El Niño se debilita: ¿Qué implica esto para Ecuador?
El Niño sufre un debilitamiento temporal que retrasa las lluvias en gran parte del país. El director de oceanografía y meteorología del Inocar explicó que por vientos anómalos del anticiclón del Pacífico ahora se esperan lluvias intensas en enero y febrero.
Un adulto mayor murió tras fuertes lluvias y una inundación en el barrio El Polígono, en Tulcán (Carchi), el lunes 18 de diciembre del 2023.
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El fenómeno de El Niño pierde energía en Ecuador y el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar) descarta de forma definitiva un evento extremo, de intensidad fuerte. Pero aún se prevén precipitaciones por encima de lo normal en la época lluviosa de 2024.
El Niño sufre un debilitamiento temporal que ha provocado el retraso de las lluvias, con los primeros estragos situados por ahora en el norte del país.
Michael Linthon, director de oceanografía y meteorología del Inocar, informó que las lluvias debían iniciar según los pronósticos entre finales de noviembre y diciembre en la Costa. Ahora se esperan las precipitaciones más intensas desde mediados de enero y febrero.
En entrevista como PRIMICIAS, Linthon explica cómo el desplazamiento anómalo del anticiclón del Pacífico cambió el panorama de El Niño en el país, al menos de forma momentánea.
Se trata de un sistema de fuertes vientos que se suele ubicar a la altura de Chile, que “nunca ha tenido gran influencia en Ecuador” y que se se acercó a costas ecuatorianas probablemente como efecto del cambio climático.
El teniente de navío de la Armada de Ecuador también responde a los indicios sobre un posible desarrollo del fenómeno de La Niña en 2024, evento asociado a temperaturas más frías, que ya influyó en el clima global entre 2020 y 2023.
¿Qué está pasando actualmente con El Niño?
El fenómeno de El Niño como tal está presente en Ecuador desde el 18 de septiembre, cuando se declaró oficialmente su presencia en el país. Eso es una realidad.
El monitoreo de las condiciones ha sido permanente. Los indicadores son palpables hasta ahora, en la temperatura del mar y en el nivel del mar. Tenemos características propias de un evento de El Niño.
¿Lo que ha cambiado son sus manifestaciones?
Así es, se está manifestando de otra forma en cuánto a las lluvias, que es un factor externo para los que estudiamos el fenómeno. Que no haya lluvias en gran parte del país no quiere decir que no exista El Niño. Las lluvias son solo una manifestación.
Entonces, tenemos primero que aclarar las informaciones no oficiales generadas en otros países, como en Perú, respecto a que El Niño ya no va a llegar. El Niño es un hecho y en Ecuador está declarado como tal desde el 18 de septiembre.
¿Pero las lluvias debieron empezar en diciembre?
Sí, lo que ha pasado es que desde noviembre hemos tenido la incidencia de un aspecto atmosférico anómalo para nuestra región, para Ecuador, en donde nunca antes ha tenido gran influencia. Se trata del Anticiclón del Pacífico Sur.
Este anticiclón es un sistema atmosférico de alta presión que genera vientos fuertes y que normalmente se encuentran a la altura de Chile. Climatológicamente siempre ha tenido influencia directa en Chile y cierta parte del centro sur de Perú.
Sin embargo, este año este sistema que genera vientos alisios de este a oeste ha llegado más arriba de su posición climatológica y se acerca un poco más a la costa sudamericana.
¿A qué se debe este comportamiento anómalo del anticiclón?
No hay una explicación directa. Puede ser por el cambio climático o algún factor externo. Pero lo que ha ocurrido es que esta circulación de vientos fuertes en el sentido inverso a las agujas del reloj, que genera este núcleo, se acerquen un poco más hacia Ecuador.
Se trata de un factor determinante que alteró las dinámicas de temperatura del mar en toda la región. Este incremento atípico de los vientos del sur han debilitado o bajado la temperatura superficial en ciertas partes del mar ecuatoriano, lo que retrasa las lluvias.
¿La temperatura del mar no es el único factor que genera lluvias?
Las lluvias intensas se producen por este acoplamiento del océano y la atmósfera, cuando la evaporación de las aguas cálidas hacen juego con la atmósfera, aportando humedad y generando lluvias.
"La temperatura del mar sigue por encima de lo normal, pero se ha debilitado o se ha atenuado temporalmente frente a las costas de Ecuador, al menos en noviembre".
Estos vientos generan por ahora una barrera justo en la parte centro-norte del país, impidiendo dos cosas.
Por un lado impide que las masas de aguas cálidas que se encuentran en el norte bajen más hacia nuestro país y, por otro lado, evita que las masas de nubes que generan lluvias -la zona de convergencia tropical-, se desplacen más al sur.
¿También está repeliendo la humedad en la atmósfera?
Correcto. En el Inocar habíamos estimado el inicio de lluvias más considerables para finales de noviembre y prácticamente para diciembre. Pero los vientos del anticiclón, anormales para nuestro país, han actuado como una barrera.
Como resultado las lluvias y los primeros estragos de El Niño se están concentrando por ahora en la parte norte e interior del país, sobre todo, donde ya han superado sus valores normales. Pero las precipitaciones no logran desplazarse hasta el sur, todavía.
¿Se puede hablar entonces de un debilitamiento de El Niño?
Sí, se puede decir que es un debilitamiento momentáneo. Pero siendo más precisos se trata del retraso del inicio de las lluvias por El Niño en buena parte del país, porque el fenómeno sigue presente.
¿Hasta cuándo puede influir este anticiclón?
En base a los modelos actuales no creemos que el anticiclón siga creciendo, más bien se estima que poco a poco vaya regresando a su posición normal.
El pronóstico según los modelos actuales es que las lluvias más considerables, en todos los territorios (en la Costa y en parte también en la Sierra), ya no solo en el norte, se registren desde mediados de enero y febrero.
¿Coincidiría con las lluvias estacionales en la Costa?
Sí, pero sumado a este calentamiento del mar por El Niño, las lluvias se intensificarán.
El calentamiento del mar aporta más humedad a estas precipitaciones normales de la época, entonces se estimaría que llueva más de lo normal.
Gracias en parte al anticiclón, que ha incidido en que las temperaturas del mar bajen, podemos descartar un evento de El Niño de categoría fuerte o parecido al del 97. No se prevé que alcance esos picos extremos.
¿De qué intensidad será entonces el fenómeno?
Un evento moderado, con intensidad de lluvias sobre lo normal, que es lo que hemos venido diciendo. Al menos debemos esperar y prepararnos para lluvias tan intensas como las de la temporada lluviosa de inicios de año, pueden ser mayores por el calentamiento oceánico.
¿Y la temperatura en qué nivel se encuentran ahora?
Actualmente estamos con 1,5 grados sobre lo normal, en la temperatura del mar frente a las costas. Llegamos a tener hasta dos grados de anomalía antes de la influencia de este anticiclón. A inicios de 2023 tuvimos entre 0,4 a 0,6 grados de calentamiento, por ejemplo.
"Nada está escrito en piedra, pero en estos temas uno se prepara para los peores escenarios".
No tenemos que descuidarnos. Si bien es cierto disminuyó localmente la energía del fenómeno y no estaríamos ante un evento extremo, se esperan impactos de lluvias considerables en ciertos puntos y eso nos invita a estar igual de prevenidos.
¿Desde agosto podría comenzar a desarrollarse La Niña?
Esa posibilidad no es completamente falsa, pero tampoco lo podemos afirmar ahora. Por supuesto que hay señales y consideraciones al respecto, pero todavía no es algo que sea completamente seguro.
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