Ecuador elimina 58 toneladas de residuos peligrosos recolectados en Galápagos
Colchones, plásticos rígidos, hasta aparatos eléctricos llevaban más de cinco años en centros de acopio y reciclaje sin recibir una gestión final.
Imagen referencial sobre recolección de plásticos en Galápagos
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Cerca de 58 toneladas de residuos y desechos peligrosos con posible contenido de contaminantes orgánicos persistentes (COP), fueron eliminadas en Ecuador durante el primer semestre de 2023.
La gran mayoría de este material fue recolectado en las Islas Galápagos, a través de procesos ambientalmente adecuados, informó en un comunicado el Programa Nacional de Gestión de Químicos (PNGQ) de Ecuador el 13 de octubre de 2023.
Con esto "se evitó que los posibles elementos contaminantes persistentes de estos residuos domésticos e industriales sean liberados al ambiente, sobre todo en un entorno ecológico tan sensible como las islas encantadas", informó la entidad.
Este material, transportado desde las Islas Galápagos al Ecuador continental para su disposición final, llevaba varios años almacenados inadecuadamente en centros de acopio y reciclaje sin recibir una gestión final, debido a la falta de capacidad técnica para su tratamiento en el lugar.
Entre los productos tratados había montañas de colchones y plásticos rígidos.
También aparatos eléctricos y electrónicos, que pueden tener retardantes de llama, que son contaminantes orgánicos persistentes y cuyos efectos en el organismo pueden generar alergias, problemas de reproducción y de respiración, y hasta cáncer.
Estos desechos fueron transportados desde las islas sin desmantelarlos, para evitar la generación de más residuos que pudieran quedarse en el archipiélago, y se gestionó su eliminación con un gestor ambiental autorizado, detalló el PNGQ.
En el caso de los colchones y las refrigeradoras, se separó ya en el continente la espuma de la parte plástica, incinerada en cumplimiento con la normativa; y metálica, destinada a reciclaje a través de gestores con permiso ambiental.
En cuanto a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, estos fueron llevados a un gestor calificado para ser desarmados y posterior reciclaje (metales) o incineración (plástico rígido).
A esta intervención se suma la eliminación en marzo pasado de 22,5 toneladas de desechos de espumas contra incendios con posible contenido de contaminantes PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), procedentes del sector hidrocarburífero.
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