Un ecuatoriano vive la tensión de la guerra en la frontera entre Rusia y Ucrania
Diego Moncayo, un estudiante de 20 años, permanece desde el 27 de febrero en la ciudad Shostka, en la frontera entre Ucrania y Rusia. Llegó hasta ahí en su intento de huir de la guerra.
Diego Maldonado en la casa en la que vive en la ciudad de Shostka, en la frontera entre Rusia y Ucrania, el 9 de marzo de 2022.
cortesía Diego Moncayo
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Van dos semanas desde que empezó la invasión rusa a Ucrania y en este último país hay todavía miles de civiles atrapados, entre ellos cientos de extranjeros que no encuentran una ruta segura para escapar de las zonas de conflicto.
Viven la tensión y la escasez de una guerra ajena. Uno de esos extranjeros atrapados es el ecuatoriano Diego Moncayo, un estudiante de 20 años que llegó a Ucrania a finales de 2019 y ahora no puede volver.
Moncayo conversó con PRIMICIAS por Whatsapp y relató que su viacrucis comenzó un día después de que inició la invasión. El 25 de febrero decidió salir de Kiev, con el objetivo de llegar a Polonia y abordar uno de los vuelos humanitarios que salieron hacia Ecuador.
Pero la guerra es imprevisible y lo que parecía un viaje, relativamente simple hacia Lviv, en la frontera oeste de Ucrania, se convirtió en una impensada huida hacia la frontera con Rusia.
"Tomé un tren hacia Lviv, pero ante las amenazas de bombardeos, nos desviamos y terminamos en Nillen". No sabía qué hacer. Solo nos dijeron que podíamos quedarnos en un refugio que había en una universidad", relata.
Su primera noche en el refugio fue de terror, pues en los alrededores hubo un cruce de balas entre soldados de los dos países.
La única forma que encontró para abandonar Nillen fue tomar un bus hacia Shostka, donde vive una de sus amigas de la universidad, pero es fronteriza con Rusia. El viaje, que debía tomar un par de horas, tardó dos días por el cierre de vías y por los enfrentamientos.
Moncayo dice que es el único extranjero en esa ciudad de 85.000 habitantes. Eso es lo que le dijeron las autoridades el 8 de marzo cuando fue a registrarse al municipio para ser "tomado en cuenta si se establece un corredor humanitario".
Esa ciudad está rodeada por tanques rusos y eso ha hecho que las personas no puedan salir de la ciudad y que empiecen a faltar alimentos.
"Ya no hay carne, arroz, leche, ni pasta. Estamos reduciendo las porciones porque no sabemos cuándo podremos comprar comida"
Diego Moncayo, ecuatoriano atrapado en Ucrania
La tensión es constante, pues las alarmas de bombardeos suenan todos los días y en cualquier momento puede haber un ataque, "no hay que olvidar que estamos rodeados", dice.
En los dos últimos días la desesperación por salir de Shostka se ha incrementado. Pero el corredor humanitario más cercano está a una tres horas de distancia y no se sabe qué problemas pueden aparecer en el camino.
Sabe que la Cancillería de Ecuador no le puede ayudar en un territorio en guerra, entonces su esperanza es que las autoridades ucranianas conozcan su caso y lo ayuden a abandonar Shostka.
Su objetivo es salir de ese país y regresar a Ecuador.
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