La discusión sobre un futuro pasaporte de vacunación empieza con críticas
El Foro Económico Mundial sostiene que el certificado de vacunación, que están desarrollando gobiernos y empresas, deberá respetar principios éticos y equitativos.
Un viajero en el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo, en Guayaquil, el 15 de junio de 2020.
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Con el comienzo de la vacunación contra el SARS-Cov-2 se empieza a ver en el horizonte una futura promesa de normalidad, gracias a una eventual inmunización de la población mundial.
Aunque al inicio no todo será tan sencillo, especialmente si se trata de viajar.
Organizaciones y políticos han empezado a hablar sobre la posibilidad de la creación de un pasaporte de vacunación, para facilitar los viajes y reactivar la economía, pero también para evitar la propagación del virus o de nuevas variantes del mismo.
Una propuesta que ya tiene críticos.
Entre los cuestionamientos que han surgido están:
- Clasificación de las personas según su estado de vacunación.
- Incumplimiento de derechos como el de movilidad, de aquellas personas que no pueden recibir la vacuna por motivos de salud u otras razones.
- Las identificaciones digitales dejarían registros confidenciales, desde datos médicos, laborales, de viaje y biométricos sobre todos y cada uno de nosotros, al alcance de las autoridades y los burócratas estatales.
- Brecha digital, ya que el pasaporte del que se habla no sería físico, sino una aplicación o código QR.
En ese contexto, el Foro Económico Mundial, sostiene que el certificado de vacunación deberá respetar principios éticos y equitativos.
"Al establecer estándares armonizados de una manera verdaderamente ética, podemos evitar un escenario en el que se creen dos clases de ciudadanos: los que han sido vacunados y los que no", dice Arnaud Bernaert, director de la iniciativa Shaping the Future of Health and Healthcare del Foro Económico Mundial.
El Foro sugiere que el documento siga estándares internacionales establecidos por un organismo, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cómo funcionará el pasaporte?
Empresas y organizaciones han empezado a trabajar en aplicaciones o sistemas para teléfonos inteligentes en los que personas, médicos o laboratorios, podrán cargar información sobre las pruebas y vacunas contra el coronavirus.
Con esa información las plataformas elaborarán un certificado de salud o pase en forma de código QR que se puede mostrar a las autoridades para poder viajar, así como también para ingresar a salas de conciertos, estadios, cines y oficinas.
Los códigos de respuesta rápida, conocidos como QR, son códigos de barras de forma cuadrada capaces de almacenar datos. Algunas compañías también desarrollan una tarjeta inteligente, enfocada en los adultos mayores a quienes les cuesta más el manejo de dispositivos tecnológicos.
Entre quienes ya están trabajando en un certificado de vacunación se encuentran:
- Iniciativa de Credenciales Covid-19, conformada por la Clínica Mayo, Microsoft, Oracle y Salesforce.
- Common Trust Network, iniciativa de la organización sin fines de lucro The Commons Project y el Foro Económico Mundial, que se asociaron con aerolíneas, entre ellas Cathay Pacific, JetBlue, Lufthansa, Swiss Airlines, United Airlines y Virgin Atlantic; así como con sistemas de salud en Estados Unidos.
Una idea no tan nueva
Si bien el pasaporte de vacunación puede sonar como algo novedoso y revolucionario, la verdad no lo es.
La OMS ha dicho que el pasaporte de vacunación es una versión digital del Certificado Internacional de vacunación de fiebre amarilla, también conocido como tarjeta amarilla.
El objetivo del certificado de vacunación es evitar la propagación de la fiebre amarilla, una enfermedad infecciosa y hemorrágica, que es transmitida por la picadura de un tipo de mosquito.
"El certificado de vacunación contra la fiebre amarilla es exigido para entrar en la mayor parte de los países donde esa enfermedad es endémica o para viajar desde países endémicos a países con riesgo de introducción del virus de la fiebre amarilla", sostiene la OMS.
A diferencia de la tarjeta amarilla, el pasaporte de vacunación sería un requisito en todo el mundo o por lo menos en la mayoría de países.
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