Ecuador: un país de hijos huérfanos por la narcoviolencia
El Estado no tiene cifras oficiales de cuántos niños han perdido a sus padres producto de la violencia asociada al narcotráfico. El papá de Melanie, de 16 años, fue asesinado y ahora ella no quiere salir de casa.
Imagen referencial de una estudiante en un barrio deprimido de Guayaquil. Diciembre de 2021.
Carolina Mella
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Melanie tiene 16 años y ha dejado de asistir al colegio desde hace un mes cuando asesinaron a su padre. El crimen ocurrió a unas cuadras de su casa, en el sector de la Isla Trinitaria, un barrio deprimido al sur de Guayaquil.
“Fui la primera en salir corriendo a verlo cuando llamó mi abuela. Ese día le dije que tuviera cuidado, presentía que podía pasarle algo”, relata Melanie.
No le gusta llorar frente a otras personas, pero reconoce que a ratos se siente triste, “deprimida y asustada''. Por eso prefiere no salir de casa y ha decidido que es mejor recibir clases virtuales por el resto de 2022.
“Mi papá tuvo problemas con los de la banda contraria y escuché rumores que querían hacerme daño porque era la que más salía de la casa", dice la adolescente.
Para ir al colegio, Melanie debe recorrer un camino donde operan miembros de la banda criminal, "así que decidimos que estudiaría a distancia", añade.
La institución educativa conoce la situación de esta familia, y la psicóloga del plantel ayudó para resolver el trámite de las clases virtuales. Pero ningún otro funcionario del sistema educativo le ha brindado ayuda psicológica a Melanie o a sus hermanos.
Los tres hermanos están en diferentes colegios del sistema fiscal. Y la madre de los pequeños, Eugenia, trabaja limpiando casas. Cuenta que informó a cada colegio lo que ocurrió en su familia.
“Los psicólogos y rectores dicen que lo sienten mucho, pero nadie ha llamado o ha ofrecido ayuda. Intentamos superar esto unidos, como familia”, dice Eugenia, quien recuerda lo mucho que le costó conseguir un colegio fuera de la zona violenta en la que viven, con la intención de protegerlos.
Oficialmente no hay estadísticas de cuántos niños y adolescentes son huérfanos debido a la guerra que se libra en las calles y cárceles por el narcotráfico en Ecuador.
Pero, entre las 1.200 muertes que han ocurrido en la Zona 8, que incluye a Guayaquil, Durán y Samborondón, 500 de las víctimas son hombres mayores de 30 años.
Ninguna institución estatal lleva un registro de los huérfanos de la narcoviolencia. Tampoco hay registros en el Ministerio de Educación, según respondió a una solicitud de información y entrevista de PRIMICIAS.
"Una suerte de cinismo"
Para Milton Luna, director de la organización Acuerdo por la Educación, “el Gobierno no quiere ver la gravedad de este problema, hay una suerte de cinismo, se sabe lo que está pasando y nadie se hace cargo”.
Cita como evidencia las estadísticas sobre la deserción escolar. “A diciembre 2021, 251.228 niños entre 5 y 17 años estaban fuera de la escuela. De estos, el 55% de adolescentes no quiere regresar a estudiar".
Según Luna, esta deserción representa un fracaso del sistema escolar que no les brinda herramientas a los jóvenes. "Y por otra parte los chicos están viendo que el reclutamiento (a las bandas) puede ser una alternativa, otro proyecto de vida”, dice.
En Esmeraldas cuatro de cada 100 niños y adolescentes dejaron de estudiar durante el último período escolar. La Cartera de Educación reconoce que la violencia es una de las principales causas que empujan a los estudiantes a abandonar las aulas.
Y se han detectado casos de niños de ocho años que han sido reclutados por las bandas delincuenciales.
El experto Luna expresa que el Estado debe tomar distintas acciones, y parten de conseguir la mayor cantidad de información sobre la problemática.
"Hay que trabajar en el impacto de la violencias en los niños y las familias. El sistema educativo debe brindar herramientas y seguridades a la vida".
Milton Luna, experto educativo
Debido a los combates armados que se libran en algunos barrios de Guayaquil, como Socio Vivienda 2, los más de 3.000 estudiantes del sector no han podido regresar a clases presenciales. Las balaceras entre bandas afuera de los centros educativos y en la zona continúan.
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