¿Qué cambiará con la declaratoria oficial del fenómeno El Niño en Ecuador?

La llegada del fenómeno El Niño a Ecuador es inminente. Las aguas del océano Pacífico presentan temperaturas por encima de lo normal y las ondas de Kelvin, que desplazan calor hacia América Latina, están a la vuelta de la esquina.

Bajo estos parámetros, es claro que el fenómeno ya no solo se ha gestado frente a las costas del país, sino que está activo.

Por ello, el Comité de Estudio Regional del evento climático (Erfen) analiza declarar oficialmente la presencia de El Niño.

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En los fenómenos anteriores de 1997 y 1998, los daños asociados a El Niño ascendieron a USD 2.881 millones. Fueron pérdidas en el ámbito productivo, de infraestructura y social, puesto que se reportaron 292 muertos, 64.000 afectados y 12.000 viviendas destruidas.

"El Fenómeno de El Niño de finales de los años 90 fue, debatiblemente, además un evento disparador de la crisis de finales de siglo", dice el nuevo decreto ley sobre la gestión de Riesgos que emitió el Ejecutivo el martes.

Con este documento, el Gobierno busca prepararse ante los impactos que genere el fenómeno climático.

Pero, ¿qué cambia con la eventual declaratoria del evento climático? "Es una situación normal, parte del ciclo y parte de los protocolos que utiliza Ecuador para la declaratoria de El Niño", explica el oceanógrafo Juan José Nieto, quien formó parte del Erfen.

Según Nieto, la situación (lluviosa y de emergencia) como se había previsto, no cambia. Añade que cada país, que sería afectado por el fenómeno, como Colombia o Perú, tiene sus propios protocolos que aplicará conforme avance la emergencia.

Al momento, la Secretaría de Riesgos mantiene la alerta amarilla en todo el territorio nacional, es decir, que el fenómeno está cerca.

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Lluvias fuera de lo 'normal'

En el documento del nuevo decreto ley, emitido a propósito de El Niño, se explica además que el pico del fenómeno se adelantará y con ello también la estación de lluvias.

El escenario más cercano sería octubre de 2023, es decir, el próximo mes.

"En el escenario más probable, el pico del evento sería en coincidencia con el inicio de la estación de lluvias", en Ecuador, señala el informe del Erfen que sirvió de base para elaborar el decreto ley.

La pasada estación de lluvias de 2022 ya fue catalogada por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) como una de las más potentes del que se tenga registro.

Y en el caso de Guayaquil, fue el cuarto invierno más fuerte. También hubo inundaciones potentes en Santa Rosa (El Oro), Babahoyo (Los Ríos), en la cuenca media y baja del Daule, y en Esmeraldas y Manabí.

Producto del invierno pasado, entre enero y junio de 2023, se registraron 37 muertos, 84 kilómetros de vías afectadas, más de 30.00 hectáreas de superficie agrícola impactadas y más de 1.100 escuelas destruidas.