Desborde de un canal afecta a cinco zonas del norte de Guayaquil
La canalización inicia en El Fortín, donde una calle se convirtió en un río y un taxista murió arrastrado por la corriente. La escorrentía afecta a Bastión Popular, Mucho Lote y a Las Orquídeas, que registraron inundaciones por tercera vez en el año.
La ciudadela Las Orquídeas, en el norte de Guayaquil, se inundó por tercera vez en 2023, la noche del sábado 15 de abril.
Alexander García / PRIMICIAS
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Las lluvias desbordan la capacidad de un sistema de canalización, inundando calles y viviendas del noroeste y norte de Guayaquil. A lo largo de 10 kilómetros, entre El Fortín y Los Vergeles, la corriente que rebasa el canal ocasiona inundaciones y afecta a cinco sectores.
En El Fortín, al noroeste de la ciudad, existe un proyecto de alcantarillado para un segmento de la zanja (canal 69A) de 1.150 metros lineales, a un costo de USD 700.000.
Pero la obra contempla demoler o reubicar hasta 25 viviendas, informó la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag).
La cuenca de drenaje de aguas lluvias que desfoga en el río Daule reporta tres grandes inundaciones en lo que va del año.
Y termina convirtiendo calles en ríos o enormes lagunas en su camino por la zona industrial, Bastión Popular, Mucho Lote y Las Orquídeas.
Guayaquil requiere adaptar la capacidad de los canales a las nuevas condiciones climáticas. Pero eso puede resultar extremadamente “oneroso”, reconocen desde Emapag.
Solo adaptar el alcantarillado pluvial al cambio climático cuesta unos USD 57 millones.
Indignación en El Fortín
Las inundaciones más recientes provocaron la primera víctima mortal en la temporada de lluvias en El Fortín, la tarde del 15 de abril de 2023.
Un taxista, de 73 años, murió ahogado cuando la corriente arrastró su vehículo al borde del canal de aguas lluvias entre los bloques 4 y 5 de esa cooperativa de vivienda.
Los vecinos intentaron rescatarlo, pero la fuerza de la corriente se los arrebató de las manos.
La palizada taponó tres ductos que pasan debajo de una calle y la fuerte corriente pasó por encima de la vía.
Se inundaron cuatro cuadras de locales en el sector conocido como La Placita. Y la escorrentía arrastró al taxi hasta el borde del canal.
Ajenor Loor, de 52 años, un residente que atiende una carnicería en el bloque 4, denunció “30 años de abandono”. La comunidad ha solicitado por años, a través de oficios, un ducto cajón para la zanja.
“El año pasado, el Municipio nos presentó un proyecto, pero querían derrumbar casas sin ofrecer soluciones de reubicación”.
Ajenor Loor, habitante del bloque 4 de El Fortín.
La carnicería, al igual que decenas de locales de la zona, se inundó por tercera vez este año.
Loor también reclamó la falta de barandas metálicas para evitar que transeúntes o vehículos puedan caer al canal al atravesar la calle, debido a la corriente durante fuertes lluvias.
El 17 de abril, una contratista llegó a colocar muros jersey de concreto al borde de la vía. Y la instalación causó controversia entre los moradores: temían que las barreras terminaran bloqueando aún más el desfogue de las aguas por encima de la vía.
Lluvias históricas en Guayaquil
A cinco kilómetros de El Fortín, en el mismo sistema de canalización, la escorrentía colapsó la noche del sábado 15 la capacidad del ducto cajón y el muro de contención de Mucho Lote.
Cientos de casas de Las Orquídeas se inundaron por tercera vez este año, tras eventos similares el 8 y el 23 de marzo.
Se trata de una ciudadela que había vivido una última gran inundación en febrero de 2017.
Fidel Valdivieso, gerente general de Emapag, reconoce que la intensidad de las lluvias ha desbordado la capacidad de los canales.
Eso sin contar la basura arrojada a los sistemas, además del arrastre de palizadas y sedimentos.
Además, aseguró que a la lluvia del 15 de abril le faltó poco para alcanzar los niveles históricos del fenómeno del Niño de 1998.
“Ante una lluvia de niveles históricos no hay sistema que logre evitar estas escorrentías e inundaciones”.
Fidel Valdivieso, gerente general de Emapag.
En el noroeste de Guayaquil cayeron el sábado 211 milímetros o litros por metro cuadrado de lluvia. De hecho, superó a las precipitaciones del 23 de marzo (199,5 mm), según datos de Emapag.
El récord histórico del 19 de abril de 1998 es de 224 milímetros. Es decir, solo 13 milímetros menos que el 15 de abril, informó la entidad.
Es más, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), informó que las lluvias de abril de 2023 ya superaron el promedio histórico del mes en la ciudad.
Lo normal para abril en la estación de referencia del Aeropuerto de Guayaquil son 207,2 milímetros.
Mientras que el acumulado del mes, hasta este 18 de abril, es de 404,9 milímetros. Es decir, hay un excedente del 95,4% de lluvias a casi dos semanas de que concluya el mes.
¿Qué soluciones hay?
El gerente general de Emapag coincide con la CAF en que se deben ampliar y rediseñar los canales y sistemas de drenaje a la nueva situación climática.
Pero se trata de soluciones “onerosas” que requieren de voluntad política, pues ascienden a “cientos de millones de dólares”, dijo.
Valdivieso matizó que no siempre la solución es un ducto cajón, cuya construcción es más cara. En el caso de la zanja 69A de El Fortín se planteó construir una gran alcantarilla.
“Cuando se socializó el proyecto el año pasado, la misma comunidad rechazó la obra porque se necesita derrumbar o reubicar entre 10 y 25 viviendas”, aseguró el funcionario.
La competencia de reubicación, desalojos e indemnizaciones es del Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Asentamientos Irregulares, agregan desde Emapag.
Además, las áreas de servidumbre del canal están copadas por viviendas en una antigua zona de invasiones que aún carece de escrituras, lo que dificulta su limpieza e intervención.
Royer Moya, morador de Mucho Lote y quien ha visto colapsar tres veces el ducto cajón del canal de la localidad, denuncia la falta limpieza de los sistemas.
Y muestra cómo los ductos de conexión bajo las vías se encuentran taponados en parte por la sedimentación.
En Emapag aseguran que entre enero y marzo se volvieron a limpiar 182 canales de los sistemas de drenaje de la ciudad, tras el plan preinvernal ejecutado a finales de 2022.
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