varsovia por el primer avión humanitario
Stalin Jiménez, de 24 años, hizo una travesía de cuatro días para cruzar la frontera de Ucrania con Polonia para huir de la guerra.
Estudiantes ecuatorianos cruzan de Ucrania a Eslovaquia, por Vysne Nemecke, el 1 de marzo de 2022.
EFE
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Después de cuatro días de una dura travesía desde Zaporizhzhia, al sur de Ucrania, Stalin Jiménez espera en el aeropuerto de Varsovia, en Polonia, para saber si Cancillería lo incluirá en el primer avión humanitario que el gobierno ecuatoriano contrató para traer a los estudiantes de regreso al país.
Stalin, de 24 años, es ibarreño y en octubre de 2018 viajó a Ucrania para estudiar medicina. Faltaban tres meses para terminar el tercer año de la carrera, cuando Rusia invadió ese país y ahora solo le queda incertidumbre sobre el futuro que le espera.
Ahora que has logrado salir de Ucrania ¿cómo te sientes?
En este momento físicamente ya estoy bien, pero mentalmente estoy preocupado, fue un largo trayecto, pasamos muchas cosas y ahora mismo seguimos viviendo situaciones que no nos gustan.
Yo vivía en la ciudad de Zaporizhzhia, al sur de Ucrania. El trayecto fue tomar un tren a 27 horas desde Lviv. En ese tren, las cabinas eran para cuatro personas, pero estábamos 15.
"Unos dormían en el suelo, otros parados. Les dábamos preferencia a que las chicas descansen, y luego ellas nos dejaban descansar. Así fueron 27 horas de viaje".
Cuando llegamos a Lviv era un caos total, no había dónde poner un pie, todos se empujaban, era una pelea por salir de ahí. Fue lo peor, nunca había vivido algo así.
Con mis compañeros hicimos un grupo de alrededor de 50 chicos, pero ahí ya nos separamos, porque unos decían que era mejor ir por Hungría y otros por Polonia.
Solo podíamos acercarnos a la frontera en taxi, que nos llevaba en grupos de cuatro personas y nos dejaba como a 18 kilómetros de la frontera, teníamos que caminar todo ese trayecto con las maletas.
¿Cuántas horas se hicieron a pie?
Hicimos cinco horas. Llegamos a las 20:00 y nevó muchísimo, como nunca lo había visto. Nos estábamos congelando.
Los militares que nos detuvieron nos dieron cobijas, bufandas, té. Pero era insoportable, aunque nos dieran 100 cobijas, nada nos quitaba el frío.
"Creo que me quemé la cara por el frío intenso que soportamos. Fue terrible".
Esperamos hasta las 08:00 del día siguiente en el lugar donde presentábamos los papeles, porque era una fila larga y debías estar parado cuidando el puesto.
Yo ya no podía más del cansancio, era el tercer día, hasta me dormí parado. Me dolían las plantas de los pies, la espalda, la cintura, como nunca lo había experimentado.
Cuando llegamos a la frontera presentamos los papeles, eso fue fácil. Y al otro lado la gente polaca nos ayudó con un taxi que nos llevó a comer.
"Ese taxista era un voluntario que ayuda a los refugiados que huyen de la guerra".
Nos ayudaron, nos dieron comida, nos permitieron comprar un chip para poder estar comunicados.
De ahí nos llevaron a un hotel, que lo pagamos nosotros de nuestro dinero, con mis compañeros que para ese momento éramos cuatro. Solo ahí pudimos descansar.
¿Qué ocurre en el aeropuerto, por qué hay malestar entre algunos ecuatorianos?
Al llegar nos enteramos de que están sacando a las personas que tienen animalitos.
Esas personas son parejas que no quieren irse sin sus animales y los están sacando de la lista y agregando a otras personas que estaban esperando. Y está bien, pero no dejen a los animales.
"Yo todavía no sé si podré salir en el primer vuelo humanitario a las 21:00, debo esperar para saber si podré embarcarme".
Hay unos amigos que viajaron conmigo que sí están en la lista, pero otros, como yo, no. Me parece raro, pero esperaré.
Hay unas personas que están viendo si compran un boleto para viajar con sus mascotas. Yo también estoy frustrado, porque a mi novia, que está en Hungría, no la dejaron subir porque tiene una gatita. Ella ya no pudo tomar el vuelo.
Nos hicieron llenar formularios, nos dijeron que sí hasta el último momento, y al llegar aquí nos dicen que no se puede.
Mi novia está viendo cómo comprar un boleto, porque quedarse aquí, como están las cosas en este momento, es peligroso.
¿Qué se informa en este momento sobre la situación en Ucrania?
He estado viendo las noticias y siguen atacando Járkov, quieren matar al presidente (Volodymyr Zelenskiy) y es muy grave. Yo considero a Ucrania como mi segunda casa y esto es preocupante.
¿Vas a tomar el vuelo?
La situación de mi novia cambió el panorama, pero creo que sí, porque sé que mis padres ya quieren que vayan. Espero que se resuelva pronto.
Nos gustaría estar allá, pero no es así, porque nos dijeron al inicio que sí vamos a viajar y ahora que estamos aquí, dicen que van a escoger, como diciendo, "tú vives, tú mueres".
"¡Estamos en una guerra! deberían sacarnos a todos".
Mire la entrevista completa aquí:
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