Tres retos tiene el metro de Quito, lo dice la experiencia del tranvía

Tanto el tranvía como el metro son sistemas de transporte diseñados exclusivamente para sus ciudades y con tecnologías especiales. Sus fabricantes se convierten en los únicos proveedores de piezas en caso de que algo falle o cuando termine el lote de repuestos. Ese es un problema que le tocó enfrentar al tranvía de Cuenca. El stock inicial de repuestos, que fue adquirido para la puesta en marcha del servicio comercial, está por agotarse. Un informe de necesidad de la Unidad Ejecutora del Tranvía detalla que la mayoría de las piezas ya fueron utilizadas en estos dos años porque diversos sistemas han presentado fallos. Varios ítems están en cero. Las fallas más comunes en Cuenca han sido eléctricas. En algunas ocasiones, los tranvías se han quedado detenidos en una estación y con las puertas cerradas por varios minutos, con los pasajeros dentro. Desde inicios de este año, el Municipio de Cuenca intentó adquirir los repuestos, pero los primeros intentos fallaron porque mantenía una disputa legal con el fabricante de los vagones, el consorcio francés Alstom. Los conflictos ya fueron superados y, en diciembre, el gobierno local inició los procesos para adquirir los repuestos que se necesitan. Desde el Metro de Quito explican que la empresa CAF, fabricante de los trenes, elaboró un plan de mantenimiento preventivo al que deberán someterse obligatoriamente los trenes para evitar que la flota se paralice y que el sistema suspenda el servicio. "El primer mantenimiento se implementará cuando hayan recorrido 120.000 kilómetros porque la vida útil de los trenes es larga. Luego, las revisiones se realizarán cada 45 días", señaló un funcionario del Metro de Quito a PRIMICIAS. Aunque la empresa municipal no dio detalles sobre el plan de mantenimiento, asegura que cuenta con el stock suficiente de repuestos. “En la bodega de Talleres y Cocheras ya contamos con equipamiento de repuestos. Podríamos armar todo un tren adicional con la cantidad de repuestos que ya tenemos”, detalló la fuente consultada.

Los estudios iniciales, durante la administración de Paúl Granda, estimaban que los 14 tranvías en Cuenca moverían entre 80.000 y 120.000 pasajeros por día. Pero otros estudios, contratados por Marcelo Cabrera, daban una proyección de 40.000 pasajeros diarios. Hasta noviembre de 2022, en los 14 tranvías hay 17.5000 pasajes por día. Aunque no es la meta esperada, el director del Tranvía, Jorge Moscoso, destaca que existe un crecimiento del 49% en comparación con 2021. Para que el número de usuarios crezca es necesario culminar la integración del sistema de transporte, con las rutas alimentadoras y los otros sistemas de movilidad. En Quito, la previsión oficial es que el metro movilice a 300.000 personas diarias. Para ello también será necesario que el sistema se integre con los buses urbanos. Quito tiene prevista la reestructuración de las rutas y frecuencias, pero al igual que Cuenca, no ha podido avanzar en las negociaciones con los transportistas. En Cuenca hay una línea de buses que compite con el tranvía. El desafío de Quito será conectar a los sistemas de transporte antes de la operación comercial, es decir, en tres meses.

Del número de pasajeros también dependen los ingresos y la sostenibilidad económica de estos sistemas de transporte. En su primer año de operación, el tranvía tuvo un déficit de USD 7 millones. Pero al cierre de 2022, la brecha se acortó a USD 2,5 millones, cuando estaba previsto que fueran USD 5,5 millones. Moscoso explica que para lograr esa meta hicieron dos ajustes: se incrementó el número de pasajeros y se empezó a vender publicidad en los vagones. Pero hay una diferencia importante: el tranvía es operado por el Municipio de Cuenca, mientras el Metro estará a cargo de un consorcio privado, formado por Metro Medellín y Transdev. El contrato se firmó hasta 2028 y tiene un costo de USD 129,9 millones. La capital azuaya contó con la asistencia técnica de la empresa Metro Tenerife, de España, pero solo durante los primeros meses. El personal cuencano recibió capacitaciones y asumió la operación y el mantenimiento. "Ahorramos USD 1,2 millones en la operación y unos USD 15 millones en un contrato previsto para el mantenimiento", detalla Moscoso, quien asegura que asumir esas tareas ha sido una experiencia positiva.