Cinco destinos ocultos del Austro para conocer en vacaciones
En Azuay, Cañar, Loja y Morona Santiago existen destinos poco explorados que son una alternativa para vivir las vacaciones de julio y agosto.
Personas pasean en bote en la laguna de Guabizhún, en Déleg, provincia del Cañar.
Municipio de Déleg.
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Las provincias del Austro están listas para recibir a los viajeros que durante julio y agosto buscan nuevos destinos para aprovechar las vacaciones escolares de la Sierra y Amazonía.
En Azuay, Cañar, Loja y Morona Santiago existe una amplia variedad de opciones para convivir con la naturaleza, conocer culturas, disfrutar del turismo de aventura y probar nueva gastronomía.
Estas son cinco rutas poco aprovechadas del sur del país que, en los últimos años, se han convertido en atractivos turísticos gracias a la implementación de servicios como hospedaje, alimentación y actividades recreativas.
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Oña: tierra de cascadas y atractivos
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Oña es un pequeño cantón, de apenas 3.500 habitantes, ubicado en el sur del Azuay, a 100 kilómetros de Cuenca. Se llega por la vía Cuenca-Loja. Este rincón ha sido poco explorado, pero tiene un gran atractivo y potencial turístico que ahora es aprovechado por sus habitantes. Su centro cantonal, de casas de adobe con techos de teja, es patrimonio cultural del Ecuador. Está rodeado de ríos y cascadas, el principal atractivo para los amantes de la naturaleza. También posee una área protegida: la comuna Marcos Pérez de Castilla, con 29 lagunas y una gran variedad de especies de aves, mamíferos y plantas. Las cascadas más accesibles están en la comunidad El Rodeo, a cinco kilómetros del centro cantonal, hasta donde se puede llegar en vehículo. Hay parqueadero y una zona para acampar. Uno de sus atractivos ocultos para practicar senderismo son los Estoraques de Jalincapa, esculturas naturales de gran tamaño, producto de la erosión. En la parroquia Susudel se puede visitar a las familias que trabajan tejidos tradicionales con el telar vertical. También hay opciones variadas para hospedarse en Oña o en sus alrededores, desde glamping hasta haciendas coloniales. Además, está una granja turística, la finca La Caprina, dedicada a la crianza de cabras y producción de quesos, donde los visitantes pueden tener una experiencia vivencial.
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Déleg: ecoturismo y arqueología
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Déleg es un rincón encantador entre Azuay y Cañar. Un cantón marcado por la migración, pero con atractivos que forman un corredor turístico, cultural y arqueológico entre las dos provincias. Es un lugar ideal para una escapada de fin de semana. Se encuentra a 30 kilómetros al norte de Cuenca, y la mayor parte de la carretera está en buen estado. El centro cantonal de Déleg está bien conservado, con coloridas casas de adobe y rodeado de cerros y lagunas. En el punto de información turística se puede comprar las artesanías elaboradas por los habitantes del cantón. Uno de sus atractivos es la laguna de Guabizhún, que tiene 210 metros de largo por 100 metros de ancho. Está a cinco kilómetros del centro cantonal, en la parroquia Solano. En 2022, el Municipio inauguró un centro ecoturístico en la laguna, que posee restaurante, bar, espacios para descansar y servicio de alquiler de botes para pasear. Otro atractivo son las ruinas arqueológicas de Pachamama, una meseta considerada sagrada por la cultura cañari a una altura de 2.800 metros sobre el nivel del mar. Subir hasta la meseta es uno de los desafíos para los visitantes, pero es posible. Desde Déleg hay 10 kilómetros hasta la comunidad de Borma, en la base de la meseta. Ahí constan vestigios de la cultura cañari. Hasta ahí se puede llegar en vehículo y luego se camina por un sendero natural. Hay rutas de ascenso por niveles de dificultad, para todo público y profesionales en escalada.
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La magia de Saraguro
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A 210 kilómetros de Cuenca está Saraguro, ubicado en la provincia de Loja y considerado uno de los "pueblos mágicos" del Ecuador. Posee una gran riqueza cultural y paisajística. Sus seis comunidades indígenas ofrecen atractivos variados. Ñamarín es uno de sus tesoros. Esta comunidad se encuentra a solo 2.5 kilómetros del centro cantonal. Los visitantes podrán conocer sitios ancestrales, como los baños del Inca, talleres artesanales, huertos medicinales y aprender sobre la cosmovisión del pueblo Kichwa Saraguro. Según la información del Municipio de Saraguro, los baños del Inca fueron un hogar temporal de Atahualpa. Los visitantes deben atravesar cuevas y senderos hasta llegar a una cascada en la que se pueden bañar. En esta comunidad se puede conocer los talleres de las mujeres artesanas que trabajan con lana de oveja en la técnica de la makana, declarada patrimonio cultural inmaterial del Ecuador. Se puede practicar turismo de aventura en el centro recreacional El Vuelo del Gavilán, con atractivos como un columpio extremo.
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Macas: una experencia en la selva
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Adentrarse en la cultura shuar es posible a pocos minutos de Macas, capital de Morona Santiago. Este cantón amazónico se encuentra a unos 120 kilómetros de Cuenca. Desde ahí, los visitantes se pueden movilizar a centros comunitarios shuar que están abiertos a los turistas. Uno de esos lugares es la comunidad de Buena Esperanza, a unos 20 kilómetros al noreste de Macas, por la Troncal Amazónica. Este lugar es ideal para caminar en medio de la selva, observar aves, practicar senderismo, navegar en medio de la selva, acampar y convivir con la cultura shuar. Ahí se encuentra, por ejemplo, Etsa, un paraje construido por familias de la comunidad. Los turistas pueden alojarse en cabañas típicas shuar, en medio de la selva. Los guías turísticos son pobladores shuar de la comunidad. Ellos comparten sus conocimientos ancestrales y costumbres con los turistas. Hay un recorrido especial para conocer las plantas amazónicas, como ayahuasca, canela y guayusa.
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Disfrutar de la naturaleza sin salir de Cuenca
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El biocorredor del río Yanuncay, en Cuenca, es uno de los atractivos poco conocidos por los locales y los viajeros. Es el lugar ideal para una escapada sin necesidad de salir de la ciudad. Se trata de una ruta natural y ahora turística que empieza en la comunidad Soldados, que limita con el Parque Nacional Cajas. Se encuentra en el kilómetro 37 de la vía San Joaquín – Chaucha. En este poblado, los visitantes pueden practicar pesca deportiva y encontrar balnearios de aguas termales, que hasta hace poco eran desconocidas por los cuencanos. Los guías turísticos nativos ofrecen recorridos a pie o cabalgatas para conocer el bosque de polylepis o de papel, y llegar al origen del río Yanuncay, que abastece de agua a gran parte de Cuenca. En esta zona se puede acampar y organizar días de campo. Incluso hay opciones para hospedarse. La estancia Buganey ofrece un glamping en medio de los atractivos naturales de la comunidad Soldados. A lo largo del biocorredor hay talleres de artesanos que trabajan en la cestería y otros objetos con fibras vegetales. También hay granjas demostrativas, porque es una zona con alta producción agrícola. Entre los emprendimientos de los pobladores está el ecomuseo del Yanuncay, ubicado en la comunidad La Inmaculada, donde se puede encontrar artesanías en madera. Río abajo, hay decenas de restaurantes que ofrecen comida típica a precios accesibles, que incluye a la trucha que se pesca en el sector.
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