Deslave en Alausí: "No queremos un camposanto, sino sus cuerpos"
Familiares y vecinos de un padre de familia, que está desaparecido junto a sus cuatro hijos, anhelan encontrarlos vivos o muertos. La Secretaría de Riesgos descarta, por ahora, declarar la zona del desastre en Alausí como un camposanto.
María Hilda Caranqui busca a su hermano Telmo y a sus cuatro sobrinos que quedaron sepultados en el deslave de Alausí.
PRIMICIAS
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Eran las 09:00 del 29 de marzo de 2023.
María Hilda Caranqui buscaba un casco. Suplicaba que alguien se lo prestara, pues solo usando uno había la posibilidad de que la dejaran ingresar a la zona cero del deslave en Alausí, donde quería buscar a su hermano Telmo y a sus cuatro sobrinos.
Sus familiares quedaron bajo tierra el domingo 26 de marzo de 2023, junto a otros habitantes del cantón Alausí, en el sur de Chimborazo.
Desde entonces se han hecho esfuerzos para hallarlos entre los escombros de las 163 casas que se calcula resultaron destruidas. Pero las lluvias han complicado la tarea, no solo de los comuneros que se han sumado a esta labor, sino también de los rescatistas profesionales.
Telmo y sus cuatro hijos vivían en el barrio Nueva Alausí, uno de los más golpeados por esta tragedia. Debido a la peligrosidad por los aguaceros, la Policía y las Fuerzas Armadas cercaron la zona y prohibieron el paso de las personas.
María Hilda miraba, detrás de una cinta amarilla, cómo los uniformados removían la tierra. Lloraba en silencio. Sus lágrimas se resbalaban detrás de unas gafas de sol mientras repetía: “Nosotros le pedimos a Dios que todavía los tengan con vida”.
Pero enseguida se contradecía: “Queremos sacar sus cuerpitos”.
Pese a que había riesgo de nuevos deslizamientos de tierra, la mujer, que sabía muy bien de la advertencia, insistía en que la dejaran pasar. Pero no fue posible.
Se le fue su vecino
En uno de los tres albergues que se habían dispuesto en Alausí para los 116 damnificados, Segundo Uzhca recogía una funda de alimentos. Iba a llevar la comida para su esposa y sus cuatro hijos, que se encontraban en Achupallas, una comunidad aledaña.
Pero antes de salir, contó a PRIMICIAS que él es un sobreviviente.
Hace 10 años compró un terreno donde hoy está la zona cero. Construyó su casa y conoció a un vecino que no olvidará nunca: Telmo Caranqui.
Llorando, recordó que en diciembre de 2022 notó cómo la ladera se iba hacia las casas. En febrero de 2023, la situación empeoró. Pero no fue hasta el domingo 26 de marzo, en la mañana, cuando decidió que "debía salir corriendo de allí".
Sacó sus cosas y junto a otros familiares emprendieron la huida. Sabía que dejaba atrás todo el esfuerzo, pero nada era más importante que su vida y la de su hijo, el mayor, que vivía allí.
Pero hay algo que le parte del corazón a Segundo. Horas antes del deslave, que fue a las 21:30, habló con Telmo, su vecino, para decirle que saliera de allí. Que era peligroso. Que muchos estaban evacuando.
Pero no funcionó. Y él se resistió a abandonar su casa, pues no estaba dispuesto a dejar todo su trabajo a la deriva.
El hijo de Segundo, Eddy, era un gran amigo de Dany, el hijo de Telmo.
Su amigo Telmo le dijo a su hijo Eddy: "Si amanezco, venga a tomar una tacita de café. Si no vaya a buscar mi cuerpo en el río".
Una media hora después de esa broma premonitoria ocurrió la desgracia. Hasta las 15:00 del miércoles 29 de marzo nadie pudo encontrar sus cuerpos.
Pero no son los únicos desaparecidos. Hay más de 60 reportados y las labores cada vez se dificultan. Por lo que ya hay quienes piden que se declare la zona como un camposanto.
¿Un camposanto?
Cristian Torres, secretario de Gestión de Riesgos, explicó que la búsqueda de personas continúa. La mañana del 29 de marzo llegaron bomberos de ciudades como Machala para sumarse a la búsqueda.
"Por ahora, declarar un camposanto no es una posibilidad". Sin embargo, recordó que ese tema se lo debería tratar en el Comité de Operaciones de Emergencia (COE).
Frente a ello, María Hilda, hermana de Telmo Caranqui, dijo: "No queremos un camposanto, queremos sus cuerpos… aunque sea los cadáveres, verlos con nuestros propios ojos y llevarlos a la comunidad".
Ella hablaba con el respaldo de varias personas que aguardaban en la zona, a la espera de más hallazgos.
A las 10:55 del miércoles 29 de marzo hallaron un cadáver de entre los escombros. Pero al mediodía empezó a llover y los rescatistas abandonaron la zona de desastre debido a las fuertes lluvias, pues el agua podría provocar nuevos deslizamientos.
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